"En medio de esta lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano." Rodolfo Walsh
jueves, 21 de marzo de 2013
50 verdades sobre Henrique Capriles Radonski, candidato a la presidencia de Venezuela
Por: Salim Lamrani |
El candidato de la derecha venezolana se presentará a las elecciones del
14 de abril de 2013 contra el Presidente interino de la República
Nicolás Maduro. ¿Quién es realmente?
Nacido en 1972, Henrique Capriles Radonski procede de dos de las más
poderosas familias venezolanas, las cuales se encuentran a la cabeza de
varios conglomerados industrial, inmobiliario y mediático (Capriles) y
poseen el Circuito Nacional de Exhibiciones (Cinex), segunda cadena de
cines del país (Radonski).
Su familia es propietaria del diario Últimas Noticias, de mayor difusión nacional, cadenas de radios y un canal de televisión.
En los años 80, militó en el partido de extrema derecha Tradición, Familia y Propiedad.
Capriles fue elegido diputado en 1999 por el Estado de Zulia por el
partido de derecha COPEI. Contra todo pronóstico y a pesar de su
inexperiencia política, fue nombrado inmediatamente presidente de la
Cámara de Diputados, convirtiéndose en el más joven diputado en dirigir
la Cámara baja del Parlamento.
En realidad, logró imponerse a los otros aspirantes con mayor
trayectoria política gracias al poder económico y financiero de su
familia que financió las campañas de muchos diputados.
En 2000, fundó el partido político Primero Justicia con el conservador
Leopoldo López y se alió con el International Republican Insititute,
rama internacional del Partido Republicano estadounidense. El presidente
de la época era George W. Bush, el cual brindó un amplio apoyo a la
nueva formación política que se oponía a Hugo Chávez, particularmente
mediante el National Endowment for Democracy.
Según el New York Times, “La National Endowment for Democracy se creó
hace 15 años para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho
subrepticiamente la Central Intelligence Agency (CIA) durante décadas.
Gasta 30 millones de dólares al año para apoyar partidos políticos,
sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos en docenas de
países”.
Según Allen Weistein, padre de la legislación donde se establecía la
NED, “mucho de lo que hacemos hoy ya lo hacía la CIA de manera
encubierta hace 25 años”.
Carl Gershman, primer presidente de la NED, explicó la razón de ser de
la Fundación en junio de 1986: “Sería terrible para los grupos
democráticos del mundo entero ser vistos como subvencionados por la CIA.
Vimos eso en los años 60 y por eso pusimos término a ello. Es porque no
pudimos seguir haciéndolo que se creó [la NED]”.
Durante su mandato de alcalde de la municipalidad de Baruta, Capriles
firmó varios acuerdos con el FBI estadounidense para formar a su policía
municipal, y recibió fondos de la embajada de Estados Unidos para esa
misión.
Henrique Capriles participó activamente en el golpe de Estado contra
Hugo Chávez organizado por Estados Unidos en abril de 2002. Alcalde de
Baruto, procedió al arresto de numerosos partidarios del orden
constitucional, entre ellos Ramón Rodríguez Chacín, entonces Ministro de
Interior y Justicia, el cual fue violentamente agredido por los
partidarios del golpe frente a las cámaras de televisión.
Al respecto, las palabras de Rodríguez Chacín son esclarecedoras: “Les
hice ver [a Henrique Capriles y Leopoldo López, quienes llegaron para
arrestarlo] el riesgo, el peligro que había para mi integridad física
[de salir frente a la multitud], que la situación se iba a escapar de
sus manos, sugerí salir por otro lugar, el sótano y la respuesta que
recibí de Capriles, precisamente, fue que no, porque las cámaras estaban
al frente del edificio. Ellos querían sacarme en frente de las cámaras,
para exhibirme, no sé, supongo; para vanagloriarse ellos, a pesar del
riesgo”.
Unos días antes del golpe de Estado, Capriles apareció ante las cámaras
de televisión con los dirigentes de su partido político Primero Justicia
para reclamar la renuncia de Hugo Chávez, de los diputados de la
Asamblea Nacional, del Fiscal de la República, del Defensor del Pueblo y
del Tribunal Supremo de Justicia. Tras el golpe del 11 de abril, la
primera decisión de la junta golpista fue precisamente disolver todos
estos órganos de la República.
En abril de 2002, Primero Justicia fue el único partido político en
aceptar la disolución por la fuerza de la Asamblea Nacional que ordenó
la junta golpista de Pedro Carmona Estanga.
Durante el golpe de Estado de abril de 2002, Capriles también participó
en el asedio a la embajada cubana de Caracas, que organizaron la
oposición venezolana y la extrema derecha cubanoamericana. Estaba
presente Henry López Sisco, cómplice del terrorista cubano Luis Posada
Carriles, responsable de más de un centenar de asesinatos, entre ellos
el atentado contra el avión de Cubana de Aviación el 6 de octubre de
2006 que costó la vida a 73 pasajeros.
Tras cortar el agua y la electricidad, Capriles, quien pensaba que el
vicepresidente de la época Diosdado Cabello, se había refugiado en la
entidad diplomática, entró y exigió del embajador revisar el lugar,
violando así el Artículo 22 de la Convención de Viena, que estipula que
las representaciones diplomáticas son inviolables.
Germán Sánchez Otero, entonces embajador cubano en Venezuela, le
respondió lo siguiente: “Si usted conoce el derecho internacional debe
saber que tanto Venezuela como Cuba tienen derecho a que un ciudadano
sea evaluado para recibir asilo político en cualquier sede diplomática.
Un demócrata, un humanista, no puede admitir que haya niños sin agua,
sin electricidad y sin comida”.
Al salir de la embajada, Capriles, lejos de calmar la multitud alterada,
declaró a la prensa que no había podido revisar la representación
diplomática y que estaba en la imposibilidad de confirmar o no la
presencia de Cabello, lo que suscitó nuevas tensiones.
Por su participación en el golpe de Estado, Capriles fue enjuiciado y
encarcelado de modo preventivo por sustraerse a la justicia.
El fiscal de la República, Danilo Anderson, encargado del caso Capriles
fue asesinado en noviembre de 2004 en un atentado con coche bomba.
En 2006, los tribunales absolvieron a Capriles.
En 2008, se abrió un nuevo juicio penal que todavía está en curso.
Tras su elección en 2008 como gobernador del Estado de Miranda, Capriles
expulsó de las instalaciones de la región a los funcionarios encargados
de los programas sociales que elaboró el gobierno de Chávez.
En su programa electoral, Capriles promete luchar contra la
delincuencia. No obstante, desde su llegada al poder en Miranda, la
inseguridad se incrementó haciendo del Estado uno de los tres más
peligrosos de Venezuela. Entre 2011 y 2012, la tasa de homicidios
aumentó más de un 15%.
A pesar de este balance, Capriles, reelegido en 2012, todavía se niega a
aceptar la implantación de la Policía Nacional Bolivariana en el
territorio que dirige.
Entre 2008 y 2012, Capriles despidió a más de mil funcionarios en el
Estado de Mirando –que trabajaban en el sector cultural– por
considerarlos sospechosos de ser partidarios del antiguo gobernador
chavista Diosdado Cabello, y procedió al cierre de decenas de
bibliotecas.
En 2012, Capriles se reunió secretamente en Colombia con el general
Martin Demsey, Jefe del Estado Mayor de Estados Unidos. No se filtró
nada de esas conversaciones.
Capriles no deja de reclamarse del antiguo presidente brasileño Lula da
Silva. No obstante, éste brindó varias veces su apoyo a Hugo Chávez,
particularmente en las últimas elecciones de octubre de 2012. “Tu
triunfo será nuestro”, declaró en un mensaje al Presidente Chávez.
Candidato a la elección presidencial de 2012, en nombre de la Mesa
Unidad Democrática que agrupó los partidos de oposición, Capriles perdió
el escrutinio con más de diez puntos de diferencia.
En caso de victoria en las elecciones presidenciales del 14 de abril de
2013, Capriles prometió la amnistía para Pedro Carmona Estanga, antiguo
presidente de Fedecámaras que encabezó la junta militar durante el golpe
de Estado, actualmente prófugo de la justicia y refugiado en Colombia.
El programa presidencial de Capriles es de esencia neoliberal y
preconiza una aceleración de las privatizaciones en una economía
controlada en más del 70% por el sector privado, una autonomía y una
descentralización.
En caso de victoria de Capriles, la empresa petrolera nacional Petróleos
de Venezuela S.A. (PDVSA), no se encontrará bajo control político.
El programa de Capriles prevé la suspensión de la ayuda financiera que
otorga PDVSA al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN), el cual financia
las infraestructuras y los programas sociales.
Capriles impondrá un aumento del precio de la gasolina que se consume en el mercado nacional.
Se cancelarán las reformas agrarias que realizó el gobierno de Chávez y se restituirán las tierras a los latifundistas.
La Ley de Pesca, de la cual se beneficiaron decenas de miles de trabajadores del mar, también se abrogará.
Capriles autorizará en Venezuela el cultivo de organismos genéticamente modificados.
Capriles propone “incorporar en el sistema educativo básico y medio,
temas demostrativos sobre la conexión entre propiedad, progreso
económico, libertad política y desarrollo social”.
Capriles prevé otorgar independencia total al Banco Central de
Venezuela, con el fin de evitar todo control democrático sobre las
políticas financieras y monetarias, y le prohibirá “financiar el gasto
público”.
Capriles anunció que pondría fin a la relación especial con Cuba, lo que
afectará los programas sociales en los campos de la salud, la
educación, el deporte y la cultura.
Capriles pondrá término a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), organismo de integración regional.
Capriles suprimirá el programa Petrocaribe que permite actualmente a 18
países de América Latina y el Caribe, o sea 90 millones de personas,
conseguir petróleo subvencionado y asegurar su abastecimiento
energético.
Capriles prevé firmar tratados de libre cambio (TLC), particularmente con Estados Unidos y la Unión Europea.
Capriles prevé volver a otorgar la concesión hertziana al canal RCTV,
que emite ahora vía cable y satélite, a pesar de su participación
abierta en el golpe de Estado de abril de 2002.
Capriles prohibirá todos los programas políticos en el canal nacional
Venezolana de Televisión, dejando así el monopolio del debate ciudadano a
los canales privados.
Capriles prevé “supervisar y controlar la proliferación de emisoras de
radio […] y regular el crecimiento de las emisoras de radio
comunitarias”.
El Programa de la MUD prevé reducir sustancialmente el número de funcionarios.
Capriles eliminará el FONDEN, fondo especial destinado a financiar los programas sociales.
Capriles pondrá término a la regulación de precios que permite a toda la población adquirir los productos de primera necesidad.
Capriles acusa al gobierno venezolano y a la familia de Hugo Chávez de
haber ocultado la muerte del Presidente. Para él, su fallecimiento
ocurrió antes del 5 de marzo.
El autor es: Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la
Universidad Paris IV-Sorbonne, Salim Lamrani es profesor titular de la
Universidad de la Reunión y periodista, especialista de las relaciones
entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège.
Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones
Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul
Estrade.
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