Lamuen Patricia

Flor celeste, tus tenues latidos han enfurecido a las montañas, desde lejos nos
hablas de una libertad más alta que los cielos, con el frío de lunas y viejas
cosechas, haces vibrar al aire y las estrellas, tus palabras, iluminan las
piedras azules de tu pueblo que no han traicionado el pacto, sellado por tus
trenzas y tus rodillas heridas, cascada de flores, de fe y esperanza, aguardas
como la lluvia un nuevo amanecer.

La poesía ha querido escribir desde hoy con su
mano izquierda, sabemos que tu enorme fuerza de araucaria, a nuestra diestra nos
acompaña. Flor celeste, la multitud volverá abrirse cruzándose en paz, y los
cielos se reunirán de nuevo, y tus pies descalzos, bordaran la tierra de bosque
reverdecer.