jueves, 28 de octubre de 2010

la séptima puerta

y si tuvieras un corazón no lo cambiarías por el viento?
y si tuvieras un par de ojos no los cambiarías por las nubes?
tus brazos y manos por la cálida lluvia...
si al fin tu cuerpo fuera solo una lágrima en la tormenta
nadaríamos ebrios en playas infinitas
entre la orilla del mar y la arena
antes del azul y después del violeta
dónde se entreabre la séptima puerta...
del arcoiris.

lunes, 18 de octubre de 2010

al principio

al principio fue el silencio, luego las esferas se tocaron y comenzó la música...hoy solo los pájaros recuerdan ese día

Líneas de vuelo

Ayer me soñé con tus pies
yo era una libélula, volaba en la orilla del lago
seguía tus pasos que resonaban en el agua
cuando te alcancé vi tus ojos brillar con la luna
caminamos por el alen cuando me posé en tu hombro
sentí el tibio viento de tu respiración
y el suave batir de tu corazón
¿ves esa estrella? -me dijiste sin palabras
cada uno de nosotros tiene una en algún lugar
podemos tocarlas en la noche cuando vienen a nadar
o cuando bajan a jugar con las montañas
los bosques danzan con ellas para la luna nueva
festejan el devenir de los ciclos
escuchemos al viento silbar –te dije
atravesamos los umbrales
la intensidad, la noche
tejamos y destejamos un telar
de líneas de vuelo...

miércoles, 13 de octubre de 2010

y observando lo lindo de que el cielo pertenezca

Avanzaba la nada como soplada por viento/

se movía certera tu boca silbido niño espanto/

tanta luz azulada no podía no ser cierta/

tanto alambre que no deja y tanta espera encubierta.


Camina tus pasos de princesa/

la sangre alada se enciende en mieles/

y hace que escriba el escriba/

que sople el viento por mil lugares/

que se desentienda de todo lo demás/


y entonces camine sólo el obrero golondrina/

y al lado un juglar, y al lado un perro/

y como mil no sabemos qué haciendo de todo/

y observando lo lindo de que el cielo pertenezca.






Soy los mil colores que canta la canción

Escribimos algunas cosas. El vientre azul lo adivinó.

No me importó que fueras mi hermana.

Ni siquiera que pudiera ser cierto.

El mar ha hecho del cielo, un detalle.

Del obstinado paso por la Tierra, una vida.

A él le debemos lo que en sabiduría sobra.

Soy la piedra que se hizo palabra.

Soy los mil colores que canta la canción.

Soy la sombra azulada que lo domina todo.

No me pierdas. Soy tu sangre.





La hora referí

Saqué el velo presuntuoso que estaba sobre las cosas, y apareció un parque general san martín plagado de amarillo otoño.


Me enrosqué en problemas de desamor y traición, como tantas veces me dijo el tango.


Me enrosqué en el brillo de la ola al romper, en millones de gotas que colman mis ojos.


Me volví detalle de tu boca, caricia de tu pelo, beso de tu frente, mano entre tus manos. Me volví movimiento entre vos y yo. Me volví “eso” entre nosotros.






Ni arriba ni abajo

Arriba,

el santo y su parcimonia,

la nieve blanca,

tu mano.


Abajo,

el olor a tierra tierra,

el sahumerio que lo inunda todo,

el delirio debajo.


En medio,

la posibilidad que da tu sonrisa,

la espinal dorsal,

el olor a ti.





De eso no hay dudas

El niño se prendió a la vuelta de Bragado.

Agudizó el ojo, antes muerto, con poco y nada de aliento, se sentó como quien no quiere la cosa.

Deambuló de derecha a izquierda como un polizonte.

Él fue el comienzo de la historia narrada.

Él se hizo de humo incienso y vida alegre.

Los santos se visten porque él los abriga: de eso no hay dudas.




Cosas sueltas

La parte más al sur corresponde a tus labios.


En tu frente la savia que en tu entraña nace y mira.


En tus ojos vida más allá de los detalles.


Acaricio entonces la posibilidad austral de tu añoranza.


Soy, como en películas, el hombre que deja al mundo y se encuentra humano.




viernes, 8 de octubre de 2010

Breve reseña del libro “Cuentos poemas y fantasmas” de Gustavo Kessel Culleluck


Este es un libro que mezcla la frescura de una pluma urgente, la ausencia como motivación para la escritura y la injusticia como acción de denuncia que golpea los cimientos de la realidad.


Un relato que pone de manifiesto los espacios más íntimos del autor, vistos a partir de una de las técnicas más antiguas de revisión y reflexión: la contemplación. El ensimismamiento como proceso a partir del cual las calles, los niños, las mujeres, una madre ausente y muchas otras cosas; encuentran una salida poética. La poesía como herramienta cargada de sentires y los cuentos que describen experiencias cotidianas (las más de las veces), son dos de las excusas que encuentra el autor para mostrar su verdadero Ser.


Hay incertidumbres, angustias, esperas, amores, admiración por sus hijos y una matizada añoranza en las letras de “Cuentos poemas y fantasmas”. La posibilidad de acceder a la memoria universal a través de Dios, las estrellas y los astros es un ejercicio que puede encontrarse en esta obra.


No sólo es menester recomendarlo, sino que es necesario hacerlo. Gustavo Kessel Culleluck se lo merece.





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