Libro: Conversando contigo y Despertares. Una nueva dimensión de vida - Marcelo Fernando Fernandez

 

 

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La responsabilidad del pueblo: única manera de transformación social

 

Primero lo primero. Es verdad que lxs principales responsables del modo de vida y de producción son aquellxs que gestionan el sistema capitalista: lxs empresarixs y lxs políticxs que adhieren al sistema. Desde la hegemonía que han conseguido claramente definen las políticas de Estado, los precios, las formas de consumo, etc. Son quienes pueden promover la megaminería, el agronegocio, el fracking y tienen mayor responsabilidad por la pandemia en curso.

Dicho lo anterior, nos interesaría plantear algunas preguntas: ¿es el pueblo "inocente" ante esta situación? (pensamos el pueblo en un sentido amplio como el 99% de la población así como lo postuló el movimiento Ocupy Wall Street). ¿Es el pueblo "pobrecito", "ingenuo", "víctima", "no responsable" de la situación actual del mundo? Si acaso llegamos a la conclusión de que el pueblo es una simple "víctima no responsable", ¿no nos estamos quitando toda forma de poder y, por ende, incapacitándonos para cambiar el orden actual? Aunque claramente la estructura es la que determina más fuertemente, ¿podemos poner toda responsabilidad "arriba" y "sacar" al pueblo su cuota de poder, de acción, de presencia en el sistema? Veamos algunas cuestiones.

A nivel de mercado, el pueblo consume productos de empresas capitalistas. Cuando se deja de consumir -como ha sucedido en esta pandemia- las empresas cierran. ¡Ese es el poder del pueblo en términos de consumo! Si no hay consumo de mercancías no hay empresas y sin empresas el Capital no puede extraer plusvalor y entonces no puede reproducirse. Es obvio que no estamos diciendo que hay que dejar de consumir, eso es imposible, lo que decimos es que el poder del pueblo a la hora de consumir hace posible la existencia del Capital y su reproducción. ¡Así de responsables y poderosos somos -como consumidores de mercancías- en el mercado capitalista! Cabe señalar también que a partir de nuestro consumo -que incluye impuestos- el Estado recauda fondos para su funcionamiento. Y como el sistema tributario es regresivo, proporcionalmente el pueblo paga más en impuestos que los grandes capitales. ¿Qué significa esto? ¡Que el pueblo es responsable del funcionamiento del Estado a través del pago de impuestos! (sin contar otros impuestos más allá de los aplicados a las mercancías). Entonces vemos aquí una doble responsabilidad del pueblo a través del consumo: responsabilidad en el hecho de sostener al mercado capitalista y responsabilidad en el financiamiento del Estado.

A nivel político el pueblo también es responsable. Aunque la capacidad de engaño y mentira es importante en el sistema actual, mal haríamos si subestimáramos al pueblo pensándolo como una "masa ingenua", siempre engañable. Si acaso hemos estado disconformes con diversos gobiernos y políticas de Estado, ¿qué hemos hecho ante eso? ¿No somos responsables acaso de no haber podido construir sociedades más sanas, más armónicas, mejores? (cuestión que sí se ve en los casos del zapatismo o el MST de Brasil, construcciones realmente admirables). ¿No somos responsables de no haber construido fuerzas políticas lo suficientemente amplias para que sean alternativas reales a la hegemonía del liberalismo, del neoliberalismo, del Capital? ¿No somos responsables de nuestra falta de organización, de unión?

Este breve esbozo simplemente busca indicar algunos puntos para que no se promueva la subestimación del pueblo. Ni "pobrecito el pobre, o el indígena, o el desocupado, o el afro, o la feminista, etc." ¡Nada de eso! Mejor un pueblo responsable del funcionamiento del mercado capitalista, del Estado, responsable de no haber generado opciones alternativas a las actuales. ¡Solo esa responsabilidad hará posible un empoderamiento popular! La subestimación genera exactamente lo contrario.

 

 

PD: y en términos energético, ¡cuidado! Es también la estructura la que genera mayor cantidad de energía negativa en el mundo. Sin embargo, las energías negativas se generan en todas las clases sociales, étnias, pueblos, comunidades. A la totalidad de sentido no le importa de dónde viene esa energía, ella la absorbe y la devuelve. Entonces es repudiable la energía negativa sistémica igual que la que genera el pueblo, obrerxs, indígenas, afros, feministas, etc. ¡Aquí también somos todxs responsables! Y, por eso, podemos siempre mejorar hacia las energías positivas, los sentipensamientos positivos, las acciones positivas