martes, 12 de agosto de 2008

La poesía más larga del mundo

El comienzo

Eran millones de animales de nombres silencios
Y eran seres ambulantes y seres quietos
Y se fueron reproduciendo y mezclando las cazas
Y caminaron el mundo que en ese momento eran millones de mundos
Y fueron diferencias y aprendizajes enfrentados que generaron división
Eran millones de animales de nombres silencios


Sus ojos eran carmín
Su mirada violeta
Sol su necesidad
La primera mujer que parió el mundo tierra
Enorme amor, enorme
Y todo lo que hemos visto y lo que no, nació ese momento.
Y se cruzó la razón y la intuición
Y se comenzó a buscar al culpable
Y se le dio muchos nombres diferentes
Y, al final, se le llamó creador
Pero el nombre lo complicó todo
Porque dejó afuera a millones de otros nombres
Y se generó una gran guerra que duró 16.000 años
Hasta que todos los nombres pudieron ser creadores
Y se vivió en paz.


La muerte

Los seres vivos se preguntaban por la muerte
Porque no había materia que resistiera para siempre
Y las cosas duraban un tiempo y luego se iban
Y era efímera la vida pensada así
Y, también, era un poquito de muerte lo que transcurría entre día y día
Pero todo continuaba… todo era continuo en esa lugar
Y esa continuidad comenzó a dar una pauta
Que no había vida ni muerte, sólo existencia
Y todo se mantenía en constante existencia…
Nada era vida y nada era muerte. El lugar era uno.


El nacimiento

Escuché que todos habían nacido
Sin nombres propios
Se llaman así
“tú”, “el eterno”,
Se señalaban y se indicaban
Y eran una sola cosa, una comunidad,
Y fueron miles de años de esa práctica
Pero luego de un tiempo
Los planetas comenzaron a cruzarse
Y los satélites empezaron a sonreír y maldecir
Y cayeron rayos y los animales se asustaron
Y ese temor se convirtió en desconfianza y odio
Y así fue que muchos planetas se olvidaron del resto de los planetas
Y entonces perdieron el rumbo universal
Y se supusieron solos en el espacio
Y sufrieron esa ignorancia
Y así se dio uno de los últimos nacimientos del planeta tierra
Nacimiento que está por finalizar
O mejor: reestructurarse en un nuevo nacimiento crepuscular.


La soledad

Una vez el viento se llevó todas las almas
Y dejó seco al paisaje
Rememoró dos veces su nombre
Dijo que no había sangre sin nombre
Dijo que todo lo nombrable era su nombre.


Una vez el viento se llevó todas las almas
Y dejó seco al paisaje
E hizo recordar a cada uno sobre la importancia de su corazón
Y los llevó de viaje por lugares exóticos
Y puso a los hombres y las mujeres en lugares comunes
Pero sin su alma
Pero sin su corazón.


Todo lo blanco parlante se hizo trizas
Se volvió seca la ciudad
No hizo falta recordar los tiempos de juicios
Los hombres, las mujeres, las cosas sin corazón entendieron la situación:
La soledad es vivir sin corazón.


El dolor


Un capricho fatal caminaba la cordillera
y se agolpaba en el estómago más al sur de ese mundo.
Y una suerte de ser o no ser sudaka
Un aire soberbio propio del viejo continente
Una variedad variada de tanto andar
Vivía esa realidad.


Eran años de no tener…
Eran años de ‘para otros’…
Eran las mismas montañas, los mismos olivos, el mismo paisajeparaíso
Y un dolor, por eso de reconocerse a medias,
habitaba las almas de estos corazones.
Y se fue extendiendo sólo para ser comprendido
Hasta elecciones de dolores se hicieron en ese paraje.
Y se preguntaron las causas… mil veces
Se repasaron lo errores… mil veces
Se volvieron a medias las verdades
Y se discutieron pareceres…
Y se coincidió que el dolor era necesario…
Y que el sufrimiento podía esperar…
Pero que aprender era necesario…
Y que el amor nunca puede esperar...


El amor

Se había sembrado un pánico atroz.
Pero todo lo demás estaba pasando
Por alto las canciones de amor
De viejos poetas
De viejas escuelas
De prados verdes.


Se había sembrado un pánico atroz.
Todo esta prohibido o por prohibirse
Y tiritaba el mundo y sus componentes ante tamaña violencia
Pero el soplido seguía
Recordando los amores pasados y por venir
Y trabajando las almas en sus detalles
Y afinando la caricia final, caricia de tempestad;
Y todo hombre de bien se pronunció
Y toda mujer santa dio opinión
Y se resolvió que sólo el amor existiera
Y que el resto fuera acompañante
Y que tus ojos dijeran tu ser.


El ser

La variedad palpable había ocupado el alma
Y se movía, contenta, por aquel lugar.
Todas las intuiciones se agolparon para ver ese movimiento nuevo,
Que revoloteaba el alma,
Que vislumbraba la luna,
Que recordaba épocas sin tiempo,
Que nadaba en el agua espacio.


La variedad palpable había ocupado el alma
Y se movía, contenta, por aquel lugar.
Todas las intuiciones se agolparon para ver ese movimiento nuevo,
Todas las intuiciones se agolparon para ver al ser.


Las intuiciones

¡Que nadie se mueva!
¡Allí viene un burócrata a etiquetar todos nuestros movimientos!
¡Nada para él!
Que es nuestra hora primera…
La hora de la libre libertad…
La hora del corazón colectivo…
¡Nada para el controlador!


Obras cantar en el bajo fondo
Se mueve tanta intuición de esas que fundan
Si… al final, también en palabras vino la muerte y el pecado…
Pero otra cosa fue la intuición
Madre que nos salva de caer al zanjón
Abandonar la bicicleta a tiempo…
Saltar la acequia justo antes de pisarnos el cordón.
Intuición.


Un lugar de verdad, ciudad oculta, pasión
Sopla sobre el vestido el viento de adentro
Se fue sola caminando, hizo trizas sus ser, se dividió en tres


Cayó la guarida en donde habitaba tu alma
Se hizo pedazos tu cine y tu pared
Se volvió redentora la palabra del ciempiés
Se escribió sobre tinta y bajo papel.


El servidor

Estaba todo dispuesto para el rey
Y se vio repleto el reino de su aliento
Todos respirábamos por su culpa
Todos éramos su colección


Y se vio iluminada la ciudad feudal
Con la llegada de un guardia del cielo
Y redentor del fuego
Un hombre santo de ojos mar
Toda la circunstancia era su explicación
Veía lo que decían sus cientos
Soplaba fuerte su corazón
Se movía altiva la tierra que pisaba.


Y el pueblo todo lo llamo redentor
Y servidor de servidores
Y primer cazador del corazón colectivo
Y servidor nativo.


La esquela se cerraba en la cara del festejo del reino
El almanaque marcaba la hora y el número de los cielos seis
Y un corredor de bolsa se apresuraba a ver la onceaba carrera
Los niños corrían para llegar a la escuela
La madre del santo grial se arreglaba frente al espejo
Y la esquela se cerraba en la cara del festejo del reino
En donde el servidor tomaba su lugar y ofrecía su sangre
como nuevo amuleto.

1 comentario:

  1. pueden desirme quien es el autor porfa es que es para mi escuela

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