viernes, 30 de marzo de 2012

Banda ancha popular y latinoamericana

Por Ariel Garbarz. Además de independizarnos teleinformáticamente de los Estados Unidos, tendremos un ancho de banda domiciliario para todo venezolano o argentino conectado, por lo menos 40 veces mayor que el actual.

La más avanzada tecnología en comunicaciones se destinó para concretar la llegada de la Televisión Digital Abierta con 19 canales estatales y privados al 75% del territorio nacional, para que todos sus habitantes ya tengan acceso a la información, el conocimiento y a las culturas como derechos inalienables y fundamentales del desarrollo pleno de los ciudadanos. Lo confirmó la presidenta en Tecnópolis donde entregó el decodificador gratuito para la TV digital abierta a la familia número 1.080.000 . 

Días atrás anunció desde la Casa Rosada el Plan Nacional Igualdad Cultural , que crea las condiciones que permitan la igualdad de oportunidades en la producción y el acceso a las culturas y bienes culturales del país de forma federal e inclusiva, mediante la conexión de banda ancha digital en diversos espacios de producción cultural. En ambos actos Cristina Fernández dialogaba en videoconferencias. En aquella oportunidad con Misiones, Jujuy y Santa Cruz ; y desde Tecnópolis, con Hugo Chávez en Venezuela.
En las dos ocasiones la presidenta estaba haciendo uso de la misma tecnología digital de comunicaciones que conectará a todos los argentinos entre sí y con Latinoamérica por banda ancha fullduplex ( ida y vuelta en tiempo real) de video, telefonía e Internet. No estaba anunciando lo que se va a hacer, sino lo que ya se está haciendo, con la tecnologia que ella misma estaba utilizando, y a la cual podrán acceder casi todos los pueblos argentinos antes de terminar su mandato.
Chávez mostró el mapa del nuevo anillo de fibra óptica submarina, que enlazará de norte a sur a Venezuela con la Argentina, cerrándose de este a oeste por el Atlántico y el Pacífico respectivamente. Ese anillo independizará a todos los países de Sudamérica en el tráfico de Internet y de telefonía. Todavía Latinoamérica depende del anillo submarino que se cierra en Miami .
Para ser más claros, cualquier correo webmail ( hotmail, yahoo, gmail, etcétera) entre dos vecinos de un mismo barrio, María y Juan, en cualquier cuidad o pueblo de Latinoamérica, sube hasta los Estados Unidos y después baja recorriendo las decenas de miles de kilómetros del anillo estadounidense, aunque María y Juan vivan uno al lado del otro. Además de independizarnos teleinformáticamente de los Estados Unidos, tendremos un ancho de banda domiciliario para todo venezolano o argentino conectado, por lo menos 40 veces mayor que el actual, de 64kbits/seg o 256kbits/seg hasta los diez megabits/seg. Ese es el ancho de banda que permitirá vernos y hablarnos en tiempo real entre latinoamericanos, algo actualmente vedado, no por costos ni por tecnologías, sino por decisión política del gobierno estadounidense, que controla la apertura de las grandes compuertas internacionales de las telecomunicaciones, el ancho de banda de sus backbones (columnas vertebrales).
 Cristina Fernández dijo: “Es preciso conectar a todos los argentinos”, “es preciso que los argentinos se conozcan entre sí y se reconozcan en cada uno de sus hermanos, que no son mejores sino distintos y, al mismo tiempo, iguales”. Las videoconexiones digitales que usó la presidenta tienen la misma tecnología digital de la red federal estatal de banda ancha que está llegando por aire y por tierra, cada mes, a decenas de nuevos pueblos y que empieza por las miles de familias que no tenían ni televisión, ni teléfono y menos aún Internet .
Su base tecnológica estructural es el Plan Nacional de Telecomunicaciones Argentina Conectada , que en cinco años, tiene que terminar de llevar la banda ancha con fibra óptica y/o enlaces radioeléctricos digitales a las 9399  localidades de todo el país. Y por supuesto sosteniendo la política de subsidios a todas las familias que no puedan pagarlo.
Hoy con la donación de los decodificadores y mañana con los módems. Vernos y escucharnos todos los argentinos en tiempo real es el horizonte nada utópico, desde Usuahia hasta La Quiaca. Quizás León Gieco y Gustavo Santaolalla hayan sido pioneros involuntarios de este revolucionario plan de integración cultural.
A medida que avance esta estructura de la red federal, estatal, popular y democrática, como una telaraña de decenas de miles de kilómetros de fibra óptica y cientos de estaciones terrestres satelitales y radioeléctricas, sus capacidades de canal superarán físicamente a las de las redes oligopólicas, y potenciarán la diversidad de fuentes de información, de conocimientos y de culturas.Los millones de frases, voces e imágenes , partiendo y llegando,  desde y hacia los pueblos argentinos y latinoamericanos, irán quebrando poco a poco la penetración de los medios hegemónicos de las clases dominantes. Sus desesperadas pero peligrosas expresiones nazis y antisemitas tendrán una capilaridad insignificante .
Progresivamente la banda ancha nacional, popular y latinoamericana irá derribando la herramienta de dominación ideológica y cultural de los monopolios, sostén fundamental de su poder económico.


Tomado de aquí.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Marx, más actual que nunca. Por Atilio Borón

 
Marx, más vivo y actual que nunca a 129 años de su muerte
Por Atilio A. Boron
 
En un día como hoy, hace 129 años, moría plácidamente en Londres, a los 65 años de edad, Karl Marx. Corrió la suerte de todos los grandes genios, siempre incomprendidos por la mediocridad reinante y el pensamiento encadenado al poder y a las clases dominantes. Como Copérnico, Galileo, Servet, Darwin, Einstein y Freud, para mencionar apenas unos pocos, fue denostado, perseguido, humillado. Fue ridiculizado por enanos intelectuales y burócratas académicos que no le llegaban ni a los tobillos, y por políticos complacientes con los poderosos de turno a quienes le repugnaban sus revolucionarias concepciones.
La academia se cuidó muy bien de sellar sus puertas, y ni él ni su amigo y eminente colega, Friedrich Engels, jamás accedieron a los claustros universitarios. Es más, Engels, de quien Marx dijera que era "el hombre más culto de Europa" ni siquiera estudió en la universidad. Sin embargo Marx y Engels produjeron una auténtica revolución copernicana en las humanidades y las ciencias sociales: luego de ellos, y aunque sea difícil separar su obra, podemos decir que después de Marx, ni las humanidades ni las ciencias sociales volverían a ser las de antes. La amplitud enciclopédica de sus conocimientos, la profundidad de su mirada, su empecinada búsqueda de las evidencias que confirmaran sus teorías hicieron que Marx, tantas veces dadas por muertas sus teorías y su legado filosófico, sea más actual que nunca.

El mundo de hoy se parece de manera sorprendente a lo que él y su joven amigo Engels pronosticaron en un texto asombroso: El Manifiesto Comunista. Este sórdido mundo de oligopolios rapaces y predatorios, de guerras de conquista, degradación de la naturaleza y saqueo de los bienes comunes, de desintegración social,  de sociedades polarizadas y de naciones separadas por abismos de riqueza, poder y tecnología, de plutocracias travestidas para aparentar ser democracias, de uniformización cultural pautada por el American way of life  es el mundo que anticipara en todos sus escritos. Por eso son muchos quienes ya, en los capitalismos desarrollados, se preguntan si el siglo veintiuno no será el siglo de Marx. Respondo a esa pregunta con un sí sin atenuantes, y ya lo estamos viendo: las revoluciones en marcha en el mundo árabe, las movilizaciones de los indignados en Europa, la potencia plebeya de los islandeses al enfrentarse y derrotar a los banqueros y las luchas de los griegos contra los sádicos burócratas de la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo, el reguero de pólvora de los movimientos Occupy Wall Street que abarcó a más de cien ciudades estadounidenses, las grandes luchas que en América Latina derrotaron al ALCA y la supervivencia de los gobiernos de izquierda en la región, comenzando por el heroico ejemplo cubano, son tantas otras muestras de que el legado del gran maestro está más vivo que nunca.

El carácter decisivo de la acumulación capitalista, estudiada como nadie más en El Capital, era negada por todo el pensamiento de la burguesía y por los gobiernos de esa clase que afirmaban que la historia era movida por la pasión de los grandes hombres, las creencias religiosas, los resultados de heroicas batallas o imprevistas contingencias de la historia. Marx sacó a la economía de las catacumbas y no sólo señaló su centralidad sino que demostró que toda la economía es política, que ninguna decisión económica está despojada de connotaciones políticas. Es más, que no hay saber más político y politizado que el de la economía, dando al traste con los tecnócratas de ayer y hoy que sostienen que sus planes de ajuste y sus absurdas elucubraciones econométricas obedecen a meros cálculos técnicos y que son políticamente neutros.  Hoy ya nadie cree seriamente en esas patrañas, ni siquiera los personeros de la derecha (aunque se abstengan de confesarlo). Podría decirse, provocando la sonrisa socarrona de Marx desde el más allá, que hoy son todos marxistas pero a la Monsieur Jordan, ese personaje de El Burgués Gentilhombre de Moliere,  que hablaba en prosa sin saberlo. Por eso cuando estalló la nueva crisis general del capitalismo todos corrieron a comprar El Capital, comenzando por los gobernantes de los capitalismos metropolitanos. Es que la cosa era, y es, muy grave como para perder el tiempo leyendo las boberías de Milton Friedman, Friedrich von Hayek o las monumentales sandeces de los economistas del FMI, el Banco Mundial o el Banco Central Europeo, tan ineptos como corruptos y que por causa de ambas cosas no fueron capaces de pronosticar la crisis que, como un tsunami, está arrasando los capitalismos metropolitanos. Por eso, por méritos propios y por  vicios ajenos Marx está más vivo que nunca y el faro de su pensamiento arroja una luz cada vez más esclarecedora sobre las tenebrosas realidades del mundo actual.
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Discurso ante la tumba de Marx

(1883)


Escrito: Discurso pronunciado en inglés por F. Engels en el cementerio de Highgate en Londres, el 17 de marzo de 1883.
Primera publicación: En alemán en el Sozialdemokrat del 22 de marzo de 1883.
Digitalización: Por José Ángel Sordo para el Marxists Internet Archive, 1999.

El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde , dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días. Apenas le dejamos dos minutos solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su sillón, pero para siempre.

Es de todo punto imposible calcular lo que el proletariado militante de Europa y América y la ciencia histórica han perdido con este hombre. Harto pronto se dejará sentir el vacío que ha abierto la muerte de esta figura gigantesca.

Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo. Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él . El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.
Dos descubrimientos como éstos debían bastar para una vida. Quien tenga la suerte de hacer tan sólo un descubrimiento así, ya puede considerarse feliz. Pero no hubo un sólo campo que Marx no sometiese a investigación -y éstos campos fueron muchos, y no se limitó a tocar de pasada ni uno sólo- incluyendo las matemáticas, en la que no hiciese descubrimientos originales. Tal era el hombre de ciencia. Pero esto no era, ni con mucho, la mitad del hombre. Para Marx, la ciencia era una fuerza histórica motriz, una fuerza revolucionaria. Por puro que fuese el gozo que pudiera depararle un nuevo descubrimiento hecho en cualquier ciencia teórica y cuya aplicación práctica tal vez no podía preverse en modo alguno, era muy otro el goce que experimentaba cuando se trataba de un descubrimiento que ejercía inmediatamente una influencia revolucionadora en la industria y en el desarrollo histórico en general. Por eso seguía al detalle la marcha de los descubrimientos realizados en el campo de la electricidad, hasta los de Marcel Deprez en los últimos tiempos.

Pues Marx era, ante todo, un revolucionario. Cooperar, de este o del otro modo, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quién él había infundido por primera vez la conciencia de su propia situación y de sus necesidades, la conciencia de las condiciones de su emancipación: tal era la verdadera misión de su vida. La lucha era su elemento. Y luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito como pocos. Primera Gaceta del Rin, 1842; Vorwärts de París, 1844; Gaceta Alemana de Bruselas, 1847; Nueva Gaceta del Rin, 1848-1849; New York Tribune, 1852 a 1861, a todo lo cual hay que añadir un montón de folletos de lucha, y el trabajo en las organizaciones de París, Bruselas y Londres, hasta que, por último, nació como remate de todo, la gran Asociación Internacional de Trabajadores, que era, en verdad, una obra de la que su autor podía estar orgulloso, aunque no hubiera creado ninguna otra cosa.

Por eso, Marx era el hombre más odiado y más calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo los absolutistas que los repulicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultrademócratas, competían a lanzar difamaciones contra él. Marx apartaba todo esto a un lado como si fueran telas de araña, no hacía caso de ello; sólo contestaba cuando la necesidad imperiosa lo exigía. Y ha muerto venerado, querido, llorado por millones de obreros de la causa revolucionaria, como él, diseminados por toda Europa y América, desde la minas de Siberia hasta California. Y puedo atreverme a decir que si pudo tener muchos adversarios, apenas tuvo un solo enemigo personal.Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra.




Tomado de aquí.









Lanzamiento Plan Nacional de Igualdad Cultural. Cristina Fernández (12/03/2012)

viernes, 2 de marzo de 2012

Charla: "Los intelectuales, el Kirchnerismo y la izquierda"

Horacio González, María Pía López, Eduardo Grüner, Christian Castillo y Pablo Alabarces participan de esta charla-debate en un ejemplo de intercambio entre el Kirchnerismo y la izquierda.


COMPLETA! Charla "Los intelectuales, el kirchnerismo y la izquierda" / 3hs.30min. from tvpts on Vimeo.

Tratado Constitutivo de UNASUR



Repasando las páginas de la UNASUR, la CELAC y el MERCOSUR.
 
Abajo, el link del Tratado Constitutivo de la UNASUR:
 
 
 
 
 
 

1º de Marzo. Apertura de Sesiones Ordinarias 2012. Cristina Fernández

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