viernes, 30 de abril de 2010

(Sin titulo)

Dame la extremaunción con una bofetada de piedad inusitada, virginal pedazo de hierro absoluto. Yo ya no juro, ya no rezo, casi pienso, y si tengo suerte apago la televisión para murmurar uno más uno. Le pregunté si la tenía porque quería escuchar esa versión acústica, pero me voy a resignar para soltar el pañuelo.

No sé tú, pero yo sí me he dado cuenta que hay varias clases de estúpidos. Los peores y más peligrosos son los que intentan definir la parole vie. Después hay que tener cuidado con los satélites, ayer cuando iba bajando las escaleras a tranco largo para alcanzar a subirme al vagón de cabelleras ordenadas me di cuenta que los filósofos políticos y los políticos filósofos nunca han intentado bailar sus bulerías, ni siquiera a cuerda de cubatas, o su salsita a paso lentón en espera del rosicler que se iza a las cinco en el puerto. Mi espalda cerrada tenía la opinión, muy personal, me dijo, de que no debe haber dos extremos, sino que cada ojo debe ser esquina en convivencia. Así las suites de más de una estrella van a albergar la circunferencia de proles en espera de. Punto. Carlos Marx, muerto y enterrado, el primo Nano medio barnizado de amarillo. El problema era que había demasiadas banderas de Cuba en los anteojos de los pseudos.

Vivan los pseudos, a un lado de la puertita sapiens sapiens del zoo de mi barrio.
Y para la hija de puta, un crucifijo sin sal.

jueves, 29 de abril de 2010

AyPadreMío

Me mareo al ritmo de otros mareos, bailando la conga entre festejos internacionales y gritos de auxilio. Los otros que bailaban la conga lo hacían adentro del sucorazón. Adentro del de él, a dos metritos de mi panza, donde me encontraba mirando y sudando y creyéndole a los haces de luz los números de emblemas sesquicentenarios, de cuatro colores, de espadas ancestrales y anhelos ajenísimos, un trago que pudo haber sido exquisito, que pudo haberme bañado como un elixir dulce de abejas sureñas, si no hubiese sido por el grito, el de auxilio, el sudor más rojo que el mío, el impresionista trazo de cuerpo tendido desnudo, latiéndose al son de su propio son, hundiéndose en el recinto del dormitorio mismo, cuyas luces resultaban de pronto tan innecesarias, tan de interrogatorio, tan de sala de operaciones, tan de lo que en el fondo iba a venir siendo con la llegada truculenta y abismantemente vítica del motor de camión, los operadores, funcionarios de empresa, sicarios de este sudor (no los culpo, lo hacen bien), con uniformes acostumbrados al peso gordo del miedo, del socórreme, pero fue benévolo que la asistencia se instalara, que hubiera viajes y regresos de por medio, entre gritos, palabroncitas de querer, todo lo hendido en el plástico de la cotidiana caminata, paso a paso, ya cuarenta años en lo mismo y no me canso, difícil sería cansarme de ti, de tu expresión, de tu sonrisa entera y lagrimal, que reparte almidones de tierna confianza hasta en los círculos más despellejados, sonrisa que pasó, como todo y todos, por otros estadios, lugares innombrables en las comisiones oficiales, fusiles en manos equivocadas, celdas de tortura, calles y barricadas embarazadas, pintándose siempre del mismo color, tiñendo de vez en cuando los otros cuerpos con el virus del abrazo, a los obreros con celular y brazo hediondo, a los hijos repartidos en entrecejos de otros, perdidas en ciudades grandes, todos los cuales se tendieron, nos tendimos en el suelo de tu mano, hoy, hace un rato, recién, ahora mismo, ahora que el grito se disipó un poco con la benzocaína, porque la anestesia alivia el cunde-pánico de las paredes asustadas. Todos nos asustamos un poquito, ¿no? Al menos más que con los temblorcitos, porque sin el electro y sin los gritos, los sudores habrían sido de sangre, y cada mañana al comerme una tostada hubiera sentido ganas de romperme la cabeza contra la muralla por no haber gritado antes que tú, hubiera tenido que caer despacio con la vida entristecida por la oscuridad contigua. Pero todo sigue así como era antes, con la diferencia de que no es como antes, ya no estamos vestiditos de camisa y pantalón, ahora el calor de la primavera-verano y las semanas con malos sueños nos hace seguir, doliéndonos de cabeza y respirando lentito. Y sí, es difícil que nos congelemos, porque eso lo he entendido de tu sonrisa también, de tus brazos y tus manos en la pizarra, mientras yo lavaba la loza con agua fría, no había hipotermias que coagularan la alegría, que oscila, pero al menos hubo-HAY esa, la alegría

miércoles, 28 de abril de 2010

Te fuiste como llegaste

Era un atardecer sombrío

cuando a mi lado te posaste

no dijiste ni una palabra

pero en mi vida solitaria entraste.


Desde ese momento el sol alumbró

las estrellas brillaron

la luna derramó su luz

mi corazón se iluminó y canto.


Porque te fuiste como llegaste

sin una despedida, sin un adiós

y tu partida

mi vida destrozó.


Elba Farías




Te busco

Te busco,
verso bello,
te busco,
rabiosamente.

Te encuentro,
aislado,
vestido para la ocasión,
taciturno.

Te busco,
verso bello,
te busco,
y sólo veo tus ojos.

Te acepto

Escribirle a la espina del pecado
frases más, frases menos,
Te Amo
Glorificarte
Viendo las manchas
Glorificar tus manchas.

Tan raro lo normal

me parece
a mí
tan raro lo normal.

y
a veces
lo anormal también.

yo veo
pero no creo
que esto sea así como es.

extraña razón me ampara
absurda razón
que me hace decir lo que no está dicho.

tan raro es lo normal
tan jaula para libres
tan amantes y odiadores
tan lejano es lo cercano
tan extraño, tan oscuro y claro, tan límite.

Tan cerca

Si pudiera decirte

lo más bello que evoco

usaría tu nombre

si no te ofendes

por el piropo.


El rayo impide mi vuelo,

me detiene en seco ante la mirada ajena;

es el freno al movimiento,

tal vez la única que propicia el arte;

lo mueve,

te mueve a mi lado…

me pone tan cerca de ti.





Sin nostalgia:

34°38'16,88' S - 58°21'25,21' W / Elevación, 29 pies. Sugería caminar, romperme los callos con cada piedrecilla de las calles cuesta abajo, entrar a los galpones de páginas amarillas y bailar con los dedos los tangos matrísticos, sentir como una pelusa en el ojo la comunión natural, el respiro instantáneo. Pensaba que se crecía, que servía y quizás, pero el (des)precio que costaba era el entierro de los baúles sobre los que me sentaba siempre que necesitaba leer en las líneas de mi mano izquierda, que la vida no tiene sentido.

3°26'03,11' S - 70°36'58,06' W / Elevación, 1968 pies. Hoy nada sugiero, se trae el pasado y se revuelve sin temor. Prefiero caminar cuesta arriba por entre los árboles ajados, los que conocí fumando marihuana, cuyas raíces vomité en noches inconcientes, maldije con botellas en la mano, y abracé con las uñas. Los Nortes se han fundido con los pelos del torso de todos los que alguna vez toqué cariñosamente. Al menos en estas Catedrales dejan dormir sin taparse con pantalones de rubí.

martes, 27 de abril de 2010

Avance Oficial

Avanzan los ujieres y los palacios, con los ojos cerrados,
hacia la puerta de los brazos abiertos.
Avanzan las banderas del gobierno y las cuerdas vocales
aceptadas en los timbres ministeriales,
avaladas por la mano alzada que sale desde abajo de la calle.
Avanzan con cañones cortos hacia la Universidad Central de Venezuela
para decolorar la piel negra que mece la cabeza hacia ambos lados,
la piel negra, el movimiento reactivo a la cuadratura del ajedrez.
Avanzan como hormigas teledirigidas
sobre los dinteles, para seguir elevando el mástil impropio
del cuero del sillón, alborada nominal del recurso ajeno.
Avanzan las balas en un número cardinal inalcanzable,
porque las veces multiplicadas emboban los cráneos
haciendo del átomo humano la propiedad indivisible de la desilusión.

lunes, 26 de abril de 2010

(Sin titulo)

Si el lodo se quedara quieto
en un terremoto,
podría cubrir el desierto de Atacama
o alguna ciudad llena de rascacielos.
De ese modo,
las cabelleras crecerían hacia los lados
hasta que en algún momento,
nuestras pieles
vuelvan a tocar las de los muertos

domingo, 25 de abril de 2010

LaPartida

Se desprende el óleo de la tela.
Diluido chorrea.
Yo desde lejos
lo miro
y nunca le alcanzo a decir adiós.

sábado, 24 de abril de 2010

Hambrienta Soledad

Inmanente a la soledad, tan tersa y tan morena, está el deseo. Yuxtapuesto y eléctrico, el deseo.

En invierno me duermo más tarde y a veces salgo de Santiago. Escucho boleros en ocasiones, pero más porque me gusta Almodóvar que por teñirme de rosado. De hecho, me convencí de que los hombres me gustan mucho más que antes. A veces es casi patológico. Una amiga dice, graciosamente, que al salir de un colegio donde la gran mayoría eran féminas, liberamos toda la heterosexualidad reprimida.

Yo me propongo el deseo como un estado del que no se puede ni debe salir, al momento de entrar, y qué fácil es quedarse en él, con la soledad bien vestida. Esa soledad que se parece a Kim Novak, a Tippi Hedren. Pero no voy a decir nada de la soledad, si hay catedráticos de ella, aprendices de expertos que se enojarían si alguien como yo, "tan llena", "que no tiene de qué quejarse" se pone a hablar de la soledad. De todos modos no me iba a quejar, haría apología abierta de ella (seguro eso molesta más todavía a los desconsolados). Pero, por el contrario a la mudez de la soledad, el deseo me remueve un poco más, como para dudarlo y para energizarme. Para pensar el deseo, los boleros sí que empujan. Instan a la sonrisa hot, a las ganas de más ganas, cuando una está tan bellamente sola.

Seguramente nada como los hombres, y no pretendo plantear mis ideas de desigualdad de género, ni meter ismos ahora que estoy relajada. Seguramente, decía, nada como los hombres me producen tanto deseo, tanta insaciabilidad, humildemente y cállese el que especula, tanto placer. Resulta que yo a los hombres los conozco más bien poco, o a lo mejor lo suficiente. Quizás los conozco bastante. Si hablo por empirismo o por imaginación, no importa en realidad, lo que pasa es que están, y parecieran estar más que antes.

No me alejo de lo racional cuando digo esto. Podría argumentar que los hombres, que el misterio, que la admiración, que el matriarcado, que Joaquín Sabina, que Jesús, que Miles Davis, que Marx, que el loco de la plaza. Pero no. Si es que desnudo, tieso y flameante, un solo hombre izara una bandera roja en algún sueño, probablemente querría tenerlo a él, y a él solo, porque estaba solo, porque estaba con una bandera roja, porque protagonizaba un sueño. Sin embargo, ninguno se ha paseado por mi inconciente calentándome las neuronas.

Nunca me había pasado que disfrutara de la filia al descontrol a la vez que de la fobia al compromiso. Yo no veo esta conjunción como signo de inmadurez, que es una interpretación que cualquier persona con ciertos rasgos conservadores pudiera diagnosticar. Para mí, el proponerme disfrutar en vez de sufrir, en un estado en el que perfectamente me puedo poner a llorar por desconsuelo, es un síntoma de que me tomo la vida con un poco menos de rudeza. Y no hablo de rudeza masculinota, sino como sinónimo de consecuencia, de seriedad. Yo no soy seria, no soy sobria. Sí, veinte horas al día lo aparento, y esa puede ser la gracia con que me enfrento al mundo. No dejo de estar lúcida. Tampoco me enamoro. Hablo de mí. Hablo del deseo.

¿Hablo del deseo? Poco, en verdad. Hablo de la madrugada. Quisiera hablar del deseo, pero no me alcanza. Guardo la modestia para estas ocasiones, para asumir que definir el deseo me queda grande. No obstante, sin omitir que me gusta tomar mate, que a veces quisiera abrazar a mi padre más seguido, el deseo es lo que me mueve. Es lo que me permite rechazar la anhedonia, y reírme, siempre libidinosamente, porque siempre hay hombres. Arriba y abajo, reírme. Tal vez gritar. Porque siempre hay hombres, sobre todo cuando cierro los ojos y es invierno.

viernes, 23 de abril de 2010

-El otro día tuve un sueño con esta canción de fondo-

... le dije en el departamento. Insert y a la forma, vamos por partes: los errores en el habla y cada jornada es diferente. Pero en la inspección onírica es un poco menos simple comenzar a cortar boletos de micro desde la raíz a la punta. Pillotonic, el shampoo (ver champú), a veces, los dos, los tres, enumérate las gónadas, niño simpaticón. Así manejaba el taxista, y eso que yo no soy muy entusiasta a viajar en impuestos. Pero cuando se es navegante, hay opios peores que Dio$. Y como en mi testamento dice que en el firmamento no hay Dio$ ni ley ni pablo neruda, válganme un par de huevos los paréntesis de acción de gracia. Ieheip, después de todo no es fácil responder lúcidamente al futuro, habiendo pasado más de veinticuatro horas despierta, por gusto, por placer, por orgasmo, por odio al Papa, cualesquiera de las anteriores son motivos nucleares en la senda del poder para la inconciencia justificada. Y ahora, un silencio bemol, algunos transcriben; yo, trashumante de los recuerdos sin caparazones, lo oigo. Entonces sucede. 1, 2, 9.

Que se vuelve a la vida, si desapareces de las pulgadas. Que te entra por delante un espermatozoide, si intentas definir la vida. Es mejor meter la cabeza por voluntad propia, con cuello y crucifijo en un tubo de ensayo y gritar lo más fuerte posible que “no hay sentido”. Ahí te das cuenta y me doy cuenta, agarramos las piltrafas, los pedazos de carne que sirvan, y en el primer recorrido a pie, nos vamos a la chucha…

jueves, 22 de abril de 2010

Sobriedad

El talento (si se puede llamar así a una capacidad de conseguir algo sostenidamente en el tiempo) que tuve en otros momentos para algunas cosas lo he perdido. No quiero decir que en mi vida, tan corta por lo demás, hubiera habido una época feliz en la que tenía éxito y me sentía llena. Más bien apunto a que he ido deteriorándome en los aspectos a los que atañeré. He ido desgastando y malgastando ciertas energías que me permitían, por ejemplo, escribir y sentir que al escribir transmitía gran parte de lo que estaba sintiendo.
Ahora me es imposible desdibujar una sensación en una conjunción de palabras. Siento que el sentir me sobrepasa al comunicarme. Al escribir y al hablar (¡¡hasta tartamudeo más!!). Me da la impresión de que las palabras y las cosas no pueden relacionarse en mi cerebro de manera armónica. Es como si un puñado de pequeños y miserables espermios intentaran ingresar en un grandísimo óvulo, además hermético, con cientos y cientos de capas que le dan carácter de insondable al círculo fértil.
Cuando pienso en la prosa como parte de mi vida, sé que me ha servido en muchos aspectos.
Gracias a ella obtuve respeto de algunos profesores, de congéneres. Sentí la felación de instituciones rebosantes de asquerosidad; el desprecio que les guardo no es un punto aparte de lo que significaron para mí. Obtuve algunas veces dinero, considerando el casi nulo esfuerzo que ponía en ser una escritora y una lectora disciplinada. Obtuve cierto nivel de reconocimiento. Y todo eso me facilitó, al tener conciencia de mi condición, una especie de holgura de carácter propio, que se tradujo en mayor entrada con la gente, sobre todo con los hombres; mayor “cancha”, como se dice.
Nunca leí demasiado. Seguramente leí tanta poesía como novelas. Leí poca filosofía, no mucha más literatura política. Nunca fui docta ni culta, a pesar de que a mi alrededor se tejía una aureola de intelectualidad(es). Más bien, a partir de algún momento, me dejé estar. Es decir, dejé que las impresiones de buena parte de mi ambiente (por gracia, no todos), siguieran el curso lameculito que habían estado tomando, y no las detuve. Al volver la espalda me di cuenta de que sobre mí había un marbete de escritora, un epitafio de Doña Intelectual, que no era realmente lo que yo era ni lo que yo quería que fuera. Por otra parte, mi apariencia, es decir, mi apariencia exterior, no aminoraba esa chanta mitificación. Siempre me ha gustado vestir con una mezcla de garbo y anacronismo: un tic en la casta de los escritores jóvenes universitarios. Sumado eso a un discurso político más bien cercano al anarquismo, con no pocos ni malos argumentos, la gente antigua y la gente nueva veía en mí un arquetipo de “joven diferente”, de tipo culta y letrada. Y aunque, con humildad, reconociendo que algo de eso hay en mí, tanto por herencia como por mi propia educación, no soy ni como mucho una persona cultivada ni en las letras, ni en las artes, ni en la filosofía, ni en la política. Si resumo: “algo cacho”.
Para mí lo único positivo respecto de que se fragüe de mí una imagen diferente de lo que creo ser es que tengo ese caparazón para resguardar mis pensamientos y emociones más íntimas. Pero eso de partida implica ver entre yo y el mundo una confrontación. Seguramente eso es algo con lo que voy a tener que vivir y no me estoy quejando de entrada. Sólo estoy diciendo que relacionarme con personas particulares que tienen de mí el arquetípico, es incómodo porque es una mentira, es algo que yo sé que no es verdad. Sin embargo también tengo salvaguardada una parte de mi identidad que gusto de mantener con un perfil invisible, y que abro a muy pocas personas.
No obstante lo que se piense de mí, está mi problema de comunicación. Yo sigo sufriendo experiencias de goce estético con algunas novelas y poemas, lo mismo que con algunas películas y temas musicales. El caso es que más que ese goce, la retórica me parece vacua. Creo que detrás de las figuras literarias “se esconde la nada sin disfraz” como escribió Rosasco de la poesía contemporánea en parangón con la de Jorge Teillier. La literatura se me hace como el arma descargada de un ladrón que solamente le es instrumental para enfrentarse con timoratos, pero que cuando tiene que dispararle a un pez gordo, no tiene bala con que enfrentarlo.
Hoy me considero capaz de escribir en un momento de tranquilidad. Pero sé que no me sirve de nada. No quiero seguir haciendo cosas por hacerlas. Bastante es vivir, me parece.

miércoles, 21 de abril de 2010

Respuesta -o medianamente- a lo urgente

A veces digo una tontera. Otras, mancho vidrios con sangre azul de lagartos. Lo cierto, o medianamente cierto a la hora de acatar las barreras, es que no todas las estrellas son agujeros, aun cuando suenen tiros en las cáscaras de paredes desolladas, y las fechas se derrumben con otras y siempre que se llega a la nota más alta, los trenes se detienen a rezar. Entonces nos ponemos todos de rodillas, e intentamos cicatrizar la homofilia.
Cuando ya ha pasado el tractor por encima de los surcos, y las cenizas se han hecho parte de los poros, sólo queda asumir que los fantasmas rondan las cosas y los cuerpos, y que ni la música ni la poesía pueden extirparlos de raíz sin el consentimitno y la ayuda de las manos reposadas. Y, aunque profundamente heridas, en la forma y en el fondo, mis manos están quietas, y han sabido respirar en la superficie los fragmentos de aire necesario para que la vida sea eterna en cinco minutos.

martes, 20 de abril de 2010

Cabalgata fácil. Ligera. A cabalgar ligeramente, allá.

No hay creatividad. No hay más que desesperación. Oh niña. Quieta niña, al retorno, a la nupcia prima, al regreso, al útero efectivo. Si las cosas siguen así, tan destructivas, tan aburridas en su sola posición, en su cuerda imagen, en su burdo aspecto. Si las cosas siguen así, tan graves, tan gravitantes, tan adormecidas, me voy a ir a la mierda. A la mierda

lunes, 19 de abril de 2010

Historia de un 14 de Febrero

Eso era. Debíamos entrarle a los días como una foto de perfil, debíamos decirnos secretos al oído, pero no todos, y sobre todo no preguntar por qué llorábamos a la salida de los cines. El aguacero era una excusa como cualquier otra, y Natalia aprendió la ciencia de descifrarla sin que nadie la viera desporticar o quejarse. Estábamos muy cerca de hacernos polvo cuando apareció Mabel con su voz y acordeón, abriendo puertas y ventanas, aunque confieso que siempre estábamos al borde de hacernos polvo. Fue un respiro cuando pudimos irnos fuera de Santiago, porque se nos venía encima con todo su peso y su infamia. Cuestión de piraterías. Pero nada era suficiente si no éramos capaces de seguir saltando con un pie en el marco de la ventana, poniéndole trampas a la memoria, bebiendo sin perder la dignidad y con máscaras de semi dioses. No era fácil, porque había que arreglárselas con el amor tremendo de Natalia; todo le cabía en la mochila, y ese amor también; comenzó a rondar a Mabel como una perra famélica y herida, nunca de un modo tan secreto, pero todos debíamos hacer como si lo fuera. Por primera vez Natalia era quebradiza, y hacía preguntas lamentables, y se iba y en las calles buscaba cuerpos inútiles y volvía preguntando qué hago, qué cresta hago. Mabel se había parapetado en un fuerte de libros, omisiones y ternuras. En las comidas levantábamos las tres copas como si cada noche fuese la despedida, inventábamos historias obscenas, discurríamos fábulas y conjeturas y narrábamos anécdotas de infancia. Después nos daba por bailar turnándonos, por tocarnos con la excusa de que nos tomábamos la temperatura y por subirnos al techo con la compañía de un botellón, haciendo de la música un paseo dominical de niños huérfanos de calor, entablando patéticas apuestas sobre el destino de las estrellas, dejando que las horas se hicieran cargo de toda nuestra furia, hablando de revolución, de viajes a Europa y de gallos de medianoche; ejercíamos nuestros mejores talentos para engañar a la tristeza.
Fueron días en los que pensamos en todo eso que no podíamos pensar y en los que nos perdonamos ciertas infamias y dos o tres silencios criminales. De golpe Natalia se había quedado sin su fuerza; contenía la invertebrada verborrea, olvidaba su sombrero en los locales y juraba encontrarse de noche con "un gran angular homocida" cuando se miraba al espejo. Rondaba a Mabel a la manera de quiltros y sin hacer preguntas. Se tocaban y en tocarse era el mismo juego, pero nadie mencionaba el miserable mundo que nos había tocado ni el paréntesis de promesas nunca consumadas. Natalia tenía mucho miedo, y no sabía tenerlo. Se la comía la tentación de romper todas las reglas del pavor, pero se sabe; el miedo no perdona. Mabel la miraba, aunque pocas veces a los ojos, y se dejaba querer como si se tratara de un paseo por el Parque Forestal, sin arriesgarlo todo pero dejando territorios de la nada, al modo de una colegiala o una cortesana, y acudiendo a mí cuando la tensión se hacía exasperante. La verdad es que Natalia sufría mucho; no sabía qué hacer con ese amor tan brutal y tan extraño, no sabía si dejarse caer por fin o si seguir rondando impunemente.
En ese póker yo pendía en el medio, hacía el aseo, me ocupaba de la cocina y me reía escondida debajo de una mesa, porque cómo me querían, dos mujeres tan mejores que yo me querían con hambre porque era todo el amor que les estaba permitido expresar; me protegían, me hacían intimidantes regalos, me inventaban nombres y me besuqueaban en el pelo, probablemente por temor a que en esa marea salvaje yo me fuera a suicidar sin que nadie se diera cuenta.
Vivir con dos mujeres en el borde, nadar entre ellas como una recién nacida, dejarme musicar rozando el mundo en un estado de hipnosis y de sueño profundo, quedarme fuera de la tina riendo a carcajadas y vomitando mi pasado.

domingo, 18 de abril de 2010

Los cuentos que yo cuento

Yo era la sobrina favorita de mi tía esquizofrénica. La misma tía que en cada semáforo en rojo se bajaba de su auto para gatear encima del paso de cebra.

Íbamos desde la Facultad de Ingeniería de la Católica rumbo al Cementerio, junto a mi padre. Íbamos a enterrar una silla de ruedas que Edith Piaf dejó a un heredero en Valparaíso, amigo del Gitano Rodríguez, que nunca leyó nada de Leonard Cohen.

Las jubiladas marchaban por Vicuña Mackenna a la altura de la Embajada Argentina y los obreros de la construcción (de los edificios Paz Errázuriz) se les unían tras la proselitización ancianista. Protestaban contra la nueva Ley de Pensiones y contra el femicidio número 84.509.222 desde la llegada de Pedro de Valdivia, pero en la Colonia no había Sernam ("Ni falta que hacía" dijo una vieja que llevaba una polera con el rostro de Voltairine de Cleyre).

Elisa Carrió era la presidenta de Argentina y Consuelo Saavedra de Chile. Las fuerzas de choque de los gremialistas de ambos países (entre ellos algunos anarcocapitalistas con banderas amarillo-negras) habían tenido reuniones secretas para conspirar contra el reclamo marítimo británico de La Haya, pero Slobodan Milosevic estaba muerto y sepultado. Según Aucán Huilcamán, las reuniones se hicieron en la Comunidad Mapuche "Orelie Antoine" y estuvieron resguardadas por varias milicias de la CAM, armadas con Kalashnikovs que a los zapatistas les sobraron cuando se independizaron de Nicaragua.

En Santiago todavía se vendían cajetillas de cigarrillos con el rostro de Don Miguel. Tito Beltrán preparaba una adaptación del Carnaval Opus 9 de Robert Schumann. Yo esperaba verlo pero él estaba preso en Groenlandia, acusado de intentar abusar de la hija de Sergio Lagos. Horacio Salinas le escribió una carta de apoyo, firmada por otros miembros de la SCD, entre ellos mi primo Fabián, que hace pocas semanas había ganado un Festival de música clásica posmoderna en Ucrania.

Yo había escrito una carta para un hombre, que terminaba diciendo "por el momento yo estoy aquí y haré todo lo necesario para que sepas cuán tremendo es lo que siento por ti". En el último momento decidí reemplazar esas palabras por unos bellísimos versos que me recordaban más a otra mujer, una peluquera bisexual con la que viví cuando tenía 12 años y tenía de mascota un venado:

Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror. (1)



El jueves de la próxima semana iban a estrenar una película de David Lynch sobre el asesinato de Marcos Treuer a manos de un estudiante de sociología de la Universidad Alberto Hurtado. Pero Cecilia Serrano descubrió que ese mismo día llegaba Benedicto XVI a Bolivia. La cinemateca donde se iba a dar el documental se vio obligada a prestar sus proyectores al gobierno boliviano. Los mandragoristas (seguidores del movimiento literario chileno de primera mitad del siglo XX), en su mayoría socialdemócratas activistas de organizaciones contra la caza de ballenas harían, también ese jueves, una multitudinaria ovación a la memoria de Lee Harvey Oswald frente a la estatua de Miguel Enríquez en Avenida Kennedy.

Mi madre iba a tener un hijo a sus cincuentaiún años. Dijo que quería ponerle Samy, como Samy Benmayor, el pintor que ganó el Nobel de Economía el 2009, y que en su juventud le regalaba flores a mi madre, cuando ella cantaba rancheras en La Piojera y ganaba 150 mil escudos por semana, gracias a las suculentas propinas de los turistas de Bangladesh.

__________________________.-

(1) PIZARNIK, Alejandra: A la espera de la oscuridad, en Poesía Completa. Editorial Lumen. Barcelona, España. 2000. Página 60.

sábado, 17 de abril de 2010

Tengo, tengo, tengo. Tu no tienes nada..

No tengo nada que decir. No hay nadie a quien le tenga que pedir disculpas, a nadie a quien declarar mi amor, nadie a quien pueda insultar, ni siquiera alguien a quien agradecerle. No tengo nada para decir. Ni siquiera a mi misma, ni siquiera a mis padres. No tengo que decirle nada a nadie. Hoy no tengo nada que decir.

viernes, 16 de abril de 2010

La poesía no sirve, muchachos..

.. siento que estoy perdiendo el tiempo de una manera imperdonable. Quizás se esté cuajando en mi cabeza algún pensamiento "pulento", con alguna de esas palabras bien simples y directas y con una claridad envidiable, qué sé yo, alguna melodía, alguna imagen... definitivamente alguna imagen o algún sonido, no tengo duda de ello. En todo caso, me da lo mismo ser soberbia, todavía no hago nada digno de aparecer en Wikipedia.
Hoy me puse a pensar -no por mucho rato- en la destrucción, y no es por hacerme escenas estruendosas ni utopías de ningun tipo, pero hemos perdido la solemnidad de los antiguos -y no hay que retroceder mucho tampoco-; una de las pocas aspiraciones verdaderamente honestas que aún se pueden observar en personas "que piensan" -que manejan BIEN al menos 1 idioma-, es la "esperanza" de ver las cosas caer o cambiar en uno u otro sentido. Y me refiero a cualquier cosa. Los círculos, eso mismo. Putamadre que son bacanes los círculos. Tengo sed de círculos distintos, ya me estoy mareando dentro de la misma rueda.

No sé por qué me esfuerzo en escribir..

jueves, 15 de abril de 2010

¿Ah?

Qué hay entre los bomberos y el fuego. Entre los pacifistas y las armas. Entre las monjas y el sexo.
Todas oposiciones que, sin embargo, guardan en su relación de confrontación, una correlación extraña. Qué forma el espacio del cañón y el objetivo. Movimiento, he creído siempre. No puedo acotar más los conceptos. Tal vez no hay para qué. Ese espacio debe ser de incertidumbre natural. Una especie de vacío. Pero, ¿todo vacío tiene fondo?
La tristeza, por su parte, como todo, evoluciona. En la evolución de todas las cosas ha de estar el color que siempre he querido ver. No solamente una palabra o un sonido. Qué percepción puede acercarse más al movimiento. Los pensamientos están como si se oyeran. De pronto, quizá todo está unido en alguna dimensión. Me gustaría tocar el centro del filo de un cuchillo, seguro no ha de ser puntiagudo. No ha de cortarme si entonces soy tan pequeña. Y los tamaños también son móviles. Largos los minutos de los insectos. Breves los de los elefantes. Y, entre medio. Siempre entre medio, el ser humano.

¿Habrá una dialéctica más primitiva que la mujer y el hombre?

miércoles, 14 de abril de 2010

(Sin titulo)

Qué poca importancia tenemos. Si tan gravemente irrelevantes somos nosotros, qué tristeza podrá ser capaz de contener el sinsentido de un estornudo, de un grito o de un dolor de estómago. La sinécdoque a través de la cual comprendemos el mundo es como unos anteojos que dislocan todos los haces que entran al iris. Mientras, las obras nos trascienden. Son lo único que tenemos. Lo único.

martes, 13 de abril de 2010

¿Qué hay entre lo patético, lo ridículo y lo cobarde?

Hay la tristeza, la rareza, el desánimo. Cuando la incapacidad de atreverse a hacer algo provoca tanta pena que para salir de aquel estado lo único que queda es reírse, hay lo patético, lo ridículo y lo cobarde. Insano es hacerlo costumbre.

lunes, 12 de abril de 2010

(Sin titulo)

Cuando se trata de una verdadera introspección todas las palabras hierven
y terminan por desaparecer

en algo mucho menos denso que el aire.

domingo, 11 de abril de 2010

Es extraño redescubrir el aburrimiento, cuando nomino la muerte dentro y fuera de la casa, en colores y a ojos cerrados. Es extraño redescubrir la extrañeza. Tal vez demasiado tiempo mirando hacia atrás se me ha olvidado mirar hacia adelante. Está, en cierta forma, contenida en la belleza esta extrañeza. Porque es incompleta, porque es tautológica, porque se repite aunque no sea igual... Y sin embargo cuando lo digo, después de pensar que dije algo que pensé, es tan nuevo lo pensado y lo nominado que no puede ser aburrido si no es por su propio momento: conocido, reconocido y desconocido.



Natalia Rojas





sábado, 10 de abril de 2010

IV Festival: Palabra en el Mundo


Vorto en la mondo, Palavra no mundo, Parola nel Mondo, Worte in der Welt, Rimayninchi llapan llaqtapi, Paraula in su Mundu, Cuvânt în Lume, Parole dans le Monde, Ordet i verden, Word in the world, Palabra no mundo,

Ñe’ê arapýre, Paraula en el Món, Chuyma Aru, Koze nan lemond,

Kelma fid-dinja, Milim ba ólam

20 al 25 de mayo del 2010

La diversidad hace más ancho el mundo

A las y los poetas que también son personas de palabra, organización y acción;

a las maestras y maestros, en la tarea de alumbrar futuros;

a las y los periodistas, que no callan verdades;

a las trabajadoras y trabajadores de la cultura, aquellos que hacen florecer los sueños.



En un principio fue la intención de mover montañas, éramos los pocos que creen que todo es posible. En la soledad de un instante de quietud o en la febril actividad de buscar un lugar posible, jutamos nuestra voz a otra y echamos a correr la palabra en busca de un eco mayor.

Desde trescientos cincuenta puntos en el planeta Tierra, hubo respuesta. Mayor que lo esperado, menor de lo necesario. Pudiéramos quedarnos en la simple contemplación o adularnos entre nosotros o pensar que lo logrado es insuperable. Preferimos la responsabilidad de continuar sumando, que la poesía tiene valor si logramos que se escuche.

En este andar hemos aprendido que la poesía es algo más que palabras: una hoja que cae, un niño sonriendo, una madre que amamanta, una copa que se alza para celebrar la amistad y el esfuerzo, un paisaje que acompaña nuestro caminar, un recuerdo, una esperanza, pero también hemos aprendido que la poesía es todo lo necesario, “lo que no tiene nombre”, lo que se puede hacer de nuevo o lo terrible; como una verdad nunca dicha, como una herida que no cierra o el azote del odio de un ser humano contra otro ser humano.

No es de lamentos ni de falsas alegrías que queremos hablar; es de diversidad, paz, aire, pan, fraternidad, agua, trabajo, amistad... las flores de la vida. Todo aquello que hace más ancho el mundo.

Llamamos a abrirle ventanas y puertas a la realidad, a inundarnos de fuerza pura, a entregar humanidad, a crecer juntos, a sumar fuerzas y acoger en cada lugar la audacia de poetizar la vida. Las formas pueden ser múltiples, la pasión una sóla: organizar en escuelas, universidades, teatros, cafés, restaurantes, anfiteatros, playas, parques, plazas, calles, casas particulares, casas de cultura, estaciones de radio, estudios de televisión, salas de conferencia, centros comerciales o donde la imaginación lo aconseje, una o muchas lecturas de poesía, que unidas a otras en distintos puntos del planeta, serán el IV Festival de Poesía: Palabra en el mundo, del 20 al 25 de mayo del 2010,( en quinientos puntos del planeta tierra.. o más.). Qué si son más, estaremos aún más cerca del lugar soñado en la fraternidad de la alegría.

Démosle una oportunidad a la Diversidad haciendo florecer la vida. Que todos sepan las razones de nuestro canto. Hagamos infinito el mundo!

Este llamado lo hace “Proyecto Cultural SUR Internacional”, “Revista Isla Negra” y el “Festival Internacional de Poesía de La Habana”, en cada lugar lo pueden asumir como suyo y trabajar en común acuerdo las más diversas entidades culturales. Lo dejamos en sus manos en la esperanza de que cada uno le agregue corazón, fuerza y razones para que la poesía sea algo más que palabras.


Vorto en la mondo (esperanto), Palavra no mundo (portugués), Parola nel Mondo (italiano), Worte in der Welt (alemán), Rimayninchi llapan llaqtapi (quechua), Paraula in su Mundu (sardo), Cuvânt în Lume (rumano), Parole dans le Monde (francés), Ordet i verden (danés), Word in the world (inglés), Palabra no mundo (gallego). Ñe’ê arapýre (guaraní), Paraula en el Món (catalán ),Chuyma Aru (aymara)...


En breves líneas


Palabra en el mundo es una iniciativa unitaria y se construye desde la participación de todos. La idea básica es que cada uno de nosotros arme una actividad poética en su ciudad, la suma de todas nos dará como resultado un Festival de Poesía En Todas Partes.

Quienes lo acojan en cada lugar, están en la plena libertad de integrarle las variantes que se estimen necesarias: música, teatro, artes plásticas, títeres, fotografía, películas, etc.

La publicidad debe llevar el encabezado:

IV Festival: Palabra en el Mundo,

Vorto en la mondo,Palavra no mundo,Parola nel Mondo, Worte in der Welt,Rimayninchi llapan llaqtapi, Paraula in su Mundu, Cuvânt în Lume,Parole dans le Monde, Ordet i verden,Word in the world,Palabra no mundo, Ñe’ê arapýre, Paraula en el Món,Chuyma Aru.

20 al 25 de mayo del 2010

La diversidad hace más ancho el mundo


y se añade la institución, el grupo, etc, que convocan a nivel local en cada punto de encuentro.

Promoción:
Todos los organizadores asumen la misión de promover entre sus contactos el Festival, en la idea de lograr la más amplia participación de público y ampliar el Festival a otras ciudades y países.

Poesía en la escuela:
Charlas de poetas en escuelas; los mismos docentes que hablen de poesía, que los chicos escriban o elijan una poesía y la ilustren; con estas ilustraciones puede montarse una muestra en la escuela o intercambiarse con otras que participen o incluso ponerla en las vidrieras comerciales de la ciudad.

Universidad:
Organizar coloquios, seminarios o conferencias, focalizando el estudio en un tema, una generación, un poeta, etc..

También proponer y realizar recitales, muestras de poesía ilustrada, actividades de estudio sobre poesía. Las secretarías de Extensión u órganos de vinculación con la comunidad ya tienen la dinámica necesaria para estas propuestas, en el espíritu de integracion: comunidad universitaria- sociedad.


Radio:
Durante los días del Festival hacer un programa o microprogramas de poesía, con poetas invitados, entrevistas, lectura, etc. Se puede también transmitir los encuentros poéticos en el marco de Palabra en el mundo.

Televisión:
Puesta al aire de un programa o serie de entrevistas a autores locales o incluso cápsulas culturales con poesía leída en el estudio o exteriores. También placas musicalizadas con audio de lectura de una poesía. Etc.

Prensa y revistas:
Los periodicos pueden publicar una página o un suplemento de poesía. Las revistas puden participar con un número especial dedicado a la poesía.

Bibliotecas:
Organizar homenajes a poetas o recitales de poesía. Difundir en esa semana, de manera especial, el patrimonio poético de la Biblioteca invitando a la lectura a la comunidad.

Jardínes Botánicos, campus universitarios, parques:
Organizar una lectura y plantar un árbol por la poesía o en homaneje a uno o varios poetas, con la idea simbólica de crear, con el tiempo, un “Bosquecito de la Poesía”, o “Bosquecito de la Palabra Poética en el mundo”, etc.

Municipios:
Muchas comunas han declarado la actividad de la ciudad en el marco de Palabra en el mundo: como de interés municipal. El interés de las autoridades culturales del municipio o la provincia se ha manifestado en varias oportunidades y esto ha ayudado mucho a los organizadores locales.
Para ser declarado de interés se realiza un simple trámite ante las autoridades de cultura con el debido tiempo de antelación. Los municipios que lo han hecho se han visto retribuidos enormemente con el éxito de cada convocatoria, que ha tenido eco en diversos medios, no sólo locales.

Compromisos:
A cada organizador se le enviará el póster promocional vía mail para que pueda ser impreso y distribuido; también – por la misma vía- el certificado de participación para los asistentes.

A cada organizador le solicitamos los siguientes datos (que serán incluidos en los programas generales y dados a difusión):
pais:
ciudad:
lugar exacto:
dia y hora:
organizadores:
poetas participantes.
Coordinador para Palabra en el mundo y mail de contacto:
Apoyos de:


Para programas de radio y tv debe agregarse:
Emisora / programa/ conductores, si tiene emisión por la web el link.


Para las escuelas:
Niveles que participan, docentes y otros datos institucionales que sean oportunos.

Cada organizador debe comunicar los avances y hacer un resumen de resultados.



¡Nada puede acallar el canto, cuando existen justas razones!

En poesía!

Un abrazo cordial

Tito Alvarado (presidente Proyecto Cultural Sur) pcsur@aei.ca

Gabriel Impaglione (director Revista Isla Negra) poesia@argentina. com

Alex Pausides (presidente Festival Internacional de Poesía de La Habana) proyectosurcuba@ uneac.co. cu


jueves, 8 de abril de 2010

Salió "Soledad": un libro de poesía y otras apreciaciones



Sacamos a "Soledad" (un libro de poesía y otras apreciaciones) en conjunto con la Imprenta-El Espejo. Por sólo 12 pesos podés adquirir este libro. Los fondos que logremos serán administrados por el CAC (Centro de Aprendizaje Comunitario) del Barrio La Favorita. Podés pedir el libro escribiendo a cac_lafavorita@hotmail.com o llamando a María al 155-128370.

Por otro lado, también se podrá conseguir en El Almacén Andante (elalmacenandante@gmail.com) o en los puestos de la Red de Comercio Justo de Mendoza.


¡Adentro!

Hace algunos años, no más de cuatro, me encontré con un par de páginas digitales que se dedicaban exclusivamente a la poesía. Comencé a leer y luego decidí intentar un par, poemas algunos, prosa libre otra.


El ejercicio comenzó a través de un blog (www.depoesiayotrasapreciaciones.blogspot.com) que sirvió de excusa para ir subiendo estas palabras, compartiéndolas con otros, con otras, y trabajando diariamente -o cada dos o tres días- en el oficio de la escritura. Fue así que he podido mantener esta práctica, generalmente nocturna, de despuntar las palabras al cielo, que hacen de este andar un andar poético.


Temeroso, debo admitirlo, comencé a pensar la posibilidad de este libro. Entonces, cuando me encontré frente a todos esos retazos de breves escritos, no supe por dónde empezar. Así fue como incité a mi santa madre para que eligiera, a partir del título de los textos, cuáles serían los ungidos para formar parte del compilado. La vieja aceptó, fue eligiendo, se fue armando, y también vomitó el título del popurrí: “Soledad”.

Soledad puede ser la primera novia, la que nombra el tango, la chica que ¡tan bien! prepara los panchos con poncho o, simplemente, la vecina de toda la vida. A lo mejor, Soledad es la dama de todos los solos, la niña bien que se dispara en rebeldías para hacer sufrir a su abuela conservadora,

o la piba de barrio que enloquece a los muchachos con el contoneo de sus caderas (bueno... con su culo). Tal vez Soledad sea la más fiel de todas las compañeras, la única e irrepetible condición del ser humano ante un infinito universo de estrellas y astros, la breve pero efectiva personita que te susurra al oído las mejores ideas y los peores delirios.

Para nuestro caso, digamos que Soledad son las siete letras que adornan la tapa de lo que está en tus manos.

Michel

(Marcelo Fernandez Farias)



Dijo el CAC:

Les contamos que este librito lleno de cosas lindas, aporta a que se puedan desarrollar cosas mas lindas, dejando la semilla de la lucha.

Somos el Centro de aprendizaje comunitario del Bº La Favorita, y creemos que la cultura es algo muy importante en nuestra comunidad, por eso hacemos diferentes actividades artísticas, educativas, somos independientes y con ideales de cambio; hacia la construcción colectiva. Por ello agradecemos el aporte de quienes fueron participes de esta idea y pensaron en nosotras/os a la hora de compartir todas estas sensaciones.

Creemos en la acción colectiva o individual como construcción hacia una sociedad en la que entremos todos y todas.

Un abrazo.


Podés descargar este libro de acá mismo



Se agradece la difusión de esta información!







martes, 6 de abril de 2010

Tal cual

Qué sería de nosotros

si alguna vez

ese hombre

nos hiciera viudo de nuestro amor

huérfano de la posibilidad del olvido

o sea, hermano del silencio.


Que haría esa gloria

sino cantar

todas las cosas perdidas llevan

tu nombre

algunos le dicen violencia

otros ahorro

otros lucha.


Nadie dio muestra de vida

ni se puso el saco verde de la

mirra

más bien, en tanto

delincuencia, se hacía verde azul

tu ciega vida.

Alambra lo todo carro en

casa blanca.

Aléntate de ti, puto profano,

calentador de mundos sub-

urbanos, calles y más calles

que tu mano, ano, alerta y

baile, te regresa.


Si hubiera terminado esta pelí

cula, no vería la mano de

aquel otro escribiendo su his-

toria.

La suerte es parte de los sabios.

La altura su recuerdo azul.





Parte aguas

Mañana en lo que me queda de suerte. Me desperezo y te miro. Vuelvo a tu lado.
Es diferente así. Como si cada pedazo de mi cuerpo quisiera uno de tu lado. Uno de tu cuerpo. Como si fuera una oleada sensual.
El amanecer te dijo lo que sabías. Lo escuchaste de la luna también.
¿Qué habrás dicho? ¿Qué habrás pensado? ¿Hacia dónde iría tu mirada? Me acosté de todo esto. Me fui de mí.
El hedor ha ocupado mi espacio. Viene de un mundo que desconozco. Viene de un sueño que sueña alguien que no está aquí.



Hamacas resonando sin ataduras, de pies dados y de blanco vestido, de trenzas y silencios.
Salitre blanco, recorrido y acabado. Hoy frente al muro lo atravieso en esencia y saludo sin sombrero su grandeza.
Instintivamente, el dolor se hace nube y se hace sangre y gemido, manantial de surgente abierta a tu sed.
De tu camino seré la huella a tu lado.
Donde tu sonrisa llena de pura alegría, allí mi risa brotará, abrazando las espinas, las rosas y la luna.



naty rivas y michel







He visto un loco en una calesita...

Llamémoslo como más nos plazca. Llamémoslo amor.

Que si se extiende, que si se abre, que si es sincero.

Entonces, se me hizo de canto lo que haces de mí: se mi hizo en tus ojos.

Los brillos de la pupila que te azulan, y esparcen una sonrisa abierta a todo lo que rodea la luna.

El palacio no me pertenece. Soy la sombra y la esencia. Soy tus ojos nuevamente. Me muevo por tu movimiento.

Y desde un dedo que danza desprendo una vuelta, no dudo. Y el salto es enorme y hermoso.

Gracias. ¿Qué camino puedo ofrecerte? No lo sé. Soy sólo mis manos que sangran, por lo menos hoy. Soy lo que soy. Deja que me mueva y me moveré hacia ti.

Porque siempre después es mientras tanto, el tiempo se me hace invisible y un para siempre es este minuto, esta ráfaga eterna, sin tiempo, con toda la infinitud hacia adelante.

Confío en tu maña. Confío en la sombra que proyecta tu luz. He confiado infinitas veces en vos. Toda la vida en donde te he visto moviendo mi mareo. Todas las veces en que fuimos uno con el viento.

Consuela, espera y silba llamando esa esencia que se despabila ante tu mesa, tu tierna belleza de hombre-niño, de grande sol de bello caminante de la contemplación, y entrego de puro baile un sincero, librame, amame, que te voy a amar.


naty rivas y michel


Otra poesía

a naty

la lluvia se desvanece/

acaricio la parte más al sur

de tu recuerdo/me pierdo

en el mirarte niña/


se sube a la cima mi entereza/

me desperezo/ abrazo tu todo/

el cielo fuego baja y me contempla/

la nada arrecia fatal y cierta

cada movimiento urbano/ella

lo sabe todo


y lo adivina todo/

ella lo intuye todo y lo

canta todo/ ella se conoce

hasta en lo que no le han

contado de ella/





Oda a sus ojos

a naty


Oh tiempo! Oh espacio! Qué poco somos.

¿Cómo entregarte niña en tus brazos?

¿Cómo pasear a tu lado en armas tomar?

¿Qué parte de tu desfile habrías repetido?

¿Cómo son los tiempos de la vida y su deseso?


Hoy me inspiro en tus ojos.

Tomo lo que me queda de día para mirarlos.

He sabido que en tu esencia todo se describe.

Reconozco tu alma. Reconozco tu calma.


Luego subo al temor de no contarte,

o al temor de contarte mal.

Me han iluminado tus ojos y he llorado al verlos.

Me han adivinado corriendo tu camino.

Me he puesto porcelana frío sólo para disimular.




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