domingo, 1 de noviembre de 2009

El meridiano

Tú no tienes memoria de lo escrito.
Ni sabes aquello que viene.
Eres un silencio.
Como silencio te convoco.


Abre la puerta al hermano,
que pase,
tiende la mesa,
dale de comer,
luego serás libre.


Abre la puerta al herido,
cura su alma,
entrégate tu ropa,
dale tu palma,
ámalo.


Mírate en los ojos del caído,
devuélvele el azul a lo perdido,
hazte tierra y paja; libre y ave.
Hazte de lo mismo que tus hermanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...