Malditos los escritores, los científicos, los periodistas, los artistas que se creen los únicos, los mejores, hijos del rigor, que reniegan de sus padres y se acaparan los valores.
Aquellos déspotas liberales, que en la enjundia del poder se mezclan con los brindis oligarcas y desean con lujuria más monedas, mientras se visten de hippies.
Abyectos, de cobarde corbata, estampa pensante, y ociosidad envidiable frente a las vitrinas y los mesones de algunos bares. Detentores de los culto, más por expropiación que por mérito.
Pintores y pintoras que exponen en las salas de sus padres, escritores que escriben en las editoriales familiares, esculpen sus nombres sobre las verdaderas razones del arte. Esculpen con las chequeras familiares y luego hablan de la pobreza del arte...
!Malditos, malditos todos¡ Putrefactos sus gustos, sus lugares, sus relaciones familiares...
Los científicos elitistas se acabronan la Ciencia, las becas, los magísteres, los doctorados, la frecuencia magnética, el átomo y la consciencia colectiva. La fe científica se vuelve dogmática, inquisidora, totalitaria...Miden la "verdad" y el mérito con la subjetividad de sus alientos.
Malditos los cineastas, acapara premios, financiamientos, de películas rayadas, plasmadas de autocopia, los mismos de siempre, en todo son los mismos, mejor colocar un idem en vez de Fin...Malditos intelectuales, facciones mentales, grupos de clase, lo culto es lo vuestro, lo nuestro ignorante. Lo vuestro es genial, lo nuestro marginal...
Y quién define estas cosas...su poder de puta madre...la propiedad, el derecho, la legitimidad infundada, la dominación simbólica, sobre todo el capital social, que no es más que sus apellidos, sus barrios, sus colegios, aunque nunca hayan estudiado realmente, sus pelos, sus labios, sus viejas de gimnasio, estiradas hasta la nuca, sus gastos innecesarios...
Non Serviam
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