I
Creo que una poesía podría ayudarme a salir de esta paso apretado
Liberar los miedos como para que ya no vuelvan
Echarme a rodar desnudo por los pasillos del cielo
Cagar las rosas rojas que vomitan maldiciones
Hacerte ver el amor por el odio
Apurar el cáncer que te paraliza
Incendiar la tribuna de políticas sagradas
Mostrar al fabulador
II
El secreto está en mirarte,
y averiguarte mujer.
El secreto está en olerte,
y sentirte cielo.
El detalle está en escucharte,
y valorarte hombre.
El detalle está en tocarte,
y excitarte orgasmo.
III
Quiero enamorarme de mis palabras,
escaparle al miedo.
Quiero prometerte un cielo eterno tuyo,
negar la violencia.
Quiero adjudicarte el último sueño posible,
voltear el negro.
Quiero absolver de tu belleza lo que te hace eterna,
soliviantar la esperanza.
Quiero descubrirte calorías para desearte la vida energía,
salivar al dictador olvidado.
IV
Tú eres la saliva sacerdotal,
puta avaricia.
Dices las cosas como si fueran hechos,
hombre a la vista.
Quieres maldecir al suelo haciendo,
santo al correcto.
Buscas diablos en donde sólo hay comienzos.
Buscas fuego en donde hay escarmiento.
V
Usted siga con su hight society y su historia de bulin mistongo. A mí me deja en el barro, con la mirada en el horizonte y la mente en alto. Usted continúe haciendo como que hace lo que no hace y celebrando la caída de imperios de pie. A mí me deja gesticulando puteadas por el aumento del pan. Usted siga escuchando la vida y la seguridad y la acumulación. A mí me permite volar bajito, silbar más alto y cantar a la altura de las circunstancias. Usted déle nomás con suponer al trabajador que ya no es. A mi me deja amando… como se puede… en esto de las conciencias sociales.
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