Son los enemigos del peronismo los que me hacen...

Ante las reformas a la justicia impulsadas por el gobierno nacional, el arco opositor ha sacado una "DECLARACION DE LA OPOSICIÓN UNIDA SOBRE LA POLITIZACION DE LA JUSTICIA". El texto pivotea sobre dos principios caros a la democracia liberal: la independecia y el republicanismo. Sin embargo, no es difícil manipular estos dos conceptos para adaptarlos casi a cualquier posición política posible. Que el espíritu de este texto coincida con la carta que le enviara el Papa Francisco a Ricardo Lorenzetti tampoco es una casualidad. 

Si el texto de la Declaración dice que: "Detrás del título meramente retórico de “democratizar la justicia” se esconde un intento de suprimir la independencia de los jueces, modificando el régimen republicano que establece la Constitución, en perjuicio de las libertades y derechos de todos los ciudadanos argentinos", un extracto de la carta del Papa Francisco a Ricardo Lorenzetti expresa que "es de gran utilidad tener siempre presentes los bellos ideales de ecuanimidad, imparcialidad y nobles miras que caracterizaron a los grandes magistrados que han pasado a la historia de la humanidad por la rectitud de su conciencia, los conspicuos valores que los distinguían y la irreprochabilidad con que llevaron a cabo su servicio al pueblo". El problema aquí es que en los tiempos en que supuestamente la "independencia" y el "republicanismo" eran moneda corriente en la institucionalidad estatal argentina, el proyecto neoliberal estaba enraizado hasta la médula en los políticos que formaban parte de la dirigencia -no es difícil recordar la década menemista ni la experiencia de "La Alianza". En aquellos años, rara vez se hacía mención a la "falta de independencia o republicanismo" cuando era el poder económico concentrado neoliberal el que operaba con absoluta libertad desde la Casa Rosada. 

La Declaración asevera que "los cambios propuestos en el Consejo de la Magistratura transforman a este organismo en dependiente de mayorías circunstanciales". ¿No es enteramente mejor que un Consejo pueda ser elegido por el pueblo aún cuando acepte una mayoria política oficialista que no conforme al arco opositor? ¿O era mejor cuando -¡y desde hace muchos años!- la "mayoría no circunstancial" (o sea el poder económico concentrado) era la que eligía a los jueces que quería y los mantenía ad infinitum? Personalmente no tengo dudas sobre esta respuesta: será siempre mejor que el pueblo pueda elegir (aún cuando nos hemos equivocado muchas veces) a que sean los monopolios y las corporaciones económicas las que pongan y saquen a los funcionarios a través de prácticas no siempre muy legales.

Unos párrafos más adelante se critica que, supuestamente, el oficialismo hable de "democratizar la justicia" y apruebe el proyecto sin debate en el Congreso. Pero, ¿acaso buena parte de la oposición no se negó a discutir en el recinto? Y cuando el Frente para la Victoria no era primera minoría como ahora y la oposición tenía las herramientas para no dar quorum, ¿no se ausentó en reiteradas ocasiones para no tratar leyes que no eran de su interés? Aunque dar o no dar quorum es perfectamente plausible en el Congreso, ¿cuáles fueron las posibilidades de diálogo democrático que la oposición dio a la hora de no presentarse en la sala de discusión?

Se habla de "preparar el terreno para la impunidad" cuando la Ley de Medios votada hace cinco años por el Congreso aún no se define como constitucional o inconstitucional en dos de sus artículos. Si hay que hacer modificaciones para que no se necesiten -¡más de cinco años!- para intentar garantizar en la Argentina los derechos a la Libertad de Expresión y a la Libertad de Información, ¿es eso "preparar el terreno para la impunidad" o tratar de volver más eficiente uno de los poderes republicanos por el cual tanto pregonan?

Hablemos de una parte del título de la declaración: "politización de la justicia". El Poder Judicial es aún más político que el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo por la sencilla razón de que suponemos que es a-político o que se lo quiere "politizar". 

Reproducimos aquí la Declaración que hemos comentado:

DECLARACION DE LA OPOSICIÓN UNIDA SOBRE LA POLITIZACION DE LA JUSTICIA.

Ciudadanas y ciudadanos, dirigentes políticos de todo el arco opositor, intelectuales, empresarios, líderes sociales, dirigentes sindicales y organizaciones no gubernamentales, firmamos esta Declaración de Rechazo al intento de control de la Justicia por parte del Gobierno Nacional.

Detrás del título meramente retórico de “democratizar la justicia” se esconde un intento de suprimir la independencia de los jueces, modificando el régimen republicano que establece la Constitución, en perjuicio de las libertades y derechos de todos los ciudadanos argentinos.

Cuando la Presidenta decía: “Vamos por todo”, no mentía. Le toca ahora el turno al último resguardo de los derechos y garantías; la justicia.

Los cambios propuestos en el Consejo de la Magistratura transforman a este organismo en dependiente de mayorías circunstanciales, y persiguen la finalidad de que el gobierno pueda designar y remover a los jueces que desee, además de quitarle los recursos a la Corte Suprema de Justicia para controlarlos por otra vía.

Respecto de las cautelares, los ciudadanos quedan indefensos frente a los abusos de poder del Estado. Ello soslaya la asimetría de poder entre administración y administrado.

Con relación a las Cámaras de Casación se agrega una instancia judicial más alargando los procesos en perjuicio de los ciudadanos. El ejemplo más palpable se da en los juicios de los jubilados que ya sufren por años la injusticia de demorar sus reclamos.

Al mismo tiempo, resulta paradójico que el oficialismo hable de “democratización de la Justicia” y apruebe los proyectos sin debate democrático en el Congreso.

Es que esta reforma no es para que haya una Justicia mejor, rápida y cercana a la gente, sino para ocuparla con jueces adeptos al Gobierno y preparar el terreno para la impunidad.

Es hora de actuar todos juntos con grandeza y generosidad, ya que se encuentra en juego la República y la Constitución. Cuando no hay justicia independiente no hay Constitución, no hay libertad ni hay derechos para los ciudadanos. No permitamos este atropello.