lunes, 26 de julio de 2010

Carta



Hola hijo/a:


Todavía no estás en este mundo pero ya te amo y empiezo a poner en tu cara mis gestos, a imaginar tu risa, tus piecitos, tu manito agarrando mi pulgar, tus ojos como pidiéndome ayuda para encarar una vida que recién te estás probando y yo tratando de explicarte que todavía no aprendo a usar la mía.


Este mundo al que vas a venir es un lugar demasiado complicado como para explicártelo en una sola carta, pero de algo estoy seguro: vos lo vas a transformar en un lugar donde valga la pena vivir. Siempre voy a estar a tu lado para impedir que te golpees y para aplaudir tus triunfos.


Para terminar te repito te amo más que a nada en el mundo y espero ansioso escucharte decir papá.




Martín Garcia





Soñé

Soñé que vencía mi miedo,

soñé que me decidía,

soñé que enfrentaba al mundo,

y gritaba lo que sentía.


Pero sólo era un sueño,

nada de esto existía.

Fue sólo mi corazón.

Él que lo pedía.


Luego desperté y miré por mi ventana

era el sol que me tocó,

sólo él me acariciaba.


Anoche soñé contigo,

soñé que te tenía,

pero era sólo un sueño.


El amor es complicado

muchas veces nos lastima,

saber que es sólo un sueño,

y nunca serás mía.


Martín Garcia






Cara oculta



Voy ocultando mi cara

tras un espeso maquillaje,

maquillaje que nadie parece ver.


Nadie sabe cuánto sufro, por tener que callar,

que soportar el impulso cuando te quiero besar,

pero los payasos no podemos llorar.


Nadie nunca lo sabrá, en silencio y sin hablar

desde mi cara oculta y de aquí a la eternidad

yo te voy a amar, aunque tenga que callar.


Mi corazón desde el fondo te lo grita sin cesar,

porque cuando me miras creo que no podré aguantar,

tu mirada me tiene preso, en tu boca quiero descansar.


Y aunque juntos jamás estemos,

una sola es mi verdad

haciéndote feliz me siento inmortal.



Martín Garcia






El amor y la muerte


El amor y la muerte

se parecen más de lo que parece,

son las únicas dos cosas

inevitables de este mundo,

de las que no podemos escapar

por más que lo intentemos

porque una vez que nos toca

ya no hay dónde huir.



No estar cerca de ti para mí

es morir.

Tenerte cerca me vuelve a la vida.

Amanecer cada día y recordar que no eres mía

me mata.

Si me preguntan qué es la muerte sin dudar

responderé que es vivir sin ti

y vivir es morir a tu lado.



Martín Garcia





viernes, 16 de julio de 2010

Y aquí yo: tu consuelo

El tiempo y la clemencia
Y las ansias de ti
Y mis ojos en tu mirada
Y tanta luz
Y acaso.

El vientre que me abraza
Al dar justo en tu sombra
La muerte y la parodia
El niño Vasconcelos
El manto y tu desvelo.

Esa rara armonía
De mi recuerdo en tu pelo
En toda tu hidalguía
Los ángeles del suelo
Y aquí yo: tu consuelo

Ya no es mia tu poesia

Se ha posicionado libre el cuento ajeno,
ya no viene con nosotros a hacer agujeros,
ya no espera la maniobra arrepentida,
ya no imparte la mejor tu sacristía,
ya no es doble su martirio,
ya no es mía tu poesía.

Voz viento

Volvía el tiempo. Murmullo. Volvía la palabra a ser tierra. Voz viento. Volvía la marca del faraón a despreciar al santo. Viento, vida, aire, agua: dame una respuesta. ¿Cómo viviremos sin comida? Al fondo, muy al fondo de nosotros vive una fuente inagotable de energía. Allí, en ese lugar, el ser humano puede vivir eternamente. Los cambios en la genética y en las biologías pueden hacer del hombre y la mujer un hombre y una mujer nuevos.


Nuevas maneras de alimentación fluirán de ese espacio. Las viejas producciones “desde afuera” no serán necesarias. Hay que practicar y buscar esa fuente inagotable de energía para que logre plena presencia.


¿Cómo serán nuestras casas? El cielo volverá a ser el techo. Habrá una reconciliación magistral con los árboles. Se creará una estela terrena que funcionará de pantalla para todo este planeta. Habrá paz. Volverá la comuna.


Una vez despejado ese momento, los viejos profetas volverán en palabras a decir la conciencia. Ama, resplandece, sueña. Toma la pausa necesaria para entender, para captar, nuestra palabra. No te entrometas en aquello que no debes. Vuela de lado al ver a tu hermano, a tu hermana, caer en todos lados verdes. Observa cómo la jungla se vuelve camino. Toma el riesgo de no conocer las migraciones que se dan en la nueva Roma. Compra tu alma al precio de plaza. Miente en lo que mantenga tu vida. Asegúrate de la estupidez diaria. Camina siempre por el lado débil. Vive las memorias de tantos otros que escribirán por ti. Canaliza el encuentro entre las culturas mundiales. Abre el círculo progenitor que te impide la vuelta. Cruza tu cerebro haciéndolo uno. Optimiza el tiempo. Olvídate del conocimiento que ya no progresa. Alienta la caricatura del wethtagen. Enciende el fuego.


Voy a imaginarme

Voy a imaginarme un pene,
Voy a imaginarme dos tetas,
Voy a imaginarme la parte por el todo,
Voy a imaginarme una espera,
Voy a imaginarme el hambre,
Voy a imaginarme la decencia,
Voy a imaginarme Latinoamérica,
Voy a imaginarme a “ti”, a “un ti” tan parecido a vos
que creerás que me he metido en tu alcoba.

Volver géminis la intuición


  1. Hemérida

cuan astronauta luz

alivio tóxico

elemental

fruta madura

sin tierra mil

arte

expresión.


  1. En cinta va

la virgen del pecado

frase ancestral

tu puta propiedad

sangre, sudario,

todo eso tuyo,

la mar a un lado,

el vitúpero,

la centinela,

el acordeón a piano,

tu vicio austral,

el verano.


  1. Si cuento aquella noche

con todos sus detalles

seríamos encarcelados de por vida

expropiados de la física

olvidados por siempre.


Si cuento ese detalle de tu boca

tu movimiento canción y fuego

tu recuerdo profano

tu destino aparente

tu lujuria niña.

Si te cuento…


  1. Va la sangre arrepentida

arremolinando vientos

olvidado de compañía

va la sabiduría tibia

el veneno

la pregunta

el sol.

Todo tu mundo.


  1. No parece

no me pinta

no lo elijo.


En las noches que ni mil

todo se amontona en la mente

elegir entre uno y dos

volver géminis la intuición

libre albedrío… ¡condéname a amar!

y déjame libre.

Inevitablemente

uno y dos

tiritando de razones

volviendo en corazones

acariciando el mar.


En esas noches que ni el cielo

vuelve lo blanco despierto

tibia recorre lo duro

aspira al Sol, hazte maduro

reconócete percha heroica

como un pluvial

escuchador del silencio

sueño de ti mismo.





viernes, 9 de julio de 2010

¿Ves?

¿Ves?
Todo se ha ido.
Ha quedado tu alma envuelta.

¿Ves?
Ni las flores son flores.
Ni el mal es el mal.

¿Ves?
La sombra se diluye /tan bonita/
Los focos iluminan tu simiente.

Valiente

Valiente
has caminado las calles.
Valiente
te guardas.
Valiente
revolucionas los ojos.
Valiente
despiertas.
Valiente
siente la guardia.
Valiente
conocido cantautor.
Valiente
servidumbre.

Un velero a la mar

Ábrete paso
por entre las olas
ábrete paso
por entre el mar.

Vuela de lado la espina briosa
hazte pescado
de tanto andar.

Vete cubriéndote de uno en uno
los pies agitados de viejo juglar.
Hazte Marcos Paz y Guerra Altiva
devuélvete las razones que eliminan tu quebranto
hazte pueblo pues
antes espanto.

Un siglo y tus ojos

niña en mil
sangre de otra tierra
amanecer completo en los juglares
te has hecho bandoneón y jerarquía
princesa y dama primera
amante mía
alegre presencia trae
tu lejanía
te me haces pedestal
ídolo nuevo
una bronca fatal por mi desvelo
se consuela en tocarte mañana
sentirte viva
darte alegrías completas
y armas de algarabía
esperanzas prometidas
paseos en los tranvías
¿quién te dice?
tal vez pases por mi casa
te enamores de lo escrito
lo dicho, lo practicado,
lo poco y nada que ofrezco
tal vez un motor a piano
o un tango desentonado
tal vez lecturas de olvido,
quizás, y viéndote niña,
te ofrezca yo un nuevo siglo
pa que lo armes completo:
con tu voz
con tu canto
aún con algún quebranto.
Tal vez un siglo y tus ojos
sean todo lo que espero.

Un día de paz

Un día de paz,

un día de montaña.

Un día en donde el Sol abre corazones.

Un día en tu vida de Tierra.


Un momento,

que se reproduce cerca del río,

y que cuenta historias a corazón abierto,

y se mueve al ritmo de tu sahumerio,

con el humo santo una vez muerto.


La codicia,

que no espera niña de tanto crecer,

abraza a la estima perdida,

se refugia entre mis brazos,

cuenta la historia.





jueves, 1 de julio de 2010

Un caracol

Todos me dicen que el mundo es otra cosa. Dicen sobre horas y horas de extenso trabajo. Dicen sobre patrones insalvables y dominación laboral. Dicen que en medio de la ciudad vive un Dios fatal que se come a los niños y se aprovecha de las niñas.



Dicen también que ya no hay esperanza, que el color de moda es el gris, que las mujeres ya no aman apasionadamente, que los hombres se olvidaron de sus obligaciones. Dicen que hay que sufrir y buscar dinero cueste lo que cueste. Y comprar hasta el hartazgo, aún sin ganas, aún sin sueños. Dicen que hay que reemplazar los viejos templos por otros nuevos. Dicen que hay que cambiar los viejos mitos por nuevos intentos (pobres intentos). Dicen que hay que continuar el camino de la explotación y el dominio de la naturaleza. Dicen que jamás entenderán (los marginales) esto de tener ‘espíritu de empresa’. Dicen también que el espíritu burgués es el espíritu más pobre e ingenuo de los últimos milenios. Otros dicen que debo ser serio, más teórico, más militante, más ordenado, más prolijo, más coherente… algunos dicen que debo ser menos hombre… el problema reside en la mirada. Si me miran bien verán que soy un caracol.




Un bosque-Jo

Suelto

subrepticio

indigno

sombrilujo

oleada sana

meridional parte

alcoba.


Tú eres eso todo que esperamos

envidias aparte

constructor de casas

facilitador primero

hijo cierto cielo incauto hoy

piel.




Una poesia final

Había terminado
lo que había dado comienzo.
Aunque expectante en la sombra
el viejo profeta auguraba silencio.
Todo lo cantado se había hecho números.
¿Qué se podía esperar del cielo?
Lo cierto es que pasó el tiempo
la ruina se convirtió en edificio gubernamental
el desorden en derecho
la moral en doble moral.

Una calle y un kiosco
separaban lo que había sido dicho
de lo que estaba por decirse.

Un hombre, llamémosle Adán
habitaba el cosmos y se olvidaba del cosmos
habitaba el universo y se olvidaba del universo
miraba el cielo y pensaba que era el límite
miraba a la tierra con cierta desconfianza.
Se miraba extrañado.

Una mujer, llamémosle Eva
había refundado la escuela cosmogónica
había gritado las faldas del cielo
había obligado al campo en intento
había crecido la milpa.

Un ser moderno
-desprendido de la segunda palabra-
quedaba huérfano de sí.

Un corazón colectivo
-aturdido de tanto seco-
se hacía sentimiento.

Si no te dejo libre para que elijas…
¿qué tipo de libertad me tocará en suerte? /ama a tu próximo como a ti mismo

Una poesia

Una poesía.

A la vez, tu prejuicio por la poesía.

Tu todo anclado en la nada, extremos

Y otra poesía barrio de oro.


Una poesía.

Tu mirada que pregunta: ¿qué es eso?

Y apenas si puedo devolverte tu luz

Y suponer tantos finales felices como finales tristes

Y asumir que, ahora, sólo tengo tu mirada.


Una poesía.

Y el embrujo indio galopando por mi cuadra

Y un sin fin de amores que, gracias a dios, no me pertenecen

Ni serán míos

Usted sabrá entender la libertad que me proporciono

Le gano a la soledad si te dejo

Esa es mi patria.




Una noche precedida por otra noche


Uno siempre está cerca de un final que no conoce muy bien. La noche era precedida por otra noche. Una noche de 24 horas con luna llena plena… ¿pueden imaginarlo? No pueden. No se puede imaginar.


¿Qué sería si después de un parto sucediera un nacimiento? ¿Cuánto poder tiene la palabra? ¿Qué temor me invade al escribir? ¿Podré escribir mi futuro?






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