Desde el punto de vista
genealógico, la construcción fantasmal –a un nivel epistemológico que redunda
fuertemente en lo cultural- está relacionada principalmente con el eurocentrismo,
el inicio de la Modernidad con el “ego cogito” cartesiano, la Ilustración y la
Revolución Industrial; la idea de un sujeto que se enfrenta a un objeto, la
ciencia como objetividad y la división del mundo entre “civilización” y
“barbarie”. Esta concepción que pone a Europa como el Centro del mundo generará
una clasificación social profundamente injusta hacia la periferia (América
Latina, Asia, África) y promoverá no pocos malos entendidos a nivel conceptual
cuestión que redundará en la economía, la política y la historia.
Partiendo de esta
situación, el giro decolonial será un intento filolítico (en sentido amplio)
que pondrá de manifiesto una serie de diferencias “espectrales” ante la
construcción fantasmal-eurocentrada. Así
la modernidad será cuestionada en toda la línea produciendo cambios
epistemológicos y metodológicos de profunda significación. Europa ya no será el
eterno Centro del mundo, sino un espacio provincial que recién pudo salir de
esa situación a partir de 1492 y la conquista de América. Por eso América
empieza a ser el comienzo de la modernidad en donde el “ego cogito” cartesiano
será reemplazado por el “ego conqueror” (yo conquisto) (Dussel, 1994); esta
violencia conquistadora modificará la idea de “civilización y barbarie”
denunciando el “mito moderno”: la violencia de la conquista en donde la
racialización es una de las aristas de esa violencia (por eso hoy podemos decir
que ni la civilización era tan civilizada ni la barbarie tan bárbara). Se
reformulan las nociones de sujeto y objeto modificando así la idea de
“objetividad” cuestión que llevará a interpretaciones de corte “intersubjetivo”.
La “colonialidad del
poder” de Aníbal Quijano será uno de los conceptos fundacionales del giro
decolonial. Así, la modernidad-eurocentrada se visualiza claramente desde una
etnopolítica que expresa un “dominio histórico/de saber” (Katzer, 2016). La
colonialidad del poder será una suerte de “denuncia” que desde un punto de vista
“espectral” (en particular desde lo que “sucedió pero no produjo acontecimiento”
toda vez que, teniendo presente los siglos de colonización y lo muy
naturalizado que se encuentra la epistemología-eurocentrada, hay que decir que
el giro decolonial, más allá de su visibilización académica, sigue siendo una
interpretación marginal. Más aún si tenemos en cuenta nuestras culturas
periféricas que todavía miran hacia Europa o Estados Unidos antes que, por
ejemplo, a nuestros pueblos originarios) pondrá de manifiesto los distintos
niveles en que se mueve la colonialidad teniendo como centro de su análisis el
tema de la raza, la racialización y por ende la clasificación social.
1)
El
giro decolonial
El giro decolonial
constituye un grupo de intelectuales de América Latina y el Caribe que
desarrollan su labor tanto en el subcontinente como en Estados Unidos. Sus
discusiones y problemas giran en torno a la modernidad en particular en la
manera en que ésta ha sido vivida por la periferia. Restrepo y Rojas (2010)
puntualizan seis rasgos fundamentales de esta comunidad de argumentación, el
segundo de ellos es entender a la colonialidad como el “lado oscuro” de la
modernidad.
Según Castro-Gómez y
Grosfoguel (2007), en el año 1998, Edgardo Lander por un lado y el propio Ramón
Grosfoguel y Agustín Lao-Monetes por el otro organizaron talleres en un mismo
sentido. Edgardo Lander desde la Universidad Central de Venezuela y con la
ayuda de CLACSO organizó un evento e invitó a Mignolo, Escobar, Quijano, Dussel
y Coronil. De allí saldrá el libro “La colonialidad del saber: eurocentrismo y
ciencias sociales” (2000). Será a partir de 2001 cuando los encuentros se
vuelven más sistemáticos y, de esa manera, va constituyéndose el grupo. Irán
sumándose Javier Sanjinés, Catherine Walsh, Santiago Castro-Gómez, Nelson
Maldonado-Torres, etc.
Queremos dejar planteada
la estructura conceptual que maneja este grupo, aclarando que “colonialidad del
poder” es una de las nociones fundamentales. Se trata de pensar las dos
modernidades y la transmodernidad (con Dussel), la colonialidad del poder y la
idea de raza (con Quijano), la colonialidad del saber y del ser y el sistema
mundo moderno/colonial.
2)
Breve
biografía de Aníbal Quijano y el contexto de producción[1]
Aníbal Quijano Obregón
nació en 1928 en Yanama, provincia de Yungay, Perú. Es un sociólogo y teórico
político. Actualmente es director de la cátedra “América Latina y la Colonialidad
del Poder” en la Universidad Ricardo Palma, en Lima y es profesor en el
Departamento de Sociología de la Universidad de Binghamton en Nueva York,
Estados Unidos. En el prólogo al libro “Cuestiones y horizontes” (2014), Danilo
Assis Clímaco nos dice que “Quijano, hace más de dos décadas, desveló el núcleo
básico sobre el cual se ha venido articulando la existencia social global a lo
largo de los últimos 500 años: la clasificación social de la población mundial
mediante la noción de raza, proceso de legitimación y naturalización de las
relaciones de dominación iniciado con la colonización de América Latina y
estrechamente interrelacionado con la articulación en torno al capital y al
mercado mundial de todas las formas históricas de control del trabajo, sus
recursos y productos. Que la noción de raza persistiera como principal forma de
dominación tras la independencia de América, que trascendiera el momento
histórico que le dio origen, hizo necesario que Quijano cuñara el neologismo
“colonialidad del poder” a finales de la década del ochenta” (p. 13)
El primer texto que
analizamos de Quijano fue publicado en 1991 en Perú Indígena, 13 (29) y lleva
por título “Colonialidad y modernidad-racionalidad”. Allí toma forma el tema de
la colonialidad del poder. En ese año Quijano participa en una serie de
seminarios y conferencias de las cuales se pueden destacar: Coloquio
Internacional sobre el Imaginario Social Contemporáneo. Universidad de Puerto
Rico, Río Piedras. Febrero, 1991; Seminario Internacional sobre Democracia y
Movimientos Sociales en América Latina, ILET-Instituto de Investigaciones
Sociológicas de la Universidad de Hannover. México. Abril de 1991; Seminario
Internacional sobre Epistemología y Ciencias Sociales en América Latina.
CLACSO-FLACSO, Quito, Ecuador. Julio, 1991; Conferencista Invitado, en la
Universidad del Estado de Nueva York-Geneseo, Geneseo, Estados Unidos. Octubre
1991 y Conferencista Invitado en la Universidad de Florida, Gainesville,
Estados Unidos. Octubre, 1991.[2]
3)
La
colonialidad del poder como un ejemplo de a priori antropológico
Entendemos el “a priori antropológico” (Roig) como la
condición de posibilidad de la filosofía. Este “a priori” parte de un sujeto
histórico que, a partir de “ponerse a sí mismo como importante”, interpreta el
contexto político-social que le toca vivir. “El a priori antropológico, en cuanto que es histórico, marca los
límites y la naturaleza de nuestro horizonte de comprensión, integra la subjetividad
en una universalidad objetiva cuyos caracteres coinciden con los de la
pretensión de universalidad ínsita en la noción o prenoción del valor y, a su
vez, con los de la parcialidad del encuadre histórico inevitable de nuestra
subjetividad. Ésta, para serlo acabadamente, habrá de ser una subjetividad
consciente de esa estructura de lo subjetivo-objetivo y su individualidad sólo
es comprensible a partir de la naturaleza social del sujeto” (Roig, 1981: 274).
Por este motivo, cuando la colonialidad del poder
plantea a la raza como principio de clasificación social articulador del
capitalismo, cuando re-piensa el contexto de la conquista de América y las
diferencias existentes entre humanos y “no humanos”, cristianos y no
cristianos, europeos y no europeos, blancos e indios y negros; cuando critica
al eurocentrismo y a la totalidad eurocentrada y los “modos de conocer”,
nosotros entendemos que allí se está desarrollando un ejemplo de a priori
antropológico. Desde Latinoamérica –o Asia, o África- se empieza a pensar la
periferia inserta en un sistema mundo moderno/colonial[3] que establece diferencias
imperiales y coloniales. Un espacio condicionado por la teoría de la
dependencia que explica las formas de transferencias de valor de las periferias
al centro. Se trata efectivamente de un cambio epistemológico y metodológico
que busca reconocer los condicionantes históricos de las clases subalternas en
la búsqueda de una superación de la modernidad, tal vez una transmodernidad.
4)
La
colonialidad del poder
El recorrido propuesto
para esta investigación abarca cinco textos de Aníbal Quijano que van de
principios de la década del ’90 a principios de la década del 2000. En estos
textos Quijano desarrolla el concepto de “colonialidad del poder”. Hablamos de:
"Colonialidad y Modernidad/Racionalidad", “América Latina en la
economía mundial”, "Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en
América Latina", "Colonialidad del poder, eurocentrismo y América
Latina" y "Colonialidad del
poder y clasificación social".
En “Colonialidad del poder
y clasificación social” Aníbal Quijano plantea que “el poder es un espacio y
una malla de relaciones sociales de explotación/dominación/conflicto
articuladas, básicamente, en función y en torno de la disputa por el control de
los siguientes ámbitos de existencia social: 1) el trabajo y sus productos; 2)
en dependencia del anterior, la “naturaleza” y sus recursos de producción; 3)
el sexo, sus productos y la reproducción de la especie; 4) la subjetividad y
sus productos materiales e intersubjetivos, incluido el conocimiento; 5) la
autoridad y sus instrumentos, de coerción en particular, para asegurar la
reproducción de ese patrón de relaciones sociales y regular sus cambios.” (p.
96) Aunque nuestro autor es crítico del materialismo histórico y de Marx –en
particular de su costado eurocéntrico- no es casual que el primer punto de su
descripción del poder tenga que ver con el trabajo y sus productos. Aunque ya
no pensará la economía como “determinante en última instancia”, Quijano le da
gran importancia al trabajo como articulador del sistema capitalista.
Más allá de los cinco
puntos planteados más arriba, hay que decir que a la hora de pensar la
colonialidad Quijano prioriza la discusión conceptual, epistemológica. Aunque
ciertos autores afirman que el tema de la economía política está muy presente
en la obra del autor peruano, en este recorrido que hemos elegido y delimitado
existe una primacía de la discusión epistemológica en torno al eurocentrismo,
la raza, el materialismo histórico y el liberalismo. En este sentido, podemos
decir que hay una descripción de la “colonialidad del saber” más marcada aún
que la “colonialidad del poder”.
El punto central y el
hallazgo que plantea la colonialidad del poder es posicionar a la raza como eje
articulador de las formas de relación y producción del sistema-mundo
moderno/colonial capitalista-neoliberal. Se trata de pensar en que, más allá de
la colonización, la colonialidad ha dejado implícita y explícitamente un
sistema de dominación basado en la clasificación social que reproduce las
diferencias e injusticias sociales. “Lo que ha permanecido inalterado, no
obstante sus muchos avatares, es lo que emergió como radicalmente nuevo en la
conquista y destrucción de las sociedades precolombinas y la formación de
América: la constitución de las categorías que ahora conocemos como “raza”,
“color”, “etnia” y el derivado complejo “racismo/etnicismo”, como elementos
fundantes e inherentes a la relación de poder entre europeos y no europeos y
entre lo europeo y lo no-europeo” (Quijano, 1993: 50)
Para terminar, es posible
plantear una filolítica en sentido estricto en relación al giro decolonial y
los trabajos seleccionados de Quijano. En lo que respecta al giro decolonial,
se acostumbra a hablar de “indígenas” y “afroamericanos” como “los oprimidos” o
sea como si fuera un bloque homogéneo. El problema es que, no sólo habría
diferencias entre diversas etnias indígenas sino que, en algunos casos y
países, existe una racialización interna en donde los afroamericanos quedan en
situación de desventaja en relación con los grupos indígenas (Restrepo y Rojas,
2010). En lo que respecta a Quijano, aunque él aclara que la palabra “indígena”
homogeiniza a diversas etnias (huarpes, mapuches, incas, aymaras, mayas,
aztecas, etc.) también es cierto que sigue utilizando “indígena” como
generalización. Siempre teniendo en cuenta los textos seleccionados, hay que
decir que Quijano no ha pensado en (desde) una etnia en particular para
desarrollar un concepto sino que ha aceptado la categoría “indígena” para pensar
lo subalterno, lo oprimido.
Bibliografía
Castro-Gómez, Santiago.
Grosfogel, Ramón. "El giro decolonial, Reflexiones para una diversidad
epistémica más allá del capitalismo global", Siglo del Hombre editores,
Universidad Central, Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia
Universidad Javeriana, Instituto Pensar, Bogotá, 2007.
Dussel, Enrique. “1492. El
encubrimiento del Otro. Hacia el origen del “mito de la modernidad””, Plural
Ediciones - UMSA, Bolivia, 1994.
Katzer, Leticia. “Antropología
crítica/poscolonial: genealogía etnográfica y etnografía genealógica como
enfoque”. Texto de clase, 2016.
Mignolo, Walter.
"Desobediencia Epistémica: Retórica de la modernidad, lógica de la
colonialidad y Gramática de la descolonialidad", Ediciones del Signo,
Argentina, 2010.
Quijano, Aníbal.
"Colonialidad y Modernidad/Racionalidad", Perú Indígena, 13 (29),
1991.
------------------
“América Latina en la economía mundial”, 1993. Disponible en web: http://www.revistas.unam.mx/index.php/pde/article/view/32381
------------------
"Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Latina",
1998. Disponible en web: https://www.jstor.org/stable/41491587?seq=1#page_scan_tab_contents
-----------------
"Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina". En libro:
La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas
Latinoamericanas. Edgardo Lander (comp.) CLACSO, Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales, Buenos Aires, Argentina. Julio de 2000.
-----------------
"Colonialidad del poder y clasificación social" (2000). En libro: El
giro decolonial, Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del
capitalismo global. Santiago Castro-Gómez y Ramón Grosfoguel (comps.) Siglo del
Hombre editores, Universidad Central, Instituto de Estudios Sociales
Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar, Bogotá, 2007.
------------------ “Cuestiones
y horizontes: de la dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad
del poder” / Aníbal Quijano; selección a cargo de Danilo Assis Clímaco; con
prólogo de Danilo Assis Clímaco. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
CLACSO, 2014.
Restrepo, Eduardo. Rojas,
Axel. "Inflexión decolonial: fuentes, conceptos y cuestionamientos",
Editorial Universidad del Cauca, Instituto de Estudios Sociales y Culturales
Pensar, Maestría de Estudios Culturales, Universidad Javeriana, De los autores,
Colombia, 2010.
Roig, Arturo.
"Empiricidad, circunstancia y estructura axiológica del discurso". En:
Teoría y crítica del pensamiento latinoamericano. México, FCE, 1981.
[1]
Por una cuestión de espacio, aquí sólo consignaré el contexto de producción de
uno solo de los textos que analicé de Aníbal Quijano
[2] Información disponible en
http://www.ces.uc.pt/emancipa/cv/gen/quijano.html
[3] Es posible agregar algunos
adjetivos pertinentes: capitalista-neoliberal, patriarcal-machista,
heteronormado-homofóbico, ecocida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario