La imaginación era su lanza,
había cambiado la jungla por el sol,
había decorado el valle por la memoria,
todo se vislumbraba y discurría,
a pesar de él.
Voto había tomado por el olvido,
tomado el vaso del eterno recuerdo,
salvífico, meridional, en vano,
se cruzaba de vereda al verla,
y se sentaba allí cerca.
Tantos años había esquivado
en memoria de tu sueño;
un grano superior…
que hoy…
pura mazorca…
desnuda elogiaba a tus santos
y piedra regalaba.
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