martes, 25 de noviembre de 2014

Peña Nieto, en el centro de la crisis


Las movilizaciones crecen junto con la represión. Padres de los estudiantes de Ayotzinapa amenazan con tomar las armas.

Por Gerardo Albarrán de Alba
Desde México, D. F.
Enrique Peña Nieto se encuentra justo donde no quería estar desde que asumió como presidente de México: en el centro de una crisis de seguridad y violencia que reventó como crisis de derechos humanos y que, a estas alturas, ya es una crisis social, política y moral que exhibe los endebles pilares sobre los que se sostiene. El retorno del viejo PRI a Los Pinos está resultando una pesadilla que se padece por todo el país y que se percibe claramente desde todo el mundo.
Desde dentro, las movilizaciones crecen junto con la represión: once jóvenes, detenidos indiscriminadamente tras la manifestación del pasado 20 de noviembre, fueron enviados a prisiones de máxima seguridad este fin de semana, como escarmiento, mientras algunos de los padres de los estudiantes normalistas desaparecidos parecen llegar al límite y, luego de una reunión el sábado en Chilpancingo con funcionarios del gabinete de seguridad de Peña Nieto, avisan: “Si no aparecen nuestros compañeros desaparecidos, lo que sigue es un movimiento armado”.
Ayer, el secretario de Marina condenó los “actos mezquinos de quienes, enmascarados, en grupos minoritarios y el rostro encubierto laceran nuestra nación”. El discurso del almirante Vidal Francisco Soberón Sanz se suma al endurecimiento mostrado también por el Ejército el pasado 20 de noviembre, en la conmemoración del 1040 aniversario de la Revolución Mexicana.
Desde lejos, México no se ve mejor. “A uno le da la sensación, a la distancia, de que se trata de una especie de Estado fallido”, dijo José Mujica, el presidente de Uruguay, a la edición Latinoamérica de la revista Foreign Affairs. Peor aún, dijo uno de los mandatarios con mayor autoridad moral en el mundo, pareciera que “los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos”.
No es el único que opina así. Apenas el fin de semana pasado, el diario francés Le Monde dedicó un amplio despliegue en primera plana a las movilizaciones sociales en demanda de la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa que mañana cumplen dos meses desaparecidos. El periódico parisino la llamó “La revuelta de los mexicanos contra el Estadomafia” y además dedicó un texto en interiores a la ostentosa mansión de la esposa de Peña Nieto y las sospechas de corrupción que despertaron.
Le Monde forma parte del vuelco de opinión pública internacional sobre la figura del presidente mexicano. Uno a uno, los principales diarios del mundo han ido cambiando el desmedido apoyo editorial que le brindaron a Peña Nieto durante sus primeros dos años de administración por una visión menos complaciente y hasta con críticas severas ante la ineficacia para responder a la crisis de derechos humanos que le estalló en Ayotzinapa. La revista Time, The Wall Street Journal, The Economist, The New York Times, por citar sólo a los últimos, lo mismo que casi el resto de la prensa mundial, parecen despertar a la realidad mexicana. Es el caso de Le Monde, que apenas el 8 de septiembre elogiaba la gestión de Peña Nieto y sus once reformas estructurales de envergadura. El diario francés de referencia decía entonces que Peña “da una imagen de jefe de Estado pragmático y eficaz”. El sábado pasado, en un editorial, dijo que ahora la imagen de Peña Nieto “quedó en entredicho”.
La desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en Guerrero, desnudó a Peña Nieto. Por eso no tiene otra salida que la verdad y la justicia. Esto “no es negociable”, ha dicho Mujica, casi en los mismos términos en que el presidente del Banco Mundial se lo dijo en su cara a Peña Nieto, hace apenas una semana. El presidente de Uruguay fue menos condescendiente que el coreano Jim Yong Kim y atribuyó la descomposición en México a una “gigantesca corrupción” que pareciera haberse instalado en el país “como una tácita costumbre social”.
La entrevista de Mujica en Foreign Affairs Latinoamérica será publicada en la edición de enero 2015 de la revista, que adelantó una parte en su web, lo que provocó la molestia de la administración de Peña Nieto, que expresó su “sorpresa y rechazo”. La cancillería mexicana llamó el fin de semana al embajador uruguayo. La presidencia de la República Oriental del Uruguay emitió un comunicado de prensa diciendo siempre no, México “no es un Estado fallido”.
Apenas hace 10 meses, Peña Nieto otorgó a Mujica la Orden Mexicana del Aguila Azteca. En un acto realizado en La Habana, Cuba, el presidente mexicano alabó a su homólogo uruguayo: “Es admirable su forma de entender y hacer política; su experiencia y filosofía de vida lo hacen un gran estadista de nuestro siglo, como hombre sobrio, líder social y ciudadano del mundo. Estoy seguro de que usted seguirá siendo ejemplo para ésta y futuras generaciones de uruguayos y latinoamericanos”.
A Mujica no le es ajeno México. “Me siento un amigo de corazón de México. Por razones culturales, por los compatriotas en el exilio que recalaron allí, algunos compañeros de mi alma, otros compatriotas todos”, dijo el 28 de enero, al recibir de Peña Nieto la máxima condecoración que otorga el Estado mexicano a un extranjero. Tampoco desconoce la represión, él mismo vivió en la clandestinidad y fue preso político de la dictadura cívico-militar uruguaya.
Por eso apela a “lo mejor de México” a hacer que el caso Ayotzinapa se resuelva y dé pie para seguir con los casos de los 22 mil desaparecidos que reconoce el gobierno mexicano, con los demás muertos “que no están ni siquiera reclamados”.
Mujica no oculta el escándalo que significa que en México “la vida humana es menos que la de un perro”, ni las causas de fondo que lo propician: “Es muy difícil que esto suceda en una sociedad moderna, porque además no es ninguna lucha política, es corrupción de cabo a rabo. Es todavía peor que la dictadura, porque las dictaduras, siendo feroces, por lo menos tienen un enfoque que pretende ser político. Esto es corrupción, esto es un negocio, es plata”. Si uno atiende las reflexiones de Mujica, el caso Ayotzinapa explica la reacción global ante la barbarie en México. El problema no es sólo interno, “tiene un nivel que ya traspasa lo de México. Es un problema de la humanidad. Son cosas que en el mundo de hoy no deberíamos permitir, porque la civilización que tenemos tiene muchísimos defectos, pero el progreso y la marcha de esa civilización no tiene que atar las manos. Hay cosas que no se pueden permitir. Estas cosas podrían ser en el Medioevo, pero no pueden ser en el mundo de hoy”.

Tomado de aquí



lunes, 13 de octubre de 2014

Las razones del triunfo


Por Atilio A. Boron *
La aplastante victoria de Evo Morales tiene una explicación muy sencilla: ganó porque su gobierno ha sido, sin duda alguna, el mejor de la convulsionada historia de Bolivia. “Mejor” quiere decir, por supuesto, que hizo realidad la gran promesa, tantas veces incumplida, de toda democracia: garantizar el bienestar material y espiritual de las grandes mayorías nacionales, de esa heterogénea masa plebeya oprimida, explotada y humillada por siglos. No se exagera un ápice si se dice que Evo es el parteaguas de la historia boliviana: hay una Bolivia antes de su gobierno y otra, distinta y mejor, a partir de su llegada al Palacio Quemado. Esta nueva Bolivia, cristalizada en el Estado Plurinacional, enterró definitivamente a la otra: colonial, racista, elitista, que nada ni nadie podrá resucitar.
Un error frecuente es atribuir esta verdadera proeza histórica a la buena fortuna económica que se habría derramado sobre Bolivia a partir de los “vientos de cola” de la economía mundial, ignorando que poco después del ascenso de Evo al gobierno aquélla entraría en un ciclo recesivo del cual todavía hoy no ha salido. Sin duda que su gobierno ha hecho un acertado manejo de la política económica, pero lo que a nuestro juicio es esencial para explicar su extraordinario liderazgo ha sido el hecho de que con Evo se desencadena una verdadera revolución política y social cuyo signo más sobresaliente es la instauración, por primera vez en la historia boliviana, de un gobierno de los movimientos sociales.
El MAS no es un partido en sentido estricto sino una gran coalición de organizaciones populares de diverso tipo que a lo largo de estos años se fue ampliando hasta incorporar a su hegemonía a sectores “clasemedieros” que en el pasado se habían opuesto fervorosamente al líder cocalero. Por eso no sorprende que en el proceso revolucionario boliviano (recordar que la revolución siempre es un proceso, jamás un acto) se hayan puesto de manifiesto numerosas contradicciones que Alvaro García Linera, el compañero de fórmula de Evo, las interpretara como las tensiones creativas propias de toda revolución. Ninguna está exenta de contradicciones, como todo lo que vive, pero lo que distingue la gestión de Evo fue el hecho de que las fue resolviendo correctamente, fortaleciendo el bloque popular y reafirmando su predominio en el ámbito del Estado. Un presidente que cuando se equivocó –por ejemplo durante el “gasolinazo” de diciembre del 2010– admitió su error y tras escuchar la voz de las organizaciones populares anuló el aumento de los combustibles decretado pocos días antes. Esa infrecuente sensibilidad para oír la voz del pueblo y responder en consecuencia es lo que explica que Evo haya conseguido lo que Lula y Dilma no lograron: transformar su mayoría electoral en hegemonía política, esto es, en capacidad para forjar un nuevo bloque histórico y construir alianzas cada vez más amplias pero siempre bajo la dirección del pueblo organizado en los movimientos sociales.
Obviamente que lo anterior no podría haberse sustentado tan sólo en la habilidad política de Evo o en la fascinación de un relato que exaltase la epopeya de los pueblos originarios. Sin un adecuado anclaje en la vida material todo aquello se habría desvanecido sin dejar rastros. Pero se combinó con muy significativos logros económicos que le aportaron las condiciones necesarias para construir la hegemonía política que ayer hizo posible su arrolladora victoria. El PIB pasó de 9525 millones de dólares en 2005 a 30.381 en 2013, y el PIB per cápita saltó de 1010 a 2757 dólares entre esos mismos años. La clave de este crecimiento –¡y de esta distribución!– sin precedentes en la historia boliviana se encuentra en la nacionalización de los hidrocarburos. Si en el pasado el reparto de la renta gasífera y petrolera dejaba en manos de las transnacionales el 82 por ciento de lo producido mientras que el Estado captaba apenas el 18 por ciento restante, con Evo esa relación se invirtió y ahora la parte del león queda en manos del fisco. No sorprende por lo tanto que un país que tenía déficit crónicos en las cuentas fiscales haya terminado el año 2013 con 14.430 millones de dólares en reservas internacionales (contra los 1714 millones de que disponía en 2005). Para calibrar el significado de esta cifra basta decir que las mismas equivalen al 47 por ciento del PIB, de lejos el porcentaje más alto de América latina. En línea con todo lo anterior, la extrema pobreza bajó del 39 por ciento en el 2005 al 18 por ciento en 2013, y existe la meta de erradicarla por completo para el año 2025.
Con el resultado de ayer Evo continuará en el Palacio Quemado hasta el 2020, momento en que su proyecto refundacional habrá pasado el punto de no retorno. Queda por confirmar si retiene la mayoría de los dos tercios en el Congreso, lo que haría posible aprobar una reforma constitucional que le abriría la posibilidad de una re-reelección indefinida. Ante esto no faltarán quienes pongan el grito en el cielo acusando al presidente boliviano de dictador o de pretender perpetuarse en el poder. Voces hipócritas y falsamente democráticas que jamás manifestaron esa preocupación por los 16 años de gestión de Helmut Kohl en Alemania, o los 14 del lobbista de las transnacionales españolas, Felipe González. Lo que en Europa es una virtud, prueba inapelable de previsibilidad o estabilidad política, en el caso de Bolivia se convierte en un vicio intolerable que desnuda la supuesta esencia despótica del proyecto del MAS. Nada nuevo: hay una moral para los europeos y otra para los indios. Así de simple.
* Director del PLED, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.

Tomado de aquí


Evo ganó y tendría los dos tercios


“Este triunfo es de los anticolonialistas, de los antiimperialistas, del pueblo boliviano”, dijo Morales ante una repleta plaza Murillo. Según los primeros resultados difundidos al cierre de esta edición, el MAS dominaba la Asamblea Legislativa.

Por Sebastián Ochoa
Página/12 En Bolivia
Desde La Paz
En esta ciudad, como en casi toda Bolivia, las elecciones transcurrieron en tranquilidad. En las calles, vacías de vehículos, las familias vestidas de domingo caminaron desde la mañana hasta las escuelas donde se votaba. De ahí, buscaron entre los pocos lugares abiertos para comer y disfrutaron de la tarde de sol, una rareza para esta época de lluvias en La Paz. Al anochecer, miles de militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) se reunieron ante los escenarios preparados en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y aquí, sede del órgano ejecutivo. Según los primeros resultados, el presidente Evo Morales fue reelegido para un tercer mandato con el 61 por ciento de los votos. Segundo quedó Samuel Doria Medina, de Unidad Demócrata, con el 24 por ciento.
Anoche, ante la repleta plaza Murillo, Morales dijo las palabras del caso. “A nombre de quienes luchamos por la liberación de toda Bolivia agradecemos por este nuevo triunfo del pueblo boliviano. Hay un profundo sentimiento no sólo en Bolivia, sino en toda América latina y el Caribe; un sentimiento de liberación de nuestros pueblos, para no seguir sometidos al imperio norteamericano o al sistema capitalista. Este triunfo es de los anticolonialistas, de los antiimperialistas, del pueblo boliviano”, dijo Morales con una sonrisa que no le cabía en el rostro. “Aquí estaban en debate dos programas: la nacionalización frente a privatización. Y nuevamente, con más del 60 por ciento de los votos, gana la nacionalización”, exclamó el presidente ante la multitud.
“Olé, olé, olé... Evo... Evo”, coreaba en la plaza un grupo de turistas argentinos que justo pasaba por la ciudad.
Como en todas las elecciones, hubo incidentes mínimos, como el extravío de papeletas o el sortilegio de que alguien ya había votado antes de que se presentara en la mesa correspondiente. Además de un error presente en las más de seis millones de papeletas de votación: decía “Estado Plurinominal”, en lugar del “Estado Plurinacional”, que es Bolivia, según la Constitución.
En tercer lugar quedó Jorge “Tuto” Quiroga, del Partido Democrática Cristiano (PDC), con el 9 por ciento de los votos; le siguen Fernando Vargas, del Partido Verde de Bolivia, y Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM), ambos con el 3 por ciento.
Ayer por la tarde, el paseo de El Prado fue tomado por niñas, niños, perros de departamento, ciclistas y skaters. Superado el (generalmente) breve trámite del voto, las familias volvieron a entrar a sus casas solamente cuando las obligó el frío del atardecer. Entonces esperaron el resultado pero sin tensiones, porque de antemano se sabía quién seguirá gobernando Bolivia hasta 2020, o quizás más tiempo si el MAS avanza en su plan de remodelar la Constitución de 2010. De confirmarse estos resultados, el MAS continuaría dominando la Asamblea Legislativa Plurinacional en sus dos tercios. Así podría aprobar las leyes que (Morales) quisiera, sin depender de alianzas con otras fuerzas políticas, que en el próximo Parlamento serán ínfimas.
Entre la población dominguera y los turistas que satisfechos tomaban fotos, en las veredas de El Prado se habían asentado decenas de puestos de choripán, helados, humintas, refrescos, películas truchas, anticuchos. Quienes atendían representaban a la gran parte de bolivianos y bolivianas que viven de lo que ganan cada día, integrantes del enorme mercado laboral informal.
“Voté por el Evo porque vemos que las cosas están bien. La gente anda con plata y nos compra”, dijo Clara Mamani, que tiene un puesto de venta de gelatinas de pata y flanes de leche, frente al Obelisco.
“Iba a votar al Movimiento Sin Miedo, pero al final me decidí por el Doria, porque va a sacar más votos y va a tener más lugar en el Parlamento”, comentó Diego Gutiérrez, quien salía de votar del Instituto Americano, en el barrio paceño de Sopocachi.
La Paz fue el departamento con mayor cantidad y porcentaje de votos para el MAS. El 70 por ciento de sus 1.600.000 electores cimentaron el triunfo de ayer. Segundo quedó UD, con el 14 por ciento. En Chuquisaca, Morales obtuvo el 62 por ciento de los votos. Allí quedó segundo Tuto Quiroga, con el 18 por ciento. En Cochabamba, el MAS consiguió el 66 por ciento. Le siguió el partido de Doria Medina, con el 20 por ciento. En Oruro, el oficialismo sacó el 65 por ciento. Le siguió UD, con el 14 por ciento.
En Potosí, el 66 por ciento votó por Morales. Por Dorio Medina lo hizo el 21 por ciento. En Tarija, el MAS cosechó el 52 por ciento de los votos. Le siguió UD con el 26 por ciento.
En Santa Cruz, sufragaron por Morales el 49 por ciento de las y los votantes. Allí Doria Medina consiguió el 38 por ciento, sobre un total de 1.500.000 electores. Este departamento junto a La Paz concentran el 53 por ciento del padrón. En la amazónica Pando, Morales consiguió el 53 por ciento. UD, el 39 por ciento. Beni es el único departamento donde no ganó el MAS. Aquí se impuso Doria Medina, con el 49 por ciento de los votos. Morales quedó con el 43 por ciento.
Estos resultados fueron tomados a boca de urna por la consultora Mori. Efectuar esta tarea costó la detención a cuatro de sus trabajadores en la ciudad beniana de Riberalta, porque habrían hecho la consulta a menos de 100 metros del centro de votación.
De acuerdo con estas cifras, el Senado quedaría conformado con 25 legisladores del MAS, sobre un total de 36 escaños. Para UD serían 9 asientos. Y los dos últimos para el PDC. En la Cámara de Diputados, 111 escaños serían para el MAS. A UD le corresponderían 41 espacios, 12, al PDC, y un asiento para el Partido Verde y otro para el MSM.
Luego de hablar en La Paz, Morales se tomó el avión hasta la ciudad de Santa Cruz, la más habitada de Bolivia, para festejar con sus militantes en el Cambódromo. Así empezó la fiesta en distintas partes del país, la fiesta que estaba prohibida desde el viernes pasado por el Auto de Buen Gobierno.
Tomado de aquí



martes, 23 de septiembre de 2014

Enrique Dussel: "El giro descolonizador" (desgrabación)




1) El giro descolonizador

¿Cuál puede ser el punto de partida de ese pensamiento descolonizado o descolonizador?

El giro descolonizador es un giro epistemológico y sus antecedentes son el “boom literario”, que es descolonizador, la teoría de la dependencia que permite entender económicamente la estructura de la globalización ya en los años '60 del siglo pasado. La teoría de la dependencia es la “quintaesencia” del proceso de la globalización. Y también lo que en el plano religioso-político se llamó la Teología de la liberación que movió el imaginario popular a otro nivel. Y en ese contexto surgió un grupo en Argentina -que luego se generalizó- que hemos llamado Filosofía de la liberación. Este es un movimiento filosófico; había el literario, había el socioeconómico de la teoría de la dependencia y después otros aportes epistemológicos que con el tiempo -y las revoluciones latinoamericanas haciéndose más complejas y más profundas- transformaron la teoría marxista tradicional en algo nuevo. Y uno de sus mayores exponentes es Aníbal Quijano -sociólogo y economista peruano- que de un marxismo más tradicional pero ya de la teoría de la dependencia pasa él a proponer la “colonialidad del poder”. O sea que el poder se organiza desde una estructura colonial y entra el tema de la raza. Él dice “el modo de categorizar en América Latina no fue la clase social, fue la raza”, entonces ese es un vuelco del marxismo a otro nivel.

Aníbal Quijano, por una parte, y yo somos las columnas de una nueva generación que se abre a una tarea interdisciplinaria que hemos llamado “el giro descolonizador” que viene a continuar a algunos movimientos que se han dado a veces sólo en EEUU y otros en América Latina. El tema de la posmodernidad fue europeo, aparece con Lyotard, pero justamente en mi “Filosofía de la liberación” del año 1975 en la primer página yo digo “esta es una filosofía postmoderna”, 1976. Pero por posmoderna yo entendía una filosofía más allá de la modernidad, pero los posmodernos europeos -Lyotard, Vattimo y después todos los que siguen- son todavía de la última etapa de la modernidad porque son eurocéntricos. Entonces yo ya no pude seguir hablando de la posmodernidad -que lo dije antes que Lyotard- porque utilizaron la palabra y la quemaron, tuve que decir “transmodernidad” o sea ir más allá de la modernidad.

2) Un nuevo método filosófico

Hay un punto en este giro epistemológico que es el tema del método porque en algunas conferencias hemos podido ver que el método de esta epistemología es cambiar el punto de foco de cómo se ven las cosas y pararse desde los oprimidos como punto de partida epistemológico. ¿Cómo se hace eso, cómo surge esa posibilidad?

Lo interesante del pensamiento latinoamericano, a diferencia del pensamiento literario, por ejemplo Edward Said, él propone la gran idea del Orientalismo en 1978; la Filosofía de la liberación surge en 1968, 69 -hay que verlo en el tiempo- mucho antes que el Orientalismo y antes que Guha en la India que también piensa desde Foucault el modo de hacer historia y va a hacer los Estudios Subalternos de Spivak y todo este grupo norteamericano y de la India. En cierta manera la Filosofía de la liberación anticipa todo eso. Entonces “totalidad” es Hegel, es Heidegger, ser-en-el-mundo; y en el mundo el Otro, el oprimido, no existe, es nada. “El ser es”, los griegos, el “no ser” es el barbaro. Entonces de inmediato dijimos “el latinoamericano no es” y de lo que se trata es de una filosofía bárbara, de los que están fuera del ser. Y en ese momento Sartre escribió los dos tomos enormes de la “Critica de la razón dialéctica” entonces entendimos cómo se daba el proceso de una totalidad a otra totalidad. Pero el momento más creativo del pasaje era el momento de la exterioridad de una totalidad que me permitía pasar a la segunda: y ese es el tema de Levinas. La filosofía de la liberación trabajó el tema de la exterioridad del Otro que era “la mujer” en el machismo ya a principios de los '70 -yo tengo un tomo de la liberación de la mujer en América Latina-, era “el hijo” de la pedagógica de Paulo Freire que se le mete la ideología del padre, era “el pobre” en la económica. Entonces Levinas daba la posibilidad de entender la dominación económica pero no solamente en la relación capital-trabajo en una fábrica, sino la relación entre los países desarrollados y subdesarrollados en la Teoría de la dependencia en América Latina dentro de un proceso global en 1969-70. Es decir que fuimos la primera filosofía que toma en consideración el proceso de globalización que se va a hablar 25 o 30 años después, y antes del pensamiento de Lyotard y aún antes del Orientalismo de Edward Said y de todo eso. Es interesante. América Latina inició un proceso todavía desconocido. Ahora eso se va a integrar a todo lo demás. Es por eso que metodológicamente dijimos “la dialéctica es el método” pero el momento fuerte de la dialéctica no es negación de la negación. El esclavo es negado y pasar la esclavitud es pasar a un sistema donde no hay esclavos, pero el esclavo deja de ser esclavo cuando tiene una utopía donde él ya no es esclavo y esa utopía es positividad. Tiene que imaginarse libre para dejar de ser esclavo. Entonces el origen del proceso no es una negación de la negación sino que es una afirmación previa que me permite negar la negación y eso le llamamos en el grupo lo “analéctico”. Por eso hablamos de una “anadialéctica” porque le daba importancia a la exterioridad que Levinas había planteado desde un horizonte heideggeriano, hegeliano, eurocéntrico pero ya el “Otro” aparecía y nos situábamos desde el Otro. Lo que no sabíamos era lo eurocéntrico que éramos y ni siquiera habíamos pensado el tema, eso va a ser una lenta maduración de un proceso.

3) Crítica a la Modernidad y al Eurocentrismo   

¿Cómo podemos enganchar eso con otro elemento central de la filosofía de la liberación como es la crítica a la modernidad?

Toulmin -un gran epistemólogo norteamericano- en un libro que se llama “Cosmopolis” se pregunta cuándo comienza la modernidad, ¿será con el descubrimiento de la imprenta de Gutemberg? -no sabe que los chinos habían descubierto la imprenta seis siglos antes-. El pobre Toulmin es un ignorante y fue uno de los más grandes epistemólogos durante unos decenios. Y Habermas dice que el origen de la modernidad es el Renacimiento y después la Reforma y la Ilustración y cada uno dice -como de paso- cuándo se origina pero el origen de la modernidad va a determinar qué es lo que es la modernidad porque está el “yo pienso” pero antes del “yo pienso” está el “yo conquisto” que es un “yo práctico” que después se hace ontología. Y el “yo conquisto” se hace en América Latina, es Cortés el conquistador. Es el ego conquistador del Otro que lo conquista, lo domina y lo pone a trabajar a su servicio en la encomienda, en la mita, en la hacienda y en el mundo colonial que instala la modernidad. Entonces la modernidad como fenómeno cultural global desde un punto de vista ideológico es el eurocentrismo porque los europeos no eran eurocéntricos, tenían un complejo de inferioridad total con respecto al mundo árabe. Sabían que los árabes eran más cultos, más científicos, del sur venía la cultura, El Quijote dice “recibí el texto de un árabe” porque no lo va a recibir de un alemán que no tenía ninguna significación en el siglo XV o XVI. Eran los árabes los ricos. Entonces yo empiezo a darme cuenta que el origen de la modernidad está en 1492 y esto no lo ha dicho ningún autor europeo, ni Wallerstein. Mignolo y mis amigos ya lo han asumido. Se olvidan que es una fecha ontológica porque es el momento en que Europa se abre al mundo y rodea al mundo árabe que lo tenía rodeado. Por los océanos empiezan a rodear al mundo árabe y por las riquezas americanas se desvaloriza aquello. Hay una visión histórica y económica que me permite hacer filosofía, esa es una metodología desconocida por la academia filosófica. Ningún filósofo europeo es capaz de hacer eso porque son unidisciplinarios, los marxistas menos porque conocen la economía pero estaban confundidos porque todos creían que la época colonial tenía un sistema económico feudal y decían “el feudalismo en América Latina”. Ahora, fue un autor marxista argentino que en 1949 dijo “no, la época colonial tiene un capitalismo mercantil” y eso es como el hilo de Ariadna. Yo diría que desde 1949, epistemológicamente, se empieza a desenvolver el entresijo. Si el sistema colonial no fue feudal, fue capitalista, si fue capitalista, de qué tipo. Entonces el capitalismo, el colonialismo y el eurocentrismo son simultáneos. Y la filosofía moderna se va a montar sobre el eurocentrismo y el colonialismo. Lo que hace Edward Said en la literatura que dice que el Oriente es una creación europea lo empezamos a hacer. Entonces yo releo a los filósofos europeos eurocéntricamente y tengo que hacer una destrucción en regla de todos ellos. O sea que cuando hablo con cualquiera enseguida me doy cuenta que son eurocéntricos y le entro a la crítica y me doy cuenta que están desnudos porque no conocen ninguna temática de estas y no entienden la crítica al comienzo y cuando la entienden se dan cuenta que ya no tienen el manejo del discurso, ya se lo quitaron.

4) Una nueva visión de la historia

Aquí llegamos a otro punto que va completando este mapa del giro descolonizador que es una nueva visión de la historia que se ha llamado una visión de la historia no eurocéntrica y aparece la tensión con esa narrativa europea y la tensión con Hegel sobre cómo él construye un mito o un invento ideológico. ¿Dónde está el choque entre estas dos formas de entender la historia?

Hegel no es Kant. Y aún mucho más allá de Kant, de Montesquieu, Voltaire -en De l' esprit de lois, etc.- muestra una nueva historia mundial que se la construye. Y todas sus lecciones, las lecciones de estética, de la historia universal, de la historia de la filosofía, del derecho; todas las hace sobre un cuadro histórico. La religión -por ejemplo- nace en China, en Oriente, va creciendo en el mundo persa, griegos, romanos, hasta llegar a Alemania y el triunfo de Alemania en religión. Y en la estética igual el espíritu y en la filosofía triunfa como “Espíritu Absoluto” y esto en un esquema histórico. Esto es una novedad absoluta. Nadie había planteado todos los tratados en un sentido histórico. Pero es eurocéntrica esa historia y Alemania es el centro, él dice “el corazón de Europa es Alemania, Dinamarca e Inglaterra” y el Sur de Europa desaparece, Grecia, Roma, Portugal “eran”, pero no son. Eso determina a los latinoamericanos hasta hoy, desaparecemos de la historia. Yo siempre he dicho desde Martin Bernal -que hace un gran estudio- que en el siglo XVI y XVII la gran cultura clásica era Egipto. Los obeliscos egipcios estaban en Roma, en París, en todas partes. Y de pronto los románticos alemanes en el siglo XIX dicen “es Grecia” y Winckelmann hace toda una reconstrucción del arte griego. La Universidad de Berlín tiene una propuesta que si usted no dice que la filosofía se origina en Grecia usted no puede ser profesor, entonces imponen ese “helenocentrismo”, un dogma. Y eso lo hacen los románticos y sin embargo ellos critican al racionalismo pero en el fondo son eurocéntricos. Eso es lo que yo planteo en el primer tomo de la “Política de la liberación”, tengo que reconstruir toda la historia mundial para empezar a ser latinoamericano y pensar desde mi horizonte las cosas.



Es decir, las nuevas cosas, la historia no eurocéntrica es el punto obligado de partida para empezar a hacer la crítica...

La historia es como el horizonte epistemológico último de todas las ciencias aún de la mátemática.  Cuando el otro día discutía con el filósofo noruego me decía “bueno, pero la ciencia y la tecnología europea son fundamentales”, y yo le digo “bueno, pero usted sabe que el número que utilizamos en matemática le llamamos números arábigos” porque lo inventaron los árabes en Bagdad y no en Paris. Y el teorema de Pitágoras no lo inventó Pitágoras sino que está en ladrillitos asirios 2000 años antes de Pitágoras. Entonces tenemos una historia construida donde “todo lo hicimos nosotros” y además no es la ciencia la que determina la tecnología y ésta la economía sino al revés, es la apertura de los océanos lo que exige a la tecnología de la navegación y que desarrolla la astronomía y con ello la matemática. Es decir la economía determina la tecnología y ésta la ciencia. Es al revés. Y la expansión europea moderna colonialista va a permitir la revolución tecnológica posteriormente, siglo XVII y la revolución industrial en el XVIII -pero la China también la está haciendo. Hay un libro de Hobson -profesor en Sheffield, Inglaterra- que yo no cito en “Política de la liberación” porque es posterior a este tomo, donde demuestra que todas las máquinas que utiliza la revolución industrial en la agricultura inglesa son chinas, hasta la máquina de vapor. Y estamos descubriendo cosas nuevas. Ni la revolución industrial fue puramente europea pero Inglaterra tuvo una coyuntura que le permitió desarrollarse y la China entró en crisis por razones que se están estudiando y la China vuelve hoy, pero no como milagro, como una siestita de dos siglos. Hasta 1800 todos los productos del mercado mundial eran chinos. Europa no podía venderle a China nada y tuvo que hacer la Guerra del opio para venderle opio hindú a los chinos porque no tenía qué venderle  ya que los chinos estaban más avanzados en todo.

Acá hay otro punto en este pilar del giro descolonizador que es la inclusión de ese “Otro” excluido en la historia porque lo que vemos acá no es solo negar la existencia de ese Otro o “encubrirlo”, sino negar la contribución de ese Otro en la historia universal

“Universal” que es la pretensión de la particularidad europea. Es decir, lo que se llama universal es la pretensión europea de universalidad pero en realidad es el manejo muy creador que se impone a los otros como universalidad, en la medida en que yo lo acepto quedo subyugado, dominado por ello. El avance técnico podemos decir que es utilizado por todos pero el modo en que se lo utiliza y el modo en que se va a desarrollar es culturalmente diferenciado. Pero evidentemente Europa desde el siglo XVII y la revolución industrial hace un desarrollo tecnológico tremendo desde las hipótesis y descubrimientos que va tomando de otras culturas -que no agradece- y que le permite hacer ahora esto que está produciendo. Ahora, el capitalismo chino en este momento es neoconfusiano, no es calvinista como pensaba Max Weber, y está desarrollando ciertos recursos que no son el capitalismo occidental, ya está modificado. Entonces van a haber desarrollos inesperados desde horizontes culturales distintos con otro significado cotidiano también. No va a haber una universalidad tan aplastante sino que pensamos que hay una toma de conciencia de estas grandes culturas -la islámica, la china, la indostánica, etc.- que volviendo a su historia y en diálogo con la modernidad -tomando de ella lo que ellos autónomamente decidan y no lo que se les impone- va a haber un desarrollo que con Walter Mignolo llamamos un “pluriverso futuro”. Es decir que van a haber muchos siglos en donde no encontraremos coincidencia sino mucha diferenciación todavía. Eso no va a ser posmoderno sino que va a ser más allá de la modernidad y el problema ecológico va a determinar la crisis definitiva del capitalismo de una manera quizá inesperada para Marx.  Estamos viviendo un capital financiero que comienza a aplastar a la política aún de los países centrales. Estamos viviendo una crisis muy interesante pero necesitamos nuevas categorías para entenderlo.

5) Una nueva política         

Usted ha dicho varias veces que América Latina es el laboratorio político más importante que tenemos en el planeta. Pero ¿qué es lo nuevo de ese laboratorio político y cuál es la perspectiva? -porque tampoco es una solo experiencia, tiene sus diferencias-

Habiendo planteado ese horizonte histórico, metodológico, ontológico, ético, había que construir una política. Y la política se contruía conociendo muy bien a los grandes políticos teóricos actuales que sería un Badiu en Francia, un Agamben en Italia, Carl Schmitt en Alemania, Rawls en Estados Unidos; nos hicimos cargo de lo mejor del pensamiento filosófico político. Pero al mismo tiempo estaban aconteciendo grandes experiencias en América Latina que para mí son las seis revoluciones que comentaba hoy en la reunión: la revolución cubana, la revolución del Frente Popular con Allende en Chile, la revolución sandinista que remueve la teoría marxista tradicional, los zapatistas pero sobre todo cuando llega en 1999 la revolución bolivariana en Venezuela y ahí llega una nueva concepción de la política porque llegan al poder de una manera realmente novedosa, primero reformando la constitución, nunca había pasado. Ninguna revolución, ni la rusa ni la china iba a cambiar la constitución, “esas son cuestiones burguesas”. No señor. Legalidad y democracia son populares. Consiste en una concepción de la política. Entonces me decía un cubano en La Habana “estos venezolanos son ingenuos. Todavía van a perder una elección”. El cubano nunca va a perder una elección. Y yo le digo “si tu no arriesgas de perder una elección no estás haciendo política”. Y para no perder la elección tienes que estar haciendo política en serio. La hegemonía son los intereses y si no los cumples pierden legitimidad y si no corriges tus errores te sacan del poder. Eso es política.

Pero las expresiones teóricas del zapatismo “los que mandan, mandan obedeciendo”, la expresión teórica de Evo Morales “yo ejerzo un poder obediencial” me dijo “hay un nuevo concepto del poder”. Esto es anterior a Hobbes. Entonces en mi “Filosofía política” yo reconstruyo el pensamiento político moderno y no le concedo a la modernidad nada. Es decir agarró a Hobbes y muestro que es ya un modelo moderno de encubrimiento y de dominación… y de Locke y de Hume y de los que siguen hasta Habermas. Porque Habermas mismo es un formalista que ha perdido lo económico y por eso dejó a Marx. Por eso Habermas no puede hacer una crítica del capitalismo y puede aceptar la Europa existente y no puede hacer una crítica de la invasión de la OTAN en Libia porque está confundido. Yo, en cambio, empiezo una reconstrucción de la filosofía política desde antes de Hobbes y entonces digo: “qué es el poder” y ahí empiezo a redefinir el poder. Aún la izquierda en Lenin –El Estado y la revolución- y Marx –según la interpretación de Meszaros- tuvo una interpretación negativa del poder como dominación. Entonces si el poder es dominación, yo no voy a entrar en la política, por qué me voy a ensuciar. Y los movimientos sociales dicen “a la política no hay que meterse porque te corrompe”, entonces quién se mete a la política, los corrompidos, estamos perdidos. No, yo necesito hacer una política positiva y demostrar cuándo se corrompe. Cuando Hugo Chávez leyó mi segundo tomo quedó encantado y empezó a enseñarlo a la gente porque yo le daba instrumentos para gobernar.

Después de la revolución 17, no era decir “disolver el Estado, todo el poder a los soviets” y empezaron a discutir y a discutir y como no resolvían nada, 1921, el NEP –Nueva Política Económica- y se pasó de todo el poder a los soviets –que era anarquista- a la burocracia rusa no democrática… y era una dictadura, y eso no puede aceptarse. Eso es contra la dignidad del obrero que nunca gobernó en ningún país socialista porque gobernó una burocracia de Comité Central. Eso es el socialismo real. ¿Cómo se supera eso? Hay que replantear todo y eso es mi política.

Mi política es una política que redefine el poder positivamente y que muestra cuándo se fetichiza y casi siempre se fetichiza en la burocratización. Entonces la burocratización es el problema y no el poder. Me enfrento a Negri, me enfrento a Holloway y a muchos pensadores de la izquierda que son cuasi anarquistas que no le sirven a Evo Morales, ni a Correa, ni a Lula ni a nadie porque hacen la crítica al Estado “bueno, muy bien. Ahora tú eres presidente, gobierna”. “No, yo disuelvo el Estado”. Están locos.

Por ejemplo, el FMLN de El Salvador, me sorprendió su consigna: “luchar contra el sistema, dentro del sistema, pero para cambiar el sistema”. Eso es novedoso…

Sí pero aún podría formularse de otra manera “luchar contra el sistema para hacer un nuevo sistema”. Porque si te metes dentro y lo quieres reformar eres reformista. Pero si tomas el poder y empiezas de nuevo –y ahí la nueva constitución- entonces no te metes dentro sino que tienes supuestos distintos. Ese es el problema de Ernesto Laclau, dice “hay que tomar el liberalismo y modificarlo”. Yo le dije “nada, yo no le acepto al liberalismo ni el primer paso”. Dicen “somos individuos, uno que lucha contra el otro y después hacemos un contrato”, no, nunca hemos sido individuos, siempre hemos sido comunidad. Además el contrato lo tenemos por detrás porque toda sociedad humana tuvo instituciones siempre, hasta los primates tienen la institución del macho dominante. Nunca ha habido un grupo humano sin contrato. Entonces no le acepto al liberalismo ni la primera palabra. Y la democracia no es de ellos, la inventaron los egipcios y los griegos y nosotros la vamos a rehacer en serio, parte de la democracia representativa –porque no niego la representativa- la vamos a articular de una nueva manera y eso nunca se ha dicho…

No la confrontación entre dos tipos de democracia sino la complementación…

No hay que ponerle ningún adjetivo a la democracia. La democracia es una: cuando el pueblo puede participar simétricamente en todas las decisiones. Ahora eso es el poder en sí, de afirmación de la vida en la factibilidad, por eso que mi primer definición de las “20 tesis de política” es qué es poder, ahí está todo. Y he visto como lo define Heidegger, cómo lo define Nietzsche –voluntad de poder- y de la ontología me voy a los filósofos, a Lenin, Agamben y a todos y digo “no saben lo que es el poder político”. Creo que es otra cosa. Y la defino. Pero la defino positivamente: es una voluntad de vida de un pueblo. Que significa querer vivir pero vivir es querer comer querer tener agua querer tener cultura propia y hasta tener tus propios dioses; si crees en los dioses, tienes derecho a tener tus propios dioses. Es decir, querer vivir. Pero segundo: coincidir consensualmente en todas las decisiones.

En la dirección de lo que pregunta Diego: ¿podríamos decir que lo nuevo que estamos viviendo –siguiendo a Foucault- es la suma alquímica de diversidades, construyendo una nueva concepción de poder?

Sí, pero es previo a Foucault y más allá de Foucault también. Porque Foucault entiende el poder de manera muy interesante y compleja. Pero yo voy a algo previo: la única sede del poder es la comunidad política. Todas las instituciones son ejercicio delegado. El Estado, el presidente, el parlamento, es ejercicio delegado. El pueblo es el único sujeto. Primero el poder en sí –diríamos con Heidegger- que es indeterminado y es inexistente como el trabajo en sí de Marx. Marx dijo hay que hacer la crítica de todas las categorías del sistema de la economía política burguesa. Ese es un texto de 1861 que los marxistas no conocen. Yo digo hay que hacer la crítica de todas las categorías del sistema de la filosofía política burguesa de Hobbes a Habermas

Entonces estaríamos con un Gramsci y la idea de hegemonía…

Gramsci es casi el único que queda en pie. Gramsci vio casi todos los temas y yo lo cito continuamente. Gramsci es el único que pensó la política marxista. Los demás pensaron la económica pero no la política. Por eso que la política es un campo y la economía otro y hay que distinguirlo, pero después hay que cruzarlo: entonces hay una determinación económica de la política y una determinación política de la económica y eso va a ser otro tomo. Ahora voy a publicar 16 tesis de economía política y después voy a hacer 20 tesis de la historia latinoamericana donde voy a cruzar las mutuas determinaciones. Todo esto metodológicamente está confundido porque se pensó que el nivel económico era la esencia de todo, y no, se despreció a la política en el marxismo. Y Marx mismo –dice Meszaros, no digo yo, Marx tenía de la política una visión negativa. Y por eso es que cree que hay disolución del Estado y fin de la política después de la revolución y entonces qué hay después de la política: la administración y el socialismo real. Y ese problema no fue Stalin, no fue Lenin, fue Marx mismo. Ahí tengo ahora un artículo fuerte que digo Marx tuvo una visión negativa de la política y nosotros tenemos que hacer la política que Marx no hizo con el método con que él hizo la economía. Y eso es lo que yo hago. Hago la política que Marx no hizo pero mundialmente, no eurocéntrica y eso es completamente original porque estamos pensando qué es lo que dice Evo Morales y qué es lo que dice Hugo Chávez y lo que está pasando en nuestra revolución. Yo no podría haber escrito mi política en el año 2000.

Y ahí hay otro punto: en esa nueva política, ¿cuál sería el sujeto determinante?               

Es el pueblo. Y ese concepto, que es el más ambiguo posible, es el que he perseguido 40 años. Y hay tesis de mis compañeros que me dijeron “eso es populismo y está en contra del marxismo” y yo les dije no, miren, la teoría de las clases funciona, pero la categoría de pueblo es distinta. Es más compleja pero es definible. Por ejemplo Ernesto Laclau en su libro “La razón populista” ya avanzó muchísimo, yo también de mi lado y Boaventura también. Es decir ahí viene un sujeto fuerte que no es la comunidad política. Decía Gramsci pueblo es el bloque social de los oprimidos no el bloque histórico en el poder. Ahora, dijo bloque, no dijo clase. Fidel Castro dijo que el pueblo es, cuando de lucha se trata, los 400.000 desocupados -y eso no son clase porque son clase potencial-; luego los 300.000 obreros, los campesinos, los pequeño burgueses, las amas de casa y mete ahí dentro del pueblo muchísimos grupos que construyen un bloque. Cada uno tiene intereses contradictorios pero cuando logra unirse eso es la hegemonía. La hegemonía es el único proyecto que la política puede formular porque un proyecto unánime es imposible. Pero lo que más se aproxima a la unanimidad es lo hegemónico sobre todo los oprimidos. Y cuando hay una coyuntura histórica donde los movimientos sociales y la población logran tener un proyecto hegemónico aparece el pueblo como un bloque que transforma la historia pero se disuelve después y entra en nuevas contradicciones. Y algunos que eran parte del bloque se transforman en los dominadores del nuevo sistema: en la primera emancipación los criollos hegemonizaron un proyecto de los esclavos, los indígenas, de los españoles pobres…

La sede del poder es de la comunidad política y en concreto, históricamente, el pueblo, que no es toda la comunidad política sino los que se hacen actores del cambio de la historia –está el antipueblo también. Es un agente colectivo que llamo pueblo.

Se disuelve pero como dice Bloch deja camino para construir el horizonte de la esperanza

Por supuesto. Y a su vez, muchas veces, el último horizonte es mítico. Y por eso Bloch tiene razón. Y no es de progreso en el sentido cuantitativo. ¿Populista? Yo tengo un artículo -5 tesis sobre el populismo- con la diferencia entre pueblo y populismo. Una cosa es el pueblo y otra cosa el populismo. Justamente populismo es llamarle pueblo a toda la nación incluyendo a los dominadores, al bloque histórico en el poder.

Cuando no le gusta a los ejes dominantes eso es populismo

Claro, bueno, pero populismo con precisión filosófica y sociológica. Son los movimientos sociales que cada uno tiene intereses distintos pero poco a poco, por el diálogo y la traducción, empieza a decir yo soy feminista, pero ves el problema de la raza, pero las mujeres de color son las peor tratadas, entonces las feministas dicen “el problema del racismo me interesa”. Y otro dice “son las peor pagadas”: entonces las mujeres proletarias están peor. Y poco a poco por la traducción y el diálogo empezamos a tener un proyecto homogéneo. Ya no son clases, ni grupos sociales, ni excluidos de las clases como las etnias sino que es el bloque social de los oprimidos y aparece Gramsci. Mira cómo dice Gramsci: una clase es dirigente cuando está apoyada en el consenso porque tiene hegemonía. Un grupo populista –varguista, priista, peronista- logró un proyecto hegemónico burgués, nacional, obrero, campesino y tenía mayoría real. Tenían el consenso mayoritario porque eran hegemónicos. Ahora, cuando se pierde el consenso aparece el disenso y el disenso es cuando los grupos dicen ya mi interés no está siendo cumplido. Se rompe el proyecto hegemónico. Entonces dice Gramsci: la clase dirigente se vuelve en clase dominante, ya no gobierna por el consenso –en paz- sino por la represión, entonces empieza el lío. Y empieza la transformación histórica hasta constituir un nuevo sistema hegemónico. Todo eso lo estoy tratando en el tercer tomo de la Política de la liberación. Es complejo. Asumo toda la filosofía política contemporánea europea: a Badiu, Agamben, a cualquiera de ellos le digo sí contigo aquí, pero no allí, porque allí ya no funciona.



jueves, 11 de septiembre de 2014

Declaración de Nueva York sobre Cambio Climático


Hacemos un llamado a todos los movimientos y organizaciones sociales, a las agrupaciones ambientales y de justicia climática, a unirse a nuestro llamado a la acción y a firmar la siguiente declaración.
El 23 de septiembre el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, está organizando una Cumbre del Clima en Nueva York convocando a jefes de estado, representantes de grandes transnacionales y un reducido grupo de participantes de la sociedad civil. La Cumbre está rodeada de mucha farandula pero en realidad lo que busca es solo “promesas voluntarias” de reducción de gases de efecto invernadero y nuevos mercados de carbono como REDD+, la Agricultura Climática Inteligente y propuestas privatizadoras como la “Energía Sostenible para Todos”. Todas estas son falsas soluciones de “economía verde” que buscan mercantilizar aún más la vida y la naturaleza para generar más ganancias capitalistas. Los movimientos sociales abajo firmantes, que en conjunto representamos más de 200 millones de personas en todo el mundo, denunciamos esta captura corporativa de la ONU y del proceso de negociaciones del clima y llamamos a organizarnos y movilizarnos por un cambio del sistema. El cambio climático es el resultado de un sistema económico injusto y destructivo. Para hacer frente a esta crisis, debemos abordar sus causas estructurales y cambiar el sistema que las genera. No será posible salir del caos climático si no proponemos soluciones de fondo y cuestionamos la inacción de los gobiernos subordinados a las transnacionales contaminadoras. Es fundamental unir y fortalecer las luchas económicas, sociales y ambientales para cambiar el sistema capitalista.
Declaración de Nueva York sobre Cambio Climático
Movilización y organización para detener y prevenir la Fiebre del Planeta. Nueva York, 19 al 23 septiembre.
Cuando los seres humanos tenemos fiebre nos preocupamos y tomamos medidas urgentes. Después de todo, sabemos que si nuestra temperatura corporal se eleva 1.5ºC y peor 2ºC [3,6 º F] por encima del promedio normal puede haber graves daños a nuestra salud y si el aumento es de 4-6ºC [7.2-10.8 º F] o más puede causar una situación de coma e incluso muerte.
Lo mismo ocurre cuando el planeta Tierra tiene fiebre. Durante los últimos 11.000 años la temperatura promedio de la Tierra ha sido de alrededor 14ºC [57.2ºF]. Ahora esa temperatura promedio está a punto de aumentar en 1ºC y si no tomamos las medidas adecuadas para evitar que esta fiebre se propague, el pronóstico es que nuestro planeta sufrirá un aumento de la temperatura de 2ºC a 6ºC antes de finales de este siglo. Si ese nivel de fiebre se alcanza la vida como la conocemos cambiará dramáticamente en la Tierra.
Nuestro único recurso es tomar medidas ahora. No cualquier acción, sino la acción apropiada y oportuna, tal como reaccionamos cuando un ser humano tiene fiebre: le instamos a descansar su cuerpo, le damos una gran cantidad de líquidos, le prescribimos medicamentos adecuados y si la fiebre sigue subiendo lo llevamos inmediatamente al hospital y tratamos de encontrar la verdadera causa de la fiebre, que puede ir desde una simple infección hasta enfermedades mortales como el cáncer.
Recetas apropiadas
En el caso de la fiebre del planeta, la receta adecuada requiere emprender y aplicar al menos 10 acciones:
1. Adoptar compromisos obligatorios inmediatos -no promesas voluntarias- para controlar el incremento de la temperatura planetaria a no más de 1.5ºC [2,7ºF] durante este siglo a través de reducciones de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero que no superen las 38 giga-toneladas en el año 2020. 2. Permitir que la Tierra descanse a través de compromisos vinculantes para dejar más del 80% de las reservas conocidas de combustibles fósiles bajo el suelo y debajo del suelo marino. 3. Alejarse del extractivismo de recursos prohibiendo nuevas exploraciones y explotaciones de petróleo, arenas bituminosas, petróleo de esquisto, carbón, uranio y gas natural, incluyendo la infraestructura de oleoductos como el Keystone XL. 4. Acelerar la aplicación y transición a alternativas de energía renovable como la eólica, solar, geotérmica y mareomotriz bajo propiedad y control público y de la comunidad. 5. Promover la producción y consumo locales de bienes durables para satisfacer las necesidades fundamentales de las personas y evitar el transporte innecesario de mercancías que se pueden producir localmente. 6. Estimular la transición de la agricultura industrial orientada a la exportación para el supermercado global a la producción basada en la comunidad para satisfacer las necesidades alimentarias locales como lo formula la soberanía alimentaria. 7. Adoptar y aplicar estrategias de Cero Deshecho para el reciclado y la eliminación de basura, y readaptar los edificios para conservar la energía para la calefacción y la refrigeración. 8. Mejorar y ampliar el transporte público para el traslado de personas y carga en los centros urbanos y entre ciudades a través de vías férreas eficientes. 9. Desarrollar nuevos sectores de la economía para crear nuevas fuentes de trabajo para restaurar el equilibrio del sistema de la Tierra, tales como empleos climáticos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y empleos para la restauración de la naturaleza. 10. Desmantelar la industria para la guerra y la infraestructura militar con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la guerra, y destinar dichos recursos para promover una paz verdadera.
Recetas equivocadas
Al mismo tiempo, también tenemos que ser conscientes de que no todas las acciones son apropiadas y que algunas iniciativas pueden empeorar la situación. El peligro mas grave que tenemos es el hecho de que las grandes corporaciones están secuestrando la agenda climática para hacer nuevos negocios diseñados para hacer más ganancias con la crisis. Tenemos que responder a este asalto de las transnacionales enviando un mensaje claro y fuerte: ¡Dejen de explotar la tragedia del cambio climático!
Más específicamente, tenemos que rechazar la idea de "pintar de verde el capital" a través de las siguientes políticas, estrategias y medidas:
• La financiarización, mercantilización, y privatización de los procesos de la naturaleza a través de una agenda falsa de "economía verde" que pone un precio a la naturaleza y crea nuevos mercados especulativos que sólo incrementaran la desigualdad entre los seres humanos y acelerarán la destrucción de la naturaleza. • Esto significa decir NO a REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques), a la "Agricultura Climáticamente Inteligente", al "Carbono Azul" y a la "Compensación de la Biodiversidad" que están diseñados para crear nuevas fuentes de lucro para las corporaciones. • Rechazar las "soluciones" tecnológicas como la geoingeniería, los organismos genéticamente modificados, los agrocombustibles, la bioenergía industrial, la biología sintética, la nanotecnología, el fracking hidráulico, los proyectos nucleares, la generación de energía basada en la incineración de basura y otros. • Oponerse a los mega proyectos de infraestructura innecesaria que no benefician a la población y que son contribuidores netos de gases de efecto invernadero como las mega represas, las autopistas gigantes y desproporcionadas, los estadios de copas del mundo, etc. • Detener los tratados de libre comercio e inversión que promueven el comercio para la ganancia socavando fuentes de trabajo domesticas, destruyendo la naturaleza y reduciendo sustancialmente la capacidad de las naciones de definir sus propias prioridades a nivel económico, social y ambiental.
Cura preventiva
Por último, más allá de identificar las recetas correctas e incorrectas es fundamental identificar la enfermedad que provoca e impulsa constantemente esta fiebre planetaria. Si no tomamos este paso, la fiebre va a seguir viniendo una y otra vez de una manera mucho más agresiva. Tenemos que hacer una evaluación de las causas estructurales de la enfermedad para poder capear el temporal.
Los científicos han señalado claramente que el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero empezó hace 250 años con la revolución industrial y se aceleró durante el siglo pasado. A partir de este análisis, está claro que el modelo industrial extractivista y productivista para el beneficio de unos pocos es la causa principal del problema. Tenemos que reemplazar al capitalismo con un nuevo sistema que busque la armonía entre los seres humanos y con la naturaleza y no un modelo de crecimiento sin fin -como el que promueve el sistema capitalista- para hacer cada vez más y más ganancias. Necesitamos un sistema que vincule el cambio climático y los derechos humanos, garantizando la protección de las comunidades más vulnerables como los migrantes y respetando los derechos de los pueblos indígenas.
La Madre Tierra y sus recursos naturales no pueden sostener las necesidades de sobreconsumo y sobreproducción de esta sociedad industrializada moderna globalizada. Es necesario un nuevo sistema que responda a las necesidades de la mayoría y no de unos pocos. Para avanzar en esta dirección, es necesaria una redistribución de la riqueza que ahora está controlada por el 1% de la población mundial. Esto requiere una nueva definición de bienestar y prosperidad para la vida en el planeta bajo los límites de la naturaleza y reconociendo los derechos de la Madre Tierra.
En resumen, en septiembre tenemos que organizarnos y movilizarnos, en Nueva York y el mundo, para impulsar un proceso de transformación de las causas estructurales que provocan la crisis climática.
Firmas iniciales:
Alternatives International ATTAC - France CoordinadoraLatinoamericana de Organizaciones del Campo – La Via Campesina (CLOC-LVC) CorporateEuropeObservatory Ecologistas en Acción ETC Group Fairwatch - Italy Focusonthe Global South Fundación Solón - Bolivia Global CampaigntoDismantleCorporate Power and endTNCs’ impunity Global ForestCoalition Grassroots Global Justice Alliance Health of MotherEarthFoundation (HOMEF) - Nigeria IndigenousEnvironmental Network La Via Campesina MigrantsRights International No-REDD Africa Network OilWatch International PolarisInstitute - Canada SENTRO - Philippines Thai ClimateJusticeWorkingGroup (TCJ) Transnational Institute
Para firmar la declaración, por favor enviar el nombre de su organización a: espaceclimat@gmail.com

Tomado de aquí



Obama anunció otra campaña de bombardeos



El presidente estadounidense dijo que no desplegará fuerzas en el terreno, sino que apoyará al ejército iraquí. También dejó abierta la posibilidad de bombardear no sólo Irak, sino también Siria, al decir que atacará al EI “donde sea”.

El presidente Barack Obama empujó a Estados Unidos a una nueva aventura bélica en Medio Oriente. El mandatario anunció anoche, utilizando el prime time de la televisión estadounidense, que su país bombardeará a los extremistas del Estado Islámico (EI) donde sea que estén, una referencia que podría llegar a incluir no sólo a Irak, sino también a Siria. “Quiero que el pueblo estadounidense entienda que este esfuerzo será diferente a las guerras en Irak y Afganistán. No habrá tropas norteamericanas combatiendo en el territorio extranjero”, señaló Obama. “Esta campaña antiterrorista será realizada a través de un esfuerzo sostenido e incansable para atacar al EI donde quiera que sea, utilizando nuestro poder aéreo y nuestro apoyo a fuerzas aliadas en el terreno”, se extendió el jefe de Estado sobre cuál será su estrategia para combatir al grupo jihadista.
En un esperado discurso televisivo, cubierto por todas las cadenas de televisión y que ocupó el prime time de la pantalla estadounidense, Obama dejó ver sus planes para reconstruir al debilitado ejército de Irak; también para armar y entrenar a los rebeldes moderados en Siria. “Puedo anunciar que Estados Unidos liderará una amplia coalición para hacer retroceder a esta amenaza terrorista”, dijo el presidente estadounidense a sus compatriotas. Según sus palabras, además de apoyar al ejército iraquí y de proseguir con los bombardeos, Washington brindará ayuda a las fuerzas kurdas, que actualmente lideran los combates en el norte de Irak, apoyados por la campaña de ataques aéreos que Washington lanzó hace un mes.
“Esta estrategia de eliminar a terroristas que nos amenazan al tiempo que damos apoyo a los socios en el frente la hemos aplicado con éxito en Yemen y Somalia durante años”, se extendió el mandatario. En ambos países, la utilización del poderío aéreo (inclusive con aviones no tripulados) fue la columna vertebral de las operaciones. El objetivo de esta nueva operación militar, manifestó, será degradar y finalmente destruir al EI mediante “una amplia y sostenida estrategia antiterrorista”.
Obama dedicó gran parte de su presidencia a evitar problemas a largo plazo en Medio Oriente. Pero el plan que anunció ayer podría extenderse por más tiempo que su propia presidencia, que termina en enero de 2017. “Yo creo que los estadounidenses necesitan saber que esta estrategia no será una operación de corto plazo”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. Obama habló antes de su discurso con el rey saudita Abdalá. Ambos estuvieron de acuerdo en la necesidad de entrenar y equipar a la oposición moderada siria, informó la Casa Blanca en un comunicado.
La conversación telefónica representa un desarrollo significativo en la crisis: Obama lleva meses oponiéndose a enviar armas letales a la guerra civil en Siria, aludiendo a la dificultad de identificar a los verdaderos moderados y temiendo que los pertrechos terminen en manos de extremistas. Obama manifestó en varias ocasiones a los estadounidenses, en honor a una promesa clave de la campaña electoral, que con el fin de la guerra en Irak no enviaría tropas a combatir sobre el terreno. Sin embargo, nunca descartó el envío de instructores estadounidenses para ayudar a preparar a las fuerzas iraquíes.
El presidente estadounidense dio su discurso en una semana particularmente sensible para los norteamericanos: la víspera del 13º aniversario de los ataques del 11-S, cuando el radicalismo islámico sacudió a Estados Unidos por primera vez con un ataque en su territorio. La Casa Blanca insiste en que el EI, a pesar de ejecutar a dos periodistas estadounidenses, todavía no plantea una amenaza para el país. Pero algunos funcionarios están preocupados con que el grupo pudiera enviar a algunos de sus combatientes extranjeros, armados con pasaportes occidentales, a organizar ataques en Estados Unidos.
Obama comunicó las grandes líneas de su discurso en una reunión con los líderes del Congreso y ayer se reunió con su consejo de guerra en la Casa Blanca. Funcionarios afirmaron que Obama estima que tiene la suficiente autoridad como para llevar a cabo esta nueva estrategia sin necesidad de pedir una autorización al Congreso. Los republicanos se mostraron en contra de la estrategia llevada a cabo hasta el momento por Obama. “Nuestro presidente debe comprender que estamos en guerra y que debemos hacer todo lo posible, durante el tiempo que sea necesario, para vencer”, dijo el ex vicepresidente republicano Dick Cheney, uno de los impulsores de la invasión a Irak en 2003. Y lamentó el declive del poder militar estadounidense a causa de los recortes presupuestarios, a los que calificó de irracionales.
El presidente de la Asamblea, John Boehner, dijo que apoyaría a Obama si desplegaba a las fuerzas armadas estadounidenses para ayudar a ubicar a la dirigencia del grupo jihadista y a entrenar y asesorar a las fuerzas iraquíes. En el Senado, el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, urgió a sus pares a dar una rápida autorización al pedido de armar a la oposición moderada siria, una medida con la que Obama evitaría críticas de estar ayudando al presidente Bashar al Assad, que desde hace más de tres años enfrenta una revuelta en su contra.

Tomado de aquí


El pago soberano de deuda es ley


Por 134 votos a favor, 5 abstenciones y 99 en contra, la Cámara baja aprobó en la madrugada el proyecto del Poder Ejecutivo que autoriza el reemplazo del Bank of New York por Nación Fedeicomisos, permite el pago en Buenos Aires de la deuda reestructurada y crea una comisión bicameral para investigar el origen de la deuda externa desde la última dictadura hasta las reestructuración de 2005 y 2010.

Tras casi dieciséis horas de debate, la iniciativa se aprobó con 134 votos positivos. La oposición se repartió entre 99 votos en contra y 5 abstenciones. Además de los votos propios, el Frente para la Victoria sumó a sus socios del Frente Cívico de Santiago del Estero, Nuevo Encuentro, PJ La Pampa, Movimiento Solidario Popular, Movimiento Popular Fueguino; y también recibió el respaldo de los tres diputados del Movimiento Popular Neuquino y del radical Eduardo Santín.
El debate fue abierto ayer por la tarde por el presidente de la comisión de Presupuesto, Roberto Feletti, quien pidió que haya "un voto masivo" para este proyecto de pago soberano "para preservar el proceso de reestructuración de la deuda realizado en el 2005 y 2010" y señaló que el endeudamiento que sufrió el país "fue un condicionante de la democracia".
Desde la oposición, el radical Miguel Giubergia, el macrista Federico Sturzenegger, el economista de Unen, Martín Lousteau, el socialista Juan Carlos Zabalza, y Claudio Lozano, de Unidad Popular, se pronunciaron con argumentos diferentes en contra del proyecto del gobierno.
"Esta es una ley innecesaria", subrayó Giubergia, al tiempo que resaltó que "el proyecto de ley carece de oportunidad y relevancia; porque la forma adecuada de lograr un real avance en la resolución del conflicto de la deuda originado en la suspensión de pagos de 2001, es obrar de acuerdo a las condiciones contractuales oportunamente acordadas en las reestructuraciones de los años 2005 y 2010 y se respetará así la voluntad de los tenedores de deuda soberana corriente".
Sturzenegger dijo que el proyecto de cambio de sede de pago de la deuda "no resuelve el litigio que Argentina tiene con los holdouts" y que, más aún, los holdin "no sólo no están cobrando su deuda, sino que algunos de ellos no pueden, por problemas de confianza, sentar el cambio de jurisdicción".
Zabalza también reafirmó que su bancada está en contra del proyecto de pago soberano de la deuda y cuestionó que el gobierno "haya acepta la sede de Estados Unidos sin la participación del Congreso Nacional". En la misma sintonía se expresó en contra Lousteau (UNEN), quien consideró "innecesaria" esta iniciativa porque el propio "contrato está facultado para nombrar otro fondo fiduciario" y "no resuelve el problema del bloqueo de los fondos de los bonistas reestructurados".
Lozano volvió a insistir en determinar "cuál es la deuda legítima", cuestionó que se "siga emitiendo deuda bajo legislación extranjera" y dijo que este conflicto "se puede solucionar convocando a una asamblea de bonistas".
En el cierre del debate, la presidenta del bloque del FPV, Juliana Di Tullio manifestó: "No veo espíritu constructivo en la oposición, veo un espíritu destructivo, como si quisieran que esto no funcionara. Póngale un poco de fe, porque tuvimos un excelente resultado con los canjes y hoy esperábamos una jornada de unidad nacional".
Di Tullio agregó que "la Presidenta no toma esta decisión solamente pensando en su gobierno, sino que lo hizo pensando en el futuro de todos los argentinos" y dijo a la oposición que "no se entiende por qué no nos acompañan en esta reestructuración, es ridículo que no lo hagan".

Tomado de aquí


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