Me he sentido hoy, indefenso.
Me he sentido vulnerable.
He entregado mi cuerpo a los doctores,
y por ello,
mi vida.
He entregado mi ser a la voluntad del otro,
he cerrado los ojos,
me he librado del ego,
ha sido lo otro… pero lo propio.
Ha sido un solo movimiento,
un intento,
un medio.
Ha sido la fuerza unidireccional,
la fuerza primigenia,
aquella que me acompañó.
Dame fuerzas para ser el otro,
o sea,
tu voluntad.
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