lunes, 22 de diciembre de 2008

Segundo Cielo


Imagino que estás ahí, en algún lugar del bosque, el viento ha dibujado un sendero entre las nubes con tu nombre, he visto en el cielo signos de luz transparentarse, que reposan mi vuelo de siglos, en nubes y hojas azules de rocío, inmortalizados por el alba.

Mi corazón en la tierra siente tus pies elevarse, como si dentro de mi nacieran a cada paso nuevos mundos, de lunas, danzantes, atravesando el mar del tiempo, inmóvil y sagrado, como quién a perdido el miedo a no existir más que en lo eterno.
Hijos de una misma unión, he amado, transformándome en una mezcla de cielo y tierra. Entre el bosque, un arrollo me ha mostrado el color del segundo cielo, y el aún pedregoso camino de siluetas, nocturnas, compuestas por estrellas, que enamoradas un día de las copas de los árboles, formaron con sus ramas una gran cadena, llenando de mar luna a luna hasta la cosecha.
Contemplemos el placer de amanecer, gobernado por el lucero, que nos habla en sueños con su delicada luz azul violeta, que nos habla en sueños, con su delicada luz.


R.S.

Solsticio de Verano, Diciembre 2008

jueves, 27 de noviembre de 2008

Tripanosomas

¿Vieron? Es como un vía crucis…
Al final del camino
un comienzo redentor.
La vida que vuelve sobre la vida.


Tantos órganos en conexión
¿Podría vivirse el sueño?
Ni muerto me hago el olvido
De otras vidas estoy vencido
No hay Carlos, ni fiebre, ni sino
tampoco plata en la bolsa.
Soy yo, la canción alada,
la víctima sacerdotal del nuevo milenio.

Trinidad

En 3 se inclina la balanza
El triángulo se manifiesta
Entramos todos en sabia sutilidad
Hombríate.


Tus tres puntos de diálogo
La trilogación
El punto entre dos
Las estrellas en grupos
El superior, el simiente, el espíritu
La sangre nueva, el progenitor, la vascongada.

La sobra sobre sí

¿qué es redentor tu paso?
¿y nuestros pasos?
Vamos andando, no se sienta sólo caminante… no sea burro.
Todos andan andando.


A la calle la sigue el taconeo obligado,
A la dama de en frente, vecina eterna, nada le falta.
A la dama de al lado, vecina nueva, nada aparece.
A todos los abultados sacerdotes se les escapa la carcajada.
Al río acuoso, ese que de voces está lleno, le han robado el alma.


¡Construye tu violencia lejos de mí!
Aquí cuidamos lo que Tierra nos ha dado. Aquí cuidamos los detalles olvidados. Aquí vivimos.
¡Construye tu violencia lejos de mí, sátrapa mal habido!
¡Vuélvete al río de plata que ahoga tu canto!, ¡ciego de tanto ver al mundo muerto de tus sueños!


Volvamos
Acá nos espera un abrazo aliado
Un Bunge sabedor atolondrado
Un niño que de cadalsos está harto
Un pobre guardado del espanto
Una niña feliz, gracia en su rostro
Con abuelos que han sido milenarios.
Acá, en donde vivo, la mesa está servida
Y espera la caricia del hermano
Y se hace de lutos olvidados
Todo el amor sarraceno, amor manta
Que cubre, como escudo y por la espalda,
El ojo avizor que hoy te ampara.

La muerte del mediterraneo

Avizoraba un final feliz
El niño mediterráneo se paseaba desnudo
Caía de bruces al cielo suelo
Roncaba un poco hasta que se dormía
Era como 20 al hacer ruido.


Empinaba valientemente el día azul
¿Qué sabía de manifestaciones de protesta?
Soplaba la parte dorada del envoltorio
Buscaba en su solapa una esperanza
¿Qué sabía de venenos?


El niño mediterráneo caminaba la ciudad dorada
Era redentor y juez primero en el juicio de partes
Arengador, sonámbulo, sabio,
Silbador y cabizbajo.
Se había criado al margen de los envoltorios.

fraseología

La soberbia impide pensar que una cucarachita es fruto del amor entre una cucaracha y un cucaracho.


Sólo la ignorancia puede determinar que existe un centro.


Sólo la ignorancia puede determinar que existe algo distinto a un centro.


Existe una constante necesidad de eliminar los extremos y matizar los grises como si el mundo fuera una paleta de rancios colores.


El sentido de una palabra siempre estará en lo que oculta.


La barrabasada mayor es suponer que uno conoce algo.


La muerte es la resurrección del alma.


El sentido sexto es escuchar al corazón.


La avalancha de nieve puede ser brava, pero mayor será el escarmiento que den los pueblos.


El silbato llama al cabrito, pero no le enseña a balar.


El sentido de lo aparente tal vez es la verdad última.


La ilusión del mundo la crea tu mente a través de tu pensamiento.

En el Puente

En el Puente se escribía la canción fatua.
El alma sobraba, los dioses pasaban, el pueblo quedaba.


La mínima sutileza era alba.
Al margen del siglo, los hombres pensaban, la clase resistía.


El resto del cielo era azul.
Mareas de nieves, las niñas sudaban, los golpes se abigarraban.


En el Puente se escribía la canción fatua.
El alma sobraba, los dioses pasaban, el pueblo quedaba.

El veleidor II

Unimarca
Sonínimo
Lafabuerte


Esmeralda es la gentileza
Las balas doradas
Las leyes abstractas
Tu santa paz.


Siéntate en las bases del ayer
Sobrio, desperézate el pasado
Camina en dirección a ti mismo
Olvida la marca.


Ven niños silbando
Accede a Marzo
Hombríate la sabiduría
Desliza mil.

Como si no fuera trabajo

Te leo
Te sirvo
Te siento
… como si no fuera trabajo.


Te escribo
Te inquieto
Te fortalezco
… como si no fuera trabajo.


Te miento
Te encanto
Te reivindico
… como si no fuera trabajo.


Te viento
Te cielo
Te espero
… como si no fuera trabajo.

Al borde del camino

En el horizonte plateado
Tu acompañante mirada /luz/
Iluminaba todo lo demás.


La valija de recuerdos
Las manos libres
Los ojos llenos
La sangre a punto
Esperaban el beso del llegador.


Tu viento
Ese que se escribe con palabras de ayer
Te hicieron lo que sos


Hombre
Elemento
Juicio
Párpado
Todo golpe plano es un golpe al corazón
Toda mirada es un destello tuyo.

sábado, 15 de noviembre de 2008

La sobra sobre sí

¿qué es redentor tu paso?
¿y nuestros pasos?
Vamos andando, no se sienta sólo caminante… no sea burro.
Todos andan andando.


A la calle la sigue el taconeo obligado,
A la dama de en frente, vecina eterna, nada le falta.
A la dama de al lado, vecina nueva, nada aparece.
A todos los abultados sacerdotes se les escapa la carcajada.
Al río acuoso, ese que de voces está lleno, le han robado el alma.


¡Construye tu violencia lejos de mí!
Aquí cuidamos lo que Tierra nos ha dado. Aquí cuidamos los detalles olvidados. Aquí vivimos.
¡Construye tu violencia lejos de mí, sátrapa mal habido!
¡Vuélvete al río de plata que ahoga tu canto!, ¡ciego de tanto ver al mundo muerto de tus sueños!


Volvamos
Acá nos espera un abrazo aliado
Un Bunge sabedor atolondrado
Un niño que de cadalsos está harto
Un pobre guardado del espanto
Una niña feliz, gracia en su rostro
Con abuelos que han sido milenarios.
Acá, en donde vivo, la mesa está servida
Y espera la caricia del hermano
Y se hace de lutos olvidados
Todo el amor sarraceno, amor manta
Que cubre, como escudo y por la espalda,
El ojo avizor que hoy te ampara.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La punta de tu sexo

¡Miércoles! Otra vez el día en que te recuerdo. Si, al final, todo alado olvido vuelve. Nadie debería preocuparse por olvidar… nunca lo recordaremos. Caminaba lejos, sin rumbo, por las mismas calles conocidas de esquinas conocidas. Siempre cruzo por los mismos lugares. No todas las veredas son iguales, no todas las calles se asemejan, el vecino Juan jamás será el desconocido aquel.


Volvía otra vez tu imagen desnuda a mi recuerdo… había tratado de olvidarla, juro que esto no es cierto, pero prefiero suponer lo primero: había tratado de olvidarla mil veces y siempre volvía, caminando, volando, silbando bajito, camuflada en otra imagen desnuda, a veces azul, otras veces hembra… siempre volvía. Dejé que se quedara conmigo un tiempo más. Tantas veces me había acompañado en vivo y en directo que, un par más de ficticias vueltas en nada podía afectarme. Allí estás, aquí estoy.


Agradezco que sólo sea mi imaginación. Lo agradezco porque simplemente así, como un recuerdo de contornos y figuras, curvas y contracurvas, idas y vueltas, ya me posees por completo. Te me presentas tan cierta que estremeces lo mucho que fuimos. Al fin y al cabo sólo es eso: la punta de tu sexo.

Ese niño

Ese niño sentado en un banco, con la mochila a la espalda y una mano en su boca. Ese niño solo entre miles de bancos, mirando un horizonte que aún no tiene nombre y suponiendo preguntas que todavía no son develadas por el maestro ni por la madre o el padre… preguntas que guardan respuestas que tendrá que dar. Ese niño… que piensa que tal vez las cosas tienen otro color del que se muestra y blasfema en silencio a la parca miseria; que intuye, no sin dudas, el cielo bramador que hoy será mañana: una siesta argonautica absoluta envuelta en hojas de paño y alegre rebeldía. Su revolución ha sido ir a la escuela, esa mañana, ese momento, en donde, solo, busca en el horizonte la respuesta a la pregunta que se ha instalado en su parte más dudosa: ¿quién será y cómo?

Caminaba despacio

Sabía que ese placer aún no tenía nombre,
pero que sería enorme por el tiempo dedicado.
¡La paciencia es amor! – gritaba un viejo adagio
Y caminaba despacio como poder esperando,
como salente del cerro de los sin brazos,
como todo promotor de la calma y los abrazos.


Sabía que ese placer aún no tenía fecha,
sabía que el descontrol por esos poco morlacos,
había descontrolado no sólo su crepitar sino sus pasos,
la había puesto a la orilla del monte de los de abajo.


Caminaba despacio para que no se le escapara la frase,
como si en el meneo de andar andando se perdiera lo pensado,
como si fuera posible eso de no te quiero pero espanto,
como si todo verano oliera a hiervas.


Sabía que ese placer aún no tenía dueño,
ni almirante, patrón, patrona, general o aletargado.
No tenía corona ni coronado…
Era libre, libertino, libertario,
todas las formas de dar el horario,
justo a tiempo aquí sonante,
la campana del tunante
me llama a hacer sahumerios
olor de todo lo santo
y es de después tu consuelo.

Cogen

Cogen
Cogen y tienen hijos
5, 7, 9, 12…
Y se casan jóvenes
Y se aman pronto
Y son parientes de parientes
Y todos son parientes: hermanos
Se mueve todo el mundo
Y los 12 hijos santos madrugan al alba.


Y el temor calcula la muerte
Y especula sobre el aumento de precios
Y se viste de harapos de poca vida
Son muertitos, cieguitos de los discapacitados,
Caminadores temerosos del andar,
titubeadores… hombres y mujeres de poca fe.


Por su parte, los doce hijos revolucionan a la muerte
Nadie sabe cómo es que la esquivan
Y dan excusas a la calle para existir
Y limpian con sus pies el asfalto de la bronca citadina;
citadinos se golpean los sesos contra la justicia que no llega.
amorosos doce
revolucionarios cada uno de ellos
hijos de la sal


Cuando nada se calcula llega la abundancia.
La abundancia es comunidad.
La comunidad es el Sol.
El Sol es la Vida y la Convivencia.
Convivir es vivir con uno… como hacen los doce.

Bien a flores

He escuchado tus versos hechos prosa
He visto la prosa hecha canción
Te he cantado los versos de tu rima encantada
Te he soñado desnuda, te he querido parada,
Te he sacado ese canto que averiguó la alborada.
Te he mentido en las noches que nada de vos y nada
Te he silbado una tonada
arrastrada a lo Bandán.
Te he dicho de entretenida
no hay canción del arrabal.


Se ha hecho de ti tu canto
No distingo en la poesía
Qué canta la algarabía
cuando desnuda te ve…
Se me hace muy descortés
el dejarte muerta al alba.
Tú sabes, yo sé, tu hermana
que es la culpa de José.
El mismo que aquella tarde
tomó conmigo café.


Los cuatro fuimos de juerga
al bulín ya tan mistongo
tiramos muy buenos pasos
y le entramos al fernet.
Buscamos sin darnos cuenta
El naipe que estaba marcado
Le dijimos a Romualdo
El hijo de don Churrasco
Que jugara con nosotros
Que lo estaba convidando
Con un vaso de buen vino
En compañía de un trago
Y una baraja parisina.


Esto apesta: ¿lo ha notado?
Luego truco, tinto, pasos,
Sólo quedó el desparramo
Un bulín bien ensuciado
Y nadie quien lo limpiara
“¡Flor!” – gritó alguno de los curdas
“Bien a flores” – sentenció la noche el desgraciado de Romualdo.

Aberroes

Por mi madre
Que se ha cansado antes del fin
Y me dejó la proxeneta obligación
De tratar blancas poesías
Yo que ni cerca /arrima a mi nostalgia
esa suerte de todo laburante/
Que se hace de parte del talante
Conocedor de sí, más de porfías


A la sombra fatal le da por martes.


Aberroes
Víctima fatal del dios primero
Enséñame a escribir tus porquerías
Que no pueblo ensambla algarabía
Que de tanto penar volvió poesía
A la vieja de en frente y a su tía.


Aberroes
Cabeza de playa
Héroe y minino santo
Tú reconoces el pan de cada día
Sabes que en palabras vuelven tus sangrientos
Intuyes que, por más aliento, nada cambia noche por bulerías
Nada se hace de paz de utilería
Ni siquiera el violador ha sacado titulo de mentiras.


Aberroes
¿Qué me ves?
Ahora yo me guardo por motivos varios
Que camina un coso inexplicable
Que no hay que volar sin paracaídas
Que te extraño ¡qué negarlo!... madre mía:
¿Cuánto tiempo más funcionaré como aspirina?

10 poesías

Una vez Dios me regaló la vida y la muerte
Me dijo que me conformara con lo todo
Que dejara la soncera.
El Erasmo se hizo poesía
Omeriando en la bocanada
Sembrando salsa y hastío
Vieja escoria hecha mirada.
Al paso todo era gracia
Todo zamba adormecida
Arte, pasta, zanahoria
Adormecida historia.
Hombre cimarrón
Te has superado de tanto mirarte
Corazón universal
Hambre ambulante.
Travesías, andanzas varias
Elegidos de los cerros
Sombras, dantes, aspirinas
Suspiros coloridos.
¿Qué cosas te hacen sublime?
¿Cómo los montes viven tu simiente?
Viven los hijos de todos, del pueblo,
Viven los hijos del discurso vespertino.



Chancha la nube a dos aguas
Simple cantar alborada
Todo lo tuyo y la nada
Todo paz, todo centauro, toro alado
Miércoles santo, miércoles medio,
Miércoles arrebatado de servil camino
Miércoles niño progenitor emergente
Miércoles tullido y soberano.
Corre, canta, silba nuevamente;
Desperézate del fatal encanto
Agrégale dos libras más al sutil salario
Silba fortaleza.
Tanto anda la alabanza
La canta Juana y Ana
La siembran Sadas y sambas
La malhumoran de espadas
Te quedan viviendo en el corazón.



viernes, 24 de octubre de 2008

un te quiero

Me gustaría decir

con palabras simples

que te amo.


Lo más difícil es

mirarte a los ojos

olvidar los rechazos

y decirte que te amo.


Una ayuda de tus manos

una caricia a tiempo

un detalle de vida

un te quiero.



Suerte

Si alguna vez hubiera visto tus ojos

recordaría tu condición condicionante

porque todo nació antes de ser parido

la muestra se dio en frío

la llanura en la montaña

toda tu contra fue una sensación.


Se había vuelto amor la sutileza

se había tornado olvido el tango

se encontraba disperso el canta-autor

era diamante.

No tenía suerte ni mal augurio;

no era profeta, ni proxeneta, ni suerte.

No había conocido la buena suerte

se había negociado su fuga

diez veces salía libre su causa a muerte

todo lo vivido era disimulo.


Una vez se escuchó al canta-autor

hablaba de viejos pueblos y barras de bar

de aficionados a la poesía suburbana

había hablado sobre-el-cemento

la algarabía del barrio viejo

el centauro paridor /todo un macho/

la ceniza que caía de las rosas

y un gris corazón en la falda del olvido.


Tantas veces silencio

tantas otras rey.

Un sentido aparente al cansancio

y a su vez la soledad de huesos

que me acompañan desde el mismo nacimiento

y aquí

entre tintas

me voy dejando la vida y el disimulo

la sopa y la ciencia

la mierda y el sol.



Siento aunque no tenga sentido

Siento aunque no tenga sentido,

En medio de un sin fin de otros cuidados,

Abrazan la vanguardia vengadora

La que vindica vindicando, no la que habla

Azucena.


Siento aunque no tenga sentido,

En medio de un sin fin de otros cuidados,

Vuelven aguerridos los juglares

Le cantan al hombre en mil invade

Te amo… tantas veces.


Siento aunque no tenga sentido,

En medio de un sin fin de otros cuidados,

Que tal vez tenga amor propio lo perdido

Si es perdido por mi, hallado ajeno

Y ha sido, eso mismo, siempre dueño de lo desconocido.





El mediero confluencia

Cagador,

peligroso,

impío,

evangelizador de la protesta.


Hijo silencioso,

miras hacia otro lado,

a ti te hablo: juzgador.

¿Por qué no vuelves a la casa?

Silenciador.


Hambre,

golpe,

salto,

silban las calles tu coro mortuorio,

se hace de espinas libres el camino,


Ermita

¿Qué te repites en ti?

El mismo ningún problema de tus cosas

alumbrado sin querosén.

La misma bifurcación del camino:

el mediero confluencia.






jueves, 9 de octubre de 2008

Personalidades

Algunas veces uno es una persona distinta dependiendo de la otra persona o el lugar adonde uno va.


El problema es que, por las noches, todas las voces de los que somos vienen a exigir su legitimidad. Vienen a exigir su protagonismo.


En ese momento es que uno tiene que decidir cuál de todas esas voces, de todas esas personalidades, ES.

Ojos negros

Ojos negros, implorantes
que te miran con temor
y que buscan con angustia
una migaja de amor.


Ojos negros implorantes
que te miran con temor
porque al verte les recuerdan
la imagen del explotador.


Ojos negros, implorantes
que te miran con temor
no olvides que está en tus manos
brindarles un mundo mejor.

Merio y Leida

Sabíale al mando, un ritmo sol cielo
Sabíale al mando, un don tu pañuelo
Sabíale al mando, tu seno cien celos
Sabíale al mando, un grito en el cielo


Eradio de Santa
Como le pianta al loco
Te iba nando hacia lado
Te iba ilendo hacia ledo
Se tiraba


En medio di uvita
El torno satal a tu lado
Amerita canto Claudio
Lleva por trinchera un nombre
Se muere canto
Alexionate tonto

Calles polvorientas

Calles polvorientas,
casa de adobe y cañas,
el agua cantando en las acequias,
el sol jugando entre las hojas de los árboles,
la siesta de risas y juegos
pelotas y bicicletas,
una fragancia a jazmines
anunciando el amanecer.


Los susurros de las vecinas
en las puertas de las casas
y un anochecer tranquilo
iluminado por luciérnagas.


Barrio de mi infancia
de aromas y de recuerdos
de noches y serenatas
que inundan mi corazón
de una dulce nostalgia.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Tal vez era eso

Se llamaba silbato

Su sonar retumbaba en la región

Era una advertencia

O una sanción.


Allí se jactaba el alma de haber llegado

Regocijada

Caminaba

Las sombras que llevaban su nombre

Que esquivaban espanto

Tal vez

Las sombras que eran sus viejos santos.


De a uno rezaba, sin saber que rezaba,

repetía una idea una y mil veces más

y veía la luz aparecer y luego irse.

Se había acostumbrado al retorno

Siempre atento a la buena nueva

Descansaba el salto.







Jocolí

Llamado de guerra primero, jocolí, recordado juglar. Se movía a diestra y siniestra tu viejo adagio. Era de esperarse, una tarde, tan teñida de olvido, que renacieras de la tierra y buscaras justicia por la voz de tus hijos. Todos gritaron, al unísono, “tierra y libertad”. Todos gritaron tu nombre en llamas y revolvieron la suerte campesina. Se había hecho la noche y había parido el día.

Se juntaron, muy lentamente, todos los interesados en reconocer la Tierra. Había escultores, párrocos, hombres de palabra, emisarios, elementos menores, curas y solsticios. Todos allí, buscando una palabra que tuviera un sentido comunal, colectivo, de diálogo. Se organizaron, muy lentamente, aprendiendo el abc de la concurrencia.

Una vez comenzado el baile, se fue haciendo de tierra cada una de las calles. Entre las acequias y zanjones, se levantaban las casas de adobe que serían el refugio original. En esa tierra echa casa, se escribía sobre tenue luz. El recuerdo volvía a hacerse presente en aquella lejanía. Cruzando el zanjón, de aquel lado, estaba todo mucho más claro. Había comenzado una nueva carrera contra la muerte… más bien contra el sufrimiento.






El que barruntaba los espacios

El que barruntaba los espacios, se movía como un cuerpo extraño, era Agamenón. Él se había apoderado de una parte alejada del cielo, un umbral arrepentido de vivir el mundo del universo. Trataba, no sin problemas, de recordarse cuando era niño y no todo le era extraño. Trataba de recuperar esa necesidad de juego y esa pasión al hacerlo.

Se había hecho grande a fuerza de golpes. Agamenón, hijo primero de un viento y una sombra, conocía los dichos de la Escuela de la Memoria y de la segunda edición del viejo centauro. Habitaba los mares, también los cielos: habitaba la jungla de plata. Allí vivía, recogido, al silencio, a la espera.

Todos sus amigos eran ángeles o estrellas. Allí hablaba, miraba, vivía, Agamenón. De las charlas se desprendía que no todo era energía en movimiento pero que la energía se estaba moviendo. De eso mismo se servía para luego explicarse los viajes y los monumentos que había conocido. Le ayudaba a andar la noche y silbar los días. Todo se movía a partir de él, por él, y a pesar de él. Claro, queremos decir que él era energía y todo lo demás también.






miércoles, 10 de septiembre de 2008

En un mundo en donde Dios se convirtió en dioses

En un mundo donde Dios se convirtió en dioses, sus habitantes se volvieron seres de conflicto.
Este mundo se llamaba “Gea” y tenía una ubicación de diecisiete melodrámicos y siete drámicos. En sus movimientos habituales se encontraba:


el cilitero - o movimiento de caída y regreso


el celedó – o movimiento de golpe


y traslación – o movimiento de círculo perfecto


La galaxia en donde estaba Gea se situaba en 13 melodrámicos de Sel. Esta galaxia soportaba los vientos cálidos de Sesión y Nimba en diecisiete épocas glaciares distintas.


8
Elas
Adam
Seria
Elimea
Ox
Niveles de
Concordancia
0
1
2
3
4
5
6
9
10
11
12
13
14
15
16
7

(Falta la gráfica. Mejoraremos para la próxima)

Tierra de Zonda

Hace unos días que no escribo, o eso me parece. En realidad, escribí hace dos días atrás… o tal vez ayer. Lo cierto es que esta inquietud me ha distraído. Sí, también el viento zonda… un viento caliente.


Pensaba que tal vez podía dedicarme a escribir sobre soles. Pero no recuerdo el segundo sol que me trajo hasta aquí ni al primero inmencionable. Podría hacer un esfuerzo, o sólo volar, llegar a ese segundo sol y arrancarle una justificación. Que me explique por qué a mí, entre tantos hijos de luna, por qué a mí. Y él tal vez diría el bendito ¿y por qué no?, a lo que uno se queda pasmado… porque, algunas veces, uno piensa que ni uno es lo que es. Digamos, uno piensa que es más (más alto) o menos (más bajo) del justo medio de lo que es. Entonces, cuando uno se piensa cosas que no es, resulta incomprensible todo lo que pasa.


Y allí me había alojado, en plena añoranza de lo que era y no era. Tan cansado me había tenido el día. Tan furibundo el viento. Mis ojos, mi garganta, mi espalda, nada estaba en su lugar. ¿Cómo se escribe con tanta molestia? ¿Cómo se hace la paz con la revolución en la boca, día y noche? Pensaba aquello que era impensable sólo para ser sancionado, sólo para ser distinto, sólo para ser diferente, sólo para buscar la particularidad… bueno, sólo para ser querido. En el fondo, sólo escribía como para no morir de aburrimiento… ¿qué mas hay para hacer? Si alguien me muestra un camino sano, por allá iré. Por el momento, sólo cemento y tierra me rodea… tierra de zonda.

viernes, 5 de septiembre de 2008

El regreso de la intuición


Se había recuperado la señal. Seguía a la altura de las mentes esa conexión. Las palabras no eran necesarias.




Había una vida silenciosa, una vida que era de otra dimensión pero que se vivía acá mismo. Viajaban los pensamientos y uno podía captarlos en el aire. Pensamientos del padre, del hermano, del niño, de la tía. Pensamientos de amigos y amigas. Todo podía ser leído en ese cielo desnudo. ¿Quién podría simular ante tamaña manifestación? El ingreso a la base de datos universal. Todo un universal.




Se había distorsionado la lente. Se veía a gatas. Se volvía en sí la mente. Todo se curaba con la intensión, con la voluntad, con el olvido. Se curaba con la certeza de la desnudez universal. Así termina.






Maldito confiado del mundo

Maldito confiado del mundo
Te da todo el tiempo hasta que los corazones se abren
Tiene la vida eterna para mirar tus enaguas
Sabe conocer la paciencia
Se hace digno al ser


Maldito confiado del mundo
Que te ríes a carcajadas cuando ves a la gente correr
Como si fuera necesario, como si fuera condición
Como si no supieran que nadie puede huir de sí
Y siguen corriendo… desesperados.


Maldito confiado del mundo
Que te sientas frente al papel
Que se burla de tu tinta vieja
Que sabe de antemano que ganó la pulseada
Que eres dependiente.


Maldito confiado del mundo
Que te enamoras aún de lo sin nombre
Que has caminado los surcos y los ríos
Que te confías, malamente, de todo lo dicho
Que la fe te ha abierto una herida que mira al Universo.

martes, 12 de agosto de 2008

a los pies de la goleada

el versículo había comenzado al revés
y las hojas/se paseaban desnudas por la plaza
la palabra paz se escribía Millán/
los ornamentos de las capillas eran blancos
el ruiseñor, ese pastor santo, coloreaba la zona



el cielo había empezado al revés
los comienzos/eran de esperarse
en los finales/las canciones de cuna
adornaban tu sueño/se movía conciente
tu siempre madre/se hacía tibieza la razón
y pureza el canto primal.



el ventrílocuo del sol te amaba los pies
se hacía esperar/el tiempo primero,
tiempo amarillo fatal y celestino
se fue caminando tu pureza/doce veces
cien.



el ídolo de la calzada/esperador de sementales
acuñó el nombre zatanalio para usarlo en las bodas
y recogió por eso tempestades/señaló la cuadra siguiente
en donde había arcos y/buzos tirados
a los pies de la goleada.







Ale male salasea

Que tambor me acompaña
Viejo chañar, corazón latino
Qué vida te encanta en tu ser sé
Qué soberbia te abandona
a tu bondad


Cómo lo primal se hace desierto
Y distancia mi corazón
Que quiere estar un poco en cada tierra
Protegiendo al hijo cansado
Hija paridora canción
Sementales del nuevo mundo


Una pasión que se repite por tus venas
En un barrizal de ríos
Como en viejas lagunas
Y recuerdos canoas
Saliman se va la cerrasuela
Merinidasol sil sekutan
Emeriolka salesol
Emerioka salesol
Ale male salasea

El canto plural

Ermita del recuerdo
Salta la cerca cerrada
Pintada de verdes prados
Y adivina el porqué naciste
Y quién consoló tu llanto
Y no te vuelvas olvido
Sin cansancio.



Estipula el dos por dos
Que era el juicio sano
Y súmate al sin fin de voces
A los escapularios
Las cartesianas
Los sarcófagos
El canto plural.
No te olvides de visitar recuerdo.



Sube al séptimo piso
Agradécele al padre la pasantía
Averigua si aún es hora de retornos
Acaricia al santo sepulcro
Evade un rinoceronte blanco
Purifica tu beso



Después del ejercicio
Saluda a tu madre tierra que te extraña
Santifica las nubes blancas que indican cielo
Sacúdete la naturaleza y el sueño
Adivina tu próximo canto
Suelta el grito popular: trabajo sano.






El inventario

Recordaba las cosas como si fueran un inventario…
Recordaba las noches solas
Las acompañadas
Las verdaderas
Las corredoras
Las ebrias
Las sobrias



Recordaba las nociones como si fueran un inventario…
Recordaba las noches solas
Las acompañadas
Las verdaderas
Las corredoras
Las ebrias
Las sobrias



Recordaba las viejas peleas como si fueran un inventario…
Recordaba las noches solas
Las acompañadas
Las verdaderas
Las corredoras
Las ebrias
Las sobrias



Recordaba a la vida como si fuera un inventario de noches.




¿hacia dónde te diriges?

Tu sentir se movía de lado
Sabíamos que nos buscabas
Y te sacudías de la molestia
Y acallabas las sonrisas bajo la manta del olvido
Y se te acumulaba la ansiedad
Y fluías la metafísica de las cosas



El viento mayor, viento santo, dijo lo suyo:
Se acercó el momento de definición
Toma lo que te corresponde y responde a las preguntas que te atormentan…
¿quién te envía?
¿hacia dónde te diriges?
¿qué corazón te acompañará en estos finales ciertos?





El viento fue una sombra

El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
Olvido vino una noche
Enamoró a nuestra mujer de otro hombre
Dijo que las cosas que estaban sobre la mesa ya no eran nuestras
Y se las llevó



El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
E hizo que todos veneráramos su nombre
Y se escribió sobre una tinta indeleble su visión
Y conoció las formas que tiene su misma esencia
Y se miró en un espejo sin fondo
Y se buscó en ríos secos
Y salió de lutos por vivir las muertes de todos cada día
Y de negro silbó la última curda
Y se sentó a esperar a su niña
Niña que era sus ojos pardos
Niña que era su razón de existir
Niña que era su sinrazón
Niña que vivía desde siempre en su cama.



Una belleza nueva apareció la tarde
Y lo hizo otear el crepuscular comienzo
Horizonte profano y verde cubría lo todo
Horizonte madre llamaba a sus hijos
Y en brazos de alguien más nosotros llegábamos.









Horizonte profano y verde cubría lo todo

El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
Olvido vino una noche
Enamoró a nuestra mujer de otro hombre
Dijo que las cosas que estaban sobre la mesa ya no eran nuestras
Y se las llevó



El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
E hizo que todos veneráramos su nombre
Y se escribió sobre una tinta indeleble su visión
Y conoció las formas que tiene su misma esencia
Y se miró en un espejo sin fondo
Y se buscó en ríos secos
Y salió de lutos por vivir las muertes de todos cada día
Y de negro silbó la última curda
Y se sentó a esperar a su niña
Niña que era sus ojos pardos
Niña que era su razón de existir
Niña que era su sinrazón
Niña que vivía desde siempre en su cama.



Una belleza nueva apareció la tarde
Y lo hizo otear el crepuscular comienzo
Horizonte profano y verde cubría lo todo
Horizonte madre llamaba a sus hijos
Y en brazos de alguien más nosotros llegábamos.







Infinito

Acaso los amaneceres fueron tantos
Tantos soles de soles de abril
Tanto camino en las rutas
Tanto vaivén en el andar
Tanto talón y punta


Se sentó a mirar la ruta andada
Y se prendió el último intento
Y se fumó hasta la colilla que le regalaba el olvido



Y la rubia se le apareció por morocha
Y volvía a prometerle amor eterno
Y se volvía a escribir la historia en sus ojos
Y-tan mala costumbre- coronó el amor
Con olvido



Se veía niño en el camino
De la mano de su padre
Y un verde fuerte al costado de la ruta
Y él tan chiquito
Y aquel hombre tan grande
Y un camino extenso frente a sus ojos
Infinito







La poesía más larga del mundo

El comienzo

Eran millones de animales de nombres silencios
Y eran seres ambulantes y seres quietos
Y se fueron reproduciendo y mezclando las cazas
Y caminaron el mundo que en ese momento eran millones de mundos
Y fueron diferencias y aprendizajes enfrentados que generaron división
Eran millones de animales de nombres silencios


Sus ojos eran carmín
Su mirada violeta
Sol su necesidad
La primera mujer que parió el mundo tierra
Enorme amor, enorme
Y todo lo que hemos visto y lo que no, nació ese momento.
Y se cruzó la razón y la intuición
Y se comenzó a buscar al culpable
Y se le dio muchos nombres diferentes
Y, al final, se le llamó creador
Pero el nombre lo complicó todo
Porque dejó afuera a millones de otros nombres
Y se generó una gran guerra que duró 16.000 años
Hasta que todos los nombres pudieron ser creadores
Y se vivió en paz.


La muerte

Los seres vivos se preguntaban por la muerte
Porque no había materia que resistiera para siempre
Y las cosas duraban un tiempo y luego se iban
Y era efímera la vida pensada así
Y, también, era un poquito de muerte lo que transcurría entre día y día
Pero todo continuaba… todo era continuo en esa lugar
Y esa continuidad comenzó a dar una pauta
Que no había vida ni muerte, sólo existencia
Y todo se mantenía en constante existencia…
Nada era vida y nada era muerte. El lugar era uno.


El nacimiento

Escuché que todos habían nacido
Sin nombres propios
Se llaman así
“tú”, “el eterno”,
Se señalaban y se indicaban
Y eran una sola cosa, una comunidad,
Y fueron miles de años de esa práctica
Pero luego de un tiempo
Los planetas comenzaron a cruzarse
Y los satélites empezaron a sonreír y maldecir
Y cayeron rayos y los animales se asustaron
Y ese temor se convirtió en desconfianza y odio
Y así fue que muchos planetas se olvidaron del resto de los planetas
Y entonces perdieron el rumbo universal
Y se supusieron solos en el espacio
Y sufrieron esa ignorancia
Y así se dio uno de los últimos nacimientos del planeta tierra
Nacimiento que está por finalizar
O mejor: reestructurarse en un nuevo nacimiento crepuscular.


La soledad

Una vez el viento se llevó todas las almas
Y dejó seco al paisaje
Rememoró dos veces su nombre
Dijo que no había sangre sin nombre
Dijo que todo lo nombrable era su nombre.


Una vez el viento se llevó todas las almas
Y dejó seco al paisaje
E hizo recordar a cada uno sobre la importancia de su corazón
Y los llevó de viaje por lugares exóticos
Y puso a los hombres y las mujeres en lugares comunes
Pero sin su alma
Pero sin su corazón.


Todo lo blanco parlante se hizo trizas
Se volvió seca la ciudad
No hizo falta recordar los tiempos de juicios
Los hombres, las mujeres, las cosas sin corazón entendieron la situación:
La soledad es vivir sin corazón.


El dolor


Un capricho fatal caminaba la cordillera
y se agolpaba en el estómago más al sur de ese mundo.
Y una suerte de ser o no ser sudaka
Un aire soberbio propio del viejo continente
Una variedad variada de tanto andar
Vivía esa realidad.


Eran años de no tener…
Eran años de ‘para otros’…
Eran las mismas montañas, los mismos olivos, el mismo paisajeparaíso
Y un dolor, por eso de reconocerse a medias,
habitaba las almas de estos corazones.
Y se fue extendiendo sólo para ser comprendido
Hasta elecciones de dolores se hicieron en ese paraje.
Y se preguntaron las causas… mil veces
Se repasaron lo errores… mil veces
Se volvieron a medias las verdades
Y se discutieron pareceres…
Y se coincidió que el dolor era necesario…
Y que el sufrimiento podía esperar…
Pero que aprender era necesario…
Y que el amor nunca puede esperar...


El amor

Se había sembrado un pánico atroz.
Pero todo lo demás estaba pasando
Por alto las canciones de amor
De viejos poetas
De viejas escuelas
De prados verdes.


Se había sembrado un pánico atroz.
Todo esta prohibido o por prohibirse
Y tiritaba el mundo y sus componentes ante tamaña violencia
Pero el soplido seguía
Recordando los amores pasados y por venir
Y trabajando las almas en sus detalles
Y afinando la caricia final, caricia de tempestad;
Y todo hombre de bien se pronunció
Y toda mujer santa dio opinión
Y se resolvió que sólo el amor existiera
Y que el resto fuera acompañante
Y que tus ojos dijeran tu ser.


El ser

La variedad palpable había ocupado el alma
Y se movía, contenta, por aquel lugar.
Todas las intuiciones se agolparon para ver ese movimiento nuevo,
Que revoloteaba el alma,
Que vislumbraba la luna,
Que recordaba épocas sin tiempo,
Que nadaba en el agua espacio.


La variedad palpable había ocupado el alma
Y se movía, contenta, por aquel lugar.
Todas las intuiciones se agolparon para ver ese movimiento nuevo,
Todas las intuiciones se agolparon para ver al ser.


Las intuiciones

¡Que nadie se mueva!
¡Allí viene un burócrata a etiquetar todos nuestros movimientos!
¡Nada para él!
Que es nuestra hora primera…
La hora de la libre libertad…
La hora del corazón colectivo…
¡Nada para el controlador!


Obras cantar en el bajo fondo
Se mueve tanta intuición de esas que fundan
Si… al final, también en palabras vino la muerte y el pecado…
Pero otra cosa fue la intuición
Madre que nos salva de caer al zanjón
Abandonar la bicicleta a tiempo…
Saltar la acequia justo antes de pisarnos el cordón.
Intuición.


Un lugar de verdad, ciudad oculta, pasión
Sopla sobre el vestido el viento de adentro
Se fue sola caminando, hizo trizas sus ser, se dividió en tres


Cayó la guarida en donde habitaba tu alma
Se hizo pedazos tu cine y tu pared
Se volvió redentora la palabra del ciempiés
Se escribió sobre tinta y bajo papel.


El servidor

Estaba todo dispuesto para el rey
Y se vio repleto el reino de su aliento
Todos respirábamos por su culpa
Todos éramos su colección


Y se vio iluminada la ciudad feudal
Con la llegada de un guardia del cielo
Y redentor del fuego
Un hombre santo de ojos mar
Toda la circunstancia era su explicación
Veía lo que decían sus cientos
Soplaba fuerte su corazón
Se movía altiva la tierra que pisaba.


Y el pueblo todo lo llamo redentor
Y servidor de servidores
Y primer cazador del corazón colectivo
Y servidor nativo.


La esquela se cerraba en la cara del festejo del reino
El almanaque marcaba la hora y el número de los cielos seis
Y un corredor de bolsa se apresuraba a ver la onceaba carrera
Los niños corrían para llegar a la escuela
La madre del santo grial se arreglaba frente al espejo
Y la esquela se cerraba en la cara del festejo del reino
En donde el servidor tomaba su lugar y ofrecía su sangre
como nuevo amuleto.

Mantas

Ildefonso me dijo una vez
Que todo lo que nos cubría era abrigo
Pero también cortezas
Y a veces, contra el frío,
Nada mejor que un sacarse capas
Liberar capas



¿Usted no es poesía?
¿Cuántas canciones no escuchó?
Véase desnudo… no sea sonso
Descubra que en cada detalle está dios
En cada medida el sol
En casa suspiro un hombre y una mujer
En cada momento un presente arrasador.
Vive una libertad superadora



¿Acaso te toca a ti, ser iluminado, ser otro más?
¿Con quién tienes verdaderos compromisos?
No te engañes si es que no te encuentras
Tal vez, en vez de ayudar, confundas
Refúgiate en la lectura de tu andar
Está en la letra
En los ojos de ella
En ese número de teléfono
Que marca al cielo domicilio
Siempre atento… sin desviar el camino.








Negocio

Usted sería el pintor de aquello
Un detallista soplando al viento
Decorador del arte por dentro
Sangre y corazón



Buscamos el sentido de la libertad
En la palabra sacerdote negro
Y aparece la variedad de alguna medida
Que no recordamos en su justa ella



Sólo atina el trago de los recuerdos
Que te hacen la ella enamorada
Esa que siempre te roba el sueño
Te saca de ti y te entrega
Un pañuelo ponedor de ofertas
En tu frente azul



Dame la parte de ganancia que no me corresponde
La pondré bajo mi almohada hasta que el ratón Pérez se la lleve
Y entonces lloraré mi estupidez
Y protestaré por lo poco
Cuando, en realidad, sabemos lo mucho





Por mis venas va

un recuerdo celular
números de épocas mozas
hermosas sensaciones tú
sensación de poesía
alerta a las madrugadas
frías y esquivas miradas
claras tus formas
de todo o nada
me importa el sol

Presente yugular

Es como decir
Nosotros nos damos una forma
Pero la forma cambia
Y nosotros con ella
Y eterno esperar
Como el amo que se transforma en esclavo
Y lo sabe
Y no puede sino contemplar la situación
De lo que le espera mañana
Una nueva mirada de su todo
Para un eterno respirar del pasado
Que en memoria
Es presente
Presente yugular



Es como decir
Nosotros nos damos una forma
Pero la forma cambia
Y nosotros con ella





¿Qué hijo de putas vendrá a poner la vida en su lugar?

Tranquilo
¿Cuál es tu apuro?
Las cosas llegan en su justo momento
Jamás antes
Nunca después.



El arte presente,
Un suspiro ancestral,
Un momento de tu vanguardia acallada,
Un antes de silencio puro la nada.



¡Oblígame a conocer tu nombre!
Nada pierdo en ese camino de descubrimientos
De aprendizaje sangre crepuscular
De lunas con obsesiones de ayer
De eso tan tuyo como los besos
De lo mío al margen de las cosas ciertas



¿Qué hijo de putas vendrá a poner la vida en su lugar?
¿Quién sabrá el segundo nombre del profeta?



¿Cómo conocer la justa pregunta que te desnuda?
¿Qué paraíso oculta este infierno?





quise

quise escribir
una palabra
que fuera representación
de lo que el cielo me dicta
y escribí amor
alejado del mar
amor paria
para luego escribirte
en un tan cerca y tan lejos
para que todo concuerde en tu boca
y los gestos dejen de ser amagues
de lo que nos supera por cierto
y nos enamora por entendimiento.

Unilateralidades

Criticas lo que eres
Te ves



Criticas tus manifestaciones
Allí estás
Durmiendo en la casa del padre



Criticas tus bondades
No las ves
Y la supones ciertas en otro lugar



Criticas tu ojo redentor
Ojo asalariado
Ojo profeta primero



Criticas un trabajo hecho
Una labor de comandancias
Un concilio fundador



Criticas los que eres
En alguna medida
En alguna parte de ti
está tu crítica.





Viernes

Cruzando el mar
Venía volando la golondrina
Venía mirando la muerte de lado
Venía de abril



Se hizo añicos el sueño
Y despertó madre la ciudad
Se desperezó de su olvido
Trajo memoria a su hijo
Lo puso frente a su futuro mil veces
Lo llevó de frente a su voluntad
Lo tapó de memoria ancestral
Y le prometió su nuevo nombre: campo grande.







Vulvo al amor

Vuelvo al amor porque de lo demás está plagado
Plagado de autos
Trenes
Platos
Panes
Sartenes
Mesas
Cacerolas
Teléfonos
Mercancías


Por eso
Por ser común
Busco un lugar común
Y te amo a escondidas del mundo
Y te amo a los gritos del olvido
Y te amo tan profundamente
Que no hay cacerola lo suficientemente profunda
Para hacer de recipiente de tanto caldo amor.

Y la televisión y los diarios decían tu nombre

Era de noche
Se caía el cielo


Era de noche
Y se caía el cielo
Y todo profeta era olvidado
Como le pasaba a toda vanguardia
Y se especulaban las cosas serias
Y se sentían las cosas verdaderas
Y por los diarios y la televisión
Se agitaba el silencio.


Era de noche
Y se caía la soledad
Y toda manta cubría el cielo
Y todo cielo era profeta
Y las cosas serias especulaban
Y las cosas verdaderas se sentían
Y la televisión y los diarios
Decían tu nombre.

sábado, 9 de agosto de 2008

Una noche fuera de la noche

Una poesía fuera de sí
Un contar con frases cortas
Tú, la más aurora, me cantas al oído
Tú, la disimulada, haces de naranjas la mañana
Tú te recibes



El jengibre
El aceite
La salsa
Se detallan en la mesa
Se hace presente su presencia
Son



Cuando todo cae del mantel
Y se hace espalda mis ojos
Y nada más pasa sino tus manos
La tormenta, esa que escuchas,
Al tocar tocando lo profundo,
Se desenvuelve, te enreda, te inunda
No puedes sino pensar en la próxima mirada al techo
Cuando todo esté sobre tu cuerpo
Como un manantial azul, una alborada
Como si, desnuda, tomaras el sol en botellas de olvido
Para luego recordarme, durmiendo en tu espalda, acariciando la nada…
Soliviantándote.




domingo, 6 de julio de 2008

Blue Note en vivo Sábado 12/07








¿Seria?

¿Cómo sería pensar la poesía?
¿Sería?
Según yo, tú
Sin duda mi fin en todo esto
Lo más alto que es un banco de plaza
O una espera
Y un cigarrillo eterno que no echa humo
Y, al final de cuentas, nunca cierran en vos;
Más bien un esbozo.

San Caminate

Estás tan al norte de mí
Tan allá, tan Acapulco…
Estás tan distante y tan cruzado en mi ser
Tan completo



Y además recuerdo las veces que nos caminamos
Y hablábamos de posibilidades de gobierno
Tan revolución es mi recuerdo
Tan fuerte mi convicción de haberte compartido
¿Te recuerdas el monte?
¿Te recuerdas el cielo de Morelos?


Éramos caminantes y errantes
Sólo luz mexicana que ni México era
San Caminate, un santo de bello semblante
Todo nuestro norte amado.







Me encanta la forma en que vos y tus caprichos van de la mano

Me encanta la forma de tu vos,
vos toda.
Me encanta la forma en que tu vos
y todos tus caprichos
van de la mano.
Me gusta escucharte nada…
Aunque sea soplar los temas…
Tocarlos de lado…



Me gusta esperar que vengas,
y que me llames por mi nombre,
y que te enamores de mis formas de mirarte.



Me parece ser fatal la manera de equivocarte.
Me alienta volverme tan tuyo.



Prefiero confundirme con vos,
antes que sucumbir con las otras vos.



Me fascina la manera en que me haces ver.
Y cómo me llevas a otro lugar con tu simple sonrisa.



Todos tus ojos pertenecen a ese mundo tan bipolar,
tan aquí y allí,
tan ahora…



Todo tu futuro es a mi lado,
tan multiplan,
tan ni siquiera;
tan sol.






Junto al tuyo María

Pero ya no duele
El no tenerte ni cerca
Ni mostrarte el camino que ya recorres
Y mirarte desde la puerta y sonreírte



Saludarte como la primera vez
Esa vieja sonrisa a sal
Es tu regreso una alegría para mí
¡Y que te quedes! Yo quiero
Para el siempre que vive conmigo



Dale mis buenas nuevas
Al cielo
Recuérdale que yo lo parí
En el rojo andar de tu sangre
Me hice haciendo silencio
Me fui de todo lo mío
Me fui de mí
Y hoy te veo apoyada en la puerta
Volviendo de los cielos, bajando con el cielo,
Con la mirada puesta en mi barba
Con la pregunta en la lengua… alcanzo a verla:
¿y esa barba?
Los años y los tiempos me hicieron barba
Y me dieron una especie de suerte bendita
Como una mochila de mil kilos
Que se lleva y se descarga en los lugares de trabajo
Y sí, también llevan tu nombre
Y lo publican en las estrellas
Junto al tuyo… María










Algo sabor muerte

Quería esquivar el tema
Porque, al fin de cuentas,
¿Quién quiere saber lo obvio o lo inevitable?



No me llores entonces
Porque ya me he ido tantas veces
Que hoy sólo es una vez más…



Y luego todo el sentido
Que se pierde en ese lugar
Y se convierte en luz el fondo
Y todo parece renacer… como un silencio
Y al fin sólo con el dios de todas



Nada me engulle con tanta convicción
Nada cierra etapas como los ojos hacia adentro
Como una práctica del sueño
Para siempre.
Responde a ese silencio
Dile las melodías o los rencores
O las dos cosas
Y luego te me peinas presentable
Que un universo prepara
Con tu conciencia
Tu regreso.







Algunas frases más

Una organización desea que sus certezas se institucionalicen.


Los ángeles han nacido madres, los ríos Nilos, los frutos secos, los hombres dioses, las niñas siervos. La necesidad del número 7 es la clara evidencia de lo que sucederá. 7 profético.



Cuando el campo habla con zeta nace la confianza.



Jamás el cielo me supo tanto a paraíso.



Sí, es cierto, el sol sale de noche (hasta que ya no)



Un vindicador es una alerta.



La poesía es variedad de ti.



Un ignorante sólo puede jactarse de su alto nivel de conciencia.



Un perdedor supone la negación de una época.



Una victoria es la situación de simulación a partir de la cual el hombre y la mujer generan movimiento.



Una necesidad es la proliferación del instinto tripa.



La muerte, como suceso, es una bendición.








viernes, 27 de junio de 2008

Extrañas lejanías

Una noche más larga

Que mil días largos

Extrañé

A una mujer más linda

Que mil mujeres lindas

No se extraña lo que no está

Sino lo que no puede estar

No se extraña lo que no se toca

Sino lo que no se puede tocar

No se extraña lo que se quiere

Más

Que lo que ya no puede quererse más

sábado, 21 de junio de 2008

Una visión de enmienda

Abrase visto,
un zumbido que no,
un murmullo que sí,
una visión de enmienda.


El veleidor,
que se había ganado la furia,
y se estaba,
y aburría,
y volvía en sí.


Cuando todo fue orgullo,
y la brújula menor era de cuarta,
y el cemento se volvía gris,
y todo canto se soldaba al alma.


Tan verde su destino,
tan pobre su maldad,
tan no sé qué te pasa,
ni horas te apuran,
ni siquiera se arma,
y todo lo olvido era cierto.


Pero el hombrito era amigo,
la salud se había derretido,
la cara se volvía frente,
toda tu alma se enhebró en su ambiente.


Nada se estiraba en su silencio,
sombra coyuntural de algarabía,
pájaro hablador de tu sangría
como perro.

Un cuadro

Las bellas artes
Las que vienen de a dos
Se hacían el amor frente a una alcantarilla



Un canillita
Con cara de aburrido
Vendía el último Los Andes
Escupía al suelo
Y era feliz.



Otra bicicleta en la calle
Pelo largo y barba
Podría ser una bicicleta blanca
Podría ser el regreso
Un hombre al sol.


Una bailarina del 12 miraba la vereda
En un segundo piso vivía su amor
Ella vivía allí mismo
Una bailarina del 12 miraba la vereda.





Tomar esa conciencia...


O valorar la suerte de las cosas…


Tú me hablaste de los chichones del corazón
Y de esas partes inciertas
También de la cara del cielo que no vemos…


Me hablaste del carnal y las rosas
Y los pueblos que son esperanza
Me dijiste que la espalda del sol es la luna
Una semilla se posó en tu boca y creció palabra
Se distrajo el cielo artesano creador de estalactitas
debajo de Dios


Hubo un tiempo en que fue misa la única forma
Y hoy tenemos cielos en cada casa y en cada calle
Y, por qué no, en cada puta sinceridad, puta al fin

Sutilizando la energía que viene de Saturno

En una noche


Por opción
Por pedido
Por necesidad
Nos reunimos ante una energía potente
Que venía desde saturno
Y allí estuvimos
Hombres y mujeres
Soportando y sutilizando
La energía potente
Empujaba nuestro abdomen
Y quería liberarse
Y nosotros que sabíamos
Que sería nuestro fin
Si ella no era amenizada
Y seguimos allí
Sosteniendo el intento

Son-bríos

Estaba el vientre y la vida.
Todo empezaba más vida.
Estaba armor y flaudes,
meridianal y subrepticia;
estaba sangre a la vista,
elena y roa.
Estaba saliente dominical
herman y dobla.
Estaba niña mala y doble de acción
singfred de adove
linsay canción.





Sables

Esta historia comenzaba en los orientes
Lugares más primeros
O por lo menos más populares primeros.



Se había armado la ronda
Y de a dos golpeando venían los luchadores
Y enfrentamientos que no debían realizarse
Se hicieron evidentes
Y mostraron dientes y cuchillos afilados
Y se batieron a duelo.



Las muchedumbres se agolpaban
Se juntaban, se empujaban; era fervor
Y los gritos
Y los brazos al cielo
Y ese anochecer
Y el cansancio
Y los sables brillando
Fundidos al cielo azul
Y el primer encuentro, metal y metal…



Y se extendió por la noche y durante mil años
La pelea del profeta primero, la salida,
Y el sabedor de todas las culturas, un gurú,
Y el silencio paridor de todo sentenció el final de la historia:
Un gurú muerto.

Que nos mirábamos

Variedad de ti
Una vez más escribiendo
En el centro de las cosas
Y en los márgenes



Usando las palabras viejas
Por temor al segundo solsticio
O a ese amor encubierto
O a la noche que se acerca…



Eras y sigues siendo la belleza
Y yo te decía que en tus ojos y en los míos
Que nuestro reflejo
Que confundía al yo exótico
Y andaba las sombras tuyas
Como un perro de nadie
Que deseaba ser acariciado por tu mano
Y al fin un soplido fatal
O, tal vez, una caricia
O el detalle de tu perfume



Eras y sigues siendo la belleza
Y yo te decía que no existían tus ojos y los míos…
Que nos mirábamos.





Las palabras de asesíname

Una vez
Una introducción a tu sombra amor
Se volvió azulejos
Sagrados silencios
Asesinatos sin resolver.



Pero la suerte que es mía
O que a veces duerme en mi cama
Se volvió la jueza de mis actos
Y me aclaró lo que era /y había sido/
Y se rió de mi ingenuidad
Y mando mensajes que no eran míos
Pero eran propios
Y soplaban por los vientos
Y se alojaban en las mentes
Y querían definir aquello que pasaba
Y se daban coraje al grito fatal de:
¡mírame a los ojos!
¡Acaricia mi cara!



¡¿No ves las cosas que necesito de vos?!

¿Esto es?

La variedad de eso que se ha sido,
la muestra gris del cielo,
el arte simulado profano,
la ciencia en mil que habita mi ano,
la cara de todas las cosas lunares,
el viento que somos.


Tu simiente o tu vientre,
tu color azul o tu vino rancio,
tu mirada esquiva y amor,
el veleidor.


La marea que suele acompañarte,
se te parece azul en su silencio,
si te muestra que todo ha sido cierto,
y que el niño menor es hijo nuestro,
no se escapa del sol el pensamiento.


Sobre cada soplido amarillo,
sobre el arte menor, arte profano,
sobre los cielos que no se han amortizado,
sobre tu todo.


La similitud y la sensación


Una vez el niño azul había vuelto,
una vez el niño Marte era dueño,
una vez los elementos artísticos se hicieron agua,
una noche se volvió gris,
un artista se rajó la cara.

El sostén del sol

No podría no verte.
No logro entender las voces que no son tuyas.
Me confunde la variedad de ti.


El profundo deseo de escucharte,
entre el tumulto,
la variación,
el desenfreno,
la cólera,
el olvido.


El sostén del Sol /ese silencio/
la marcha
el pequeño
la banda en quietud.
Ese sacrosanto militar de dos en dos verdades.


La mar
La marioneta
La marquesa
La marsellesa
El velo dormido


Dulce

A mí siempre me vino en gracia lo salado
Pero con el tiempo
Y el aburrimiento de la rutina
Me puse dulce.



Y a la factura con dulce de leche
Los alfajores Gigantes
Y las cuestioncitas con coco
Y eso que tiene galletas de agua y chocolate y galletas de agua
Y así…



Algún otro dulzor
Me ha sabido acompañar





Corazón razón

El corazón viene con la razón
Es un co-razón
Nada humilde
Nada cierto
Nada.

¿Cómo se había arrepentido la bruja?

Se vio en un aquelarre,
Que a mí me habían dicho una cosa,
Y resultaba ser otra,
Pero diríamos
Un grupo de brujas posmodernas
Vueltas al cielo de donde venían


Congregaron una muchedumbre
De hombres y mujeres de cielo
Y se cansaron de andar
Y se pusieron nombres absurdos
Como Euclides, Sabato o Melchor
Y ordenaron el mundo a su antojo
Y le pusieron más nombres a los ríos
Y a los árboles y a los pianos.


Este movimiento de aquelarre
Se volvió hacia sí mismo
Y comenzó a crecer hacia adentro
Como un fluir que los potenciaba
Y les indicaba responsabilidad y premura
Aunque quietud y cordura
Soledad.


Se negó la bruja mayor
La de mayor experiencia
Y dijo que no era cuestión de soplar y hacer botellas
Y que mejor se disolviera el movimiento
Y se convirtiera en la red de redes que hoy es
Hombres y mujeres en conexión directa
Multiforme y revolucionaria.



¿Cierto?

Era el año pasado y ni verte
Ni escucharte, ni hablarte
Porque vos no querías esas cosas
Ni sabías qué querías
Pero lo querías sin mí.


Y yo que seguía
Mirándote desde la vereda de en frente
Soplando, todo un año, tu nombre
Silbando la canción sonsa que nos dedicamos
La que hoy me apena
Y me obliga a volver a vos.


Podría inventar lo que vos dirías
Sobre eso de crecer y madurar
Sobre eso de cobrar lo suficiente
Sobre eso de que los sueños, sueños son…
Y que, al final de cuentas, mejor las seguridades.


Y eso que me acobarda
Eso de crecer y madurar
Y de cobrar lo suficiente como para taparme la boca
Y mi eterna dependencia a los sueños de cama
Y que, al final de cuentas, mejor las esperas.


Algún día

Algún día
De esos buenos
Podríamos probar
Y dejar nuestros corazones en la nevera
Y cogernos carne contra carne
Y olvidar los enamoramientos
Y mirarnos, sí,
Y tocarnos, sí,
Y encontrar en el placer un único destino.


Algún día
De esos buenos
Podríamos probar
Eso de no preocuparnos por nuestros sentimientos
Y pensarnos, como dijo el profeta, hueso con carne
Y poder violarnos mutuamente y nada más
Sólo ese placer volador que me deja en las alturas
Y te deja en el cielo de tu alma
Y fluir.


Algún día
De esos buenos
Podríamos probar
Eso de no preocuparnos por nuestros sentimientos
Para poder atravesarnos de frente y costado
Volver las cosas a su justo lugar
A su mareo post-parto
Y servir a tu causa, a tu placer perdido, a tu soledad.

martes, 22 de abril de 2008

Desaprenderé II

Silencio,

silbido,

el todo que fue mi amante me olvida.

Las ganas acumuladas en frente y mi vecina,

el descosido disimula,

la rebeldía desespera,

los arquetipos se pelean,

los brillantes acuden al paso del diccionario,

compran una letra, una coma y prosperan.


Los boicots son de cajón,

todos tus abedules un canto,

los monseñores y santos,

con los cajones parados,

no merecen alquiler;


sólo un tonto en el anden

muerde el polvo antes junante.

Tus sabores,

tus amantes,

tus vencedores de espuma,

han querido cortejarme,


los vestidos,

los lunares,

son todos de idolatría.


La muerte ya viene fría.

La vida: un disparate.







El no deber sentir eso

Siento el no deber sentir eso

Como rabia contenida y molestia.


¿Es acaso mi molestia tan mía?

¿Es mi sentir?

Eso dicen los libros que me condenan

Los que me abrazan y me niegan

Los que aman mis restos.


Aquí, como un condenado, no puedo salir

Si es que me arriesgo al grito, luego sufro dos veces

La primera por romper la promesa antes echa

La segunda por negarme en la acción

La última es la oportunidad de redención


Será formas silenciosas, como ‘filosofía indígena’,

O será vientre santo y vuelta a empezar

Se convertirá, esa molestia, en un amante silencioso

Veremos salir el sol un día después de olvido

Tu todo dormirá en mi espalda


Tu dios pan saldará las deudas del pasado

Tu sombra acabará con los ejidos australes

Los héroes, los sin corona, serán hijos

Los sacrificios habrán terminado

Los tuyos serán ojos de cielo







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