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viernes, 6 de junio de 2014

EL MINISTRO DE ECONOMIA Y EL TITULAR DE LA ANSES EXPLICARON EL ALCANCE DE LA MORATORIA: Para que todos tengan jubilación



Kicillof explicó que el objetivo del nuevo plan de inclusión previsional es permitir que la totalidad de las personas en edad de jubilarse acceda a un beneficio. Críticas a banqueros y economistas.

“El objetivo es tener una cobertura del ciento por ciento en jubilaciones”, afirmó el titular de la Anses, Diego Bossio, al precisar los detalles del proyecto de ley de moratoria previsional que será enviado al Congreso en los próximos días. “Vamos a vivir en un país mucho más inclusivo e igualitario a partir de esta medida”, afirmó el ministro de Economía, Axel Kicillof, en referencia al impacto redistributivo del programa, que busca incorporar 474 mil individuos que reúnen la edad exigida por ley para cobrar una prestación, pero continúan excluidos por no contar con los 30 años de aportes necesarios.
“El impacto fiscal de la medida será de 12.000 millones de pesos en un año, pero a su vez tendrá un efecto multiplicador en la economía”, indicó el titular del Palacio de Hacienda durante una conferencia conjunta con Bossio. “La campaña de algunos sectores para bajar el gasto público me da escalofríos”, se lamentó el funcionario, en referencia al reclamo realizado por banqueros y empresarios. Por su parte, el responsable del organismo previsional indicó que el Poder Ejecutivo espera “el rápido tratamiento del proyecto en el Congreso, donde habrá la oportunidad de presenciar un debate interesante”.
“En 2005 había 3,1 millones de jubilados, hoy tenemos 6 millones”, expresó Kicillof al referirse al Plan de Inclusión Previsional puesto en marcha en 2005, durante el gobierno de Néstor Kirchner. La iniciativa buscaba remediar los elevados niveles de exclusión que alcanzó el sistema jubilatorio como resultado de los elevados niveles de desempleo y precarización laboral alcanzados entre 1976 y 2003, y la privatización del sistema de la seguridad social en 1994. “Los aportes que no se hacían era por los altos niveles de desempleo o por el trabajo precarizado”, señaló el funcionario. Con ese programa, la cobertura para adultos mayores pasó del 66,1 por ciento al 93,8 actual, el nivel más elevado de toda América latina. La medida redundó en una importante mejora de la distribución del ingreso entre los adultos mayores, con especial énfasis sobre las mujeres. Sin embargo, todavía queda un segmento poblacional de bajos ingresos –fundamentalmente el 30 por ciento de los hogares más pobres– en edad de jubilarse que no pudo acceder a la primera moratoria. “Lamentablemente, algunos todavía no tuvieron la oportunidad de ser incluidos, por eso se amplía el programa, para alcanzar a toda la población que quedó afuera de un derecho básico como es poder jubilarse”, expresó Kicillof en el quinto piso del Ministerio de Economía. “Un argentino que empiece a cobrar no sólo lo beneficia a él, sino que tiene otros efectos macroeconómicos sobre la actividad productiva”, explicó Kicillof.
“Les molesta que haya 6 millones de jubilados, prefieren un país con exclusión”, expresó el funcionario en referencia a los cuestionamiento que recibió la iniciativa. “He escuchado a algunos analistas, banqueros e industriales, pidiendo que se baje el gasto público. La campaña para bajar el gasto público me da escalofríos”, expresó Kicillof. “Me acuerdo de que en la década del ’90’, el objetivo del gobierno y de la oposición era bajar el gasto diciendo que era inflacionario”, sostuvo, para añadir que ese pensamiento “viene dictado por la más rancia ortodoxia”.
“Cada vez que hablen de bajar el gasto les ruego que expliquen cuáles son los renglones del gasto que quieren cortar. ¿La construcción de escuelas? ¿Las becas a los estudiantes? ¿Los aumentos de las jubilaciones? ¿Dónde quieren recortar?”, apuntó el ministro, y reiteró: “Esto proviene del sector financiero, que ha sido siempre enemigo del gasto público, pero nunca les molesta el rubro del pago de la deuda externa. Ese no les molesta, nunca piden que se corte por ahí el gasto público”.

Tomado de aquí


COMO SERA LA PRIMERA MEDIDORA DE AUDIENCIAS A NIVEL NACIONAL: Un rating público y federal



El Sifema será implementado por once universidades públicas y contará con nueve mil decodificadores distribuidos en centros urbanos de todo el país. Medirá el encendido de señales de TV abierta, cable y Televisión Digital Terrestre (TDA).

Por Emanuel Respighi

La transformación cultural que evidenció en los últimos años el ecosistema audiovisual argentino, descentralizando la producción y modificando la manera en que circulan los contenidos televisivos, requiere de nuevas herramientas para poder analizarlo en su complejidad. El lanzamiento del Sistema Federal de Medición de Audiencias (Sifema), anunciado ayer por Cristina Fernández de Kirchner, parece ser una atinada iniciativa para conocer el comportamiento de todos y cada uno de los argentinos en su relación con la televisión, el medio masivo por excelencia. La decisión de desarrollar la primera medidora de audiencia a nivel nacional, en un país culturalmente variopinto, a partir del fuerte arraigo de sus regionalismos, dará la posibilidad de contar con nueva y valiosa información, surgida a lo largo y ancho del país. Un instrumento cuyo beneficio trasciende el aspecto televisivo para convertirse, además, en estadísticas federales a partir de las cuales se podrán planificar políticas públicas con mayor grado de efectividad.
El Sifema permitirá tomar una fotografía mucho más amplia del comportamiento de los ciudadanos frente a la TV. A diferencia de Ibope, que es la única medidora homologada, basada en un universo de alrededor de 800 hogares ubicados en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, la flamante medidora tiene como objetivo alcanzar una muestra distribuida en todo el territorio nacional. El plan estipula la instalación en los principales centros urbanos del país –los cuales se irán incorporando paulatinamente– de alrededor de nueve mil people meters, decodificadores conectados a los televisores y que captan la información de lo que se ve en cada uno de los televisores, tanto de los programas elegidos como del tiempo de visionado, así también como del perfil etario y socioeconómico de quien está frente a la TV. Se trata de la misma tecnología con la que cuenta Ibope, con la diferencia de que los aparatos instalados serán muchos más y estarán ubicados en hogares más allá del AMBA. O sea: muchos argentinos que hasta ahora eran ignorados por la industria, serán tenidos en cuenta como ciudadanos, más allá de su capacidad adquisitiva o del lugar en el que residen.
El Sifema es un sistema federal de medición de audiencias de carácter público, no gubernamental, el cual cuenta con el aval de las once universidades públicas que conforman el Observatorio del Sector Audiovisual de la República Argentina, creado en 2012 con el fin de fortalecer la democratización de los medios a partir de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y de promover la inclusión digital. La Facultad de Periodismo y Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata y las universidades nacionales de Lanús, San Martín, Quilmes, Arturo Jauretche, Buenos Aires, Rosario, Salta, Río Cuarto, Jujuy y Córdoba serán las instituciones que trabajarán coordinadamente para llevar adelante la implementación técnica y operativa del Sifema, así como también las encargadas de realizar desde sus departamentos científicos los informes estadísticos.
“La complejidad del tipo de audiencias que existen en la Argentina requiere de una herramienta de medición acorde, que tenga en cuenta todo el proceso de inclusión de nuevos actores, estéticas y lenguajes que surgieron a partir de los concursos de promoción audiovisual. No es posible que los contenidos televisivos estén digitados únicamente por las preferencias surgidas de una única medición que no contempla a las audiencias de cada rincón del país”, le explicó a Página/12 Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo y Ciencias de la Comunicación de la Universidad de La Plata.
El Sifema no nace de cero: la primera etapa del proyecto cuenta con un panel de 890 hogares y 1700 medidores distribuidos por el Area Metropolitana de Buenos Aires, que la Universidad Nacional de San Martín viene desarrollando desde hace años. La Unsam transmitirá su experiencia y proveerá del software y el hardware para diseñar el panel nacional, que será administrado por las universidades nacionales de cada región. En principio, la muestra federal irá incorporando distintos centros urbanos, comenzando por las ciudades y los alrededores de La Plata, Córdoba, Rosario y Mendoza, para luego alcanzar mediciones en localidades de hasta 300 mil habitantes como Bahía Blanca.
La flamante medidora ofrecerá una serie de servicios, que van desde evaluar el rating de individuos y hogares hasta la posibilidad de brindar el rating “minuto a minuto”, la migración de audiencia o la visualización del rating según segmento, además de realizar reportes de la pauta publicitaria. Además del alcance nacional, el Sifema contempla la medición de señales de TV abierta y del cable, pero también de la incipiente Televisión Digital Terrestre (TDA), el sistema que hasta este momento no contaba con ningún tipo de medición. Lo que hay que tener en cuenta es que al no contar la Argentina de una programación nacional unificada, ya que los canales cabecera (El Trece, Telefe, Canal 9, América) poseen repetidoras, pero que no siempre se programan en los mismos horarios en cada ciudad, el Sifema permitirá tener estadísticas desagregadas sobre el consumo de cada región, pero no una única cifra nacional.
Si bien el Sifema es público y cuenta con recursos estatales, el plan prevé que a los 3 años alcance el autoabastecimiento, a partir de la comercialización de sus servicios a anunciantes y canales. El interrogante, en todo caso, es ver cómo reaccionará el mercado televisivo y publicitario, que hasta ahora planifica sus contenidos televisivos y sus campañas publicitarias según la información suministrada por Ibope. “La medidora busca iluminar las preferencias y los gustos de millones de televidentes que hasta este momento fueron discriminados y que poseen consumos y hábitos televisivos muy diferentes a los del AMBA”, analiza Carlos Ruta, rector de la Unsam. “La calidad de la medición está certificada por el grupo de universidades que administra el sistema. Nosotros creemos que el mercado se interesará en nuestras estadísticas, porque vamos a ofrecer información de televidentes que hoy no se evalúan con un criterio científico, y con una tecnología y un procedimiento que cumplen con todos los requisitos internacionales. Por eso es que vamos a invitar al mercado a que audite un sistema que ampliará la información que en la actualidad existe sobre los consumos televisivos en todo el país”, subrayó Ruta.

Tomado de aquí



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