La noticia del día: el diputado Larroque maltrató al periodista de la TV Pública Juan Miceli.
La operación es así: primero decir que, mientras se inunda la ciudad
de Buenos Aires, gobernada por MACRI, La Cámpora no está en ningún lado,
tal como “denunciaron” los periodistas independientes Jorge Rial y Luis
Novaresio.
Luego, cuando en nuestra web empezaron a salir notas sobre el laburo
de los compañeros en la ciudad, la lavada de cara a Macri pegándole a La
Cámpora se esfumó.
Silencio de radio sobre La Cámpora hasta que algunos canales de TV se
instalaron en la puerta de la Facultad de Periodismo de la Plata, donde
se montó el centro operativo de Unidos y Organizados. Aquí se recibió,
organizó, clasificó y se llevó a los barrios afectados las donaciones
que llegaron de diferentes puntos del país.
Es decir, se canalizó en un centro logístico la solidaridad del
pueblo y de esa manera se la hizo llegar al pueblo damnificado. El
pueblo ayudando al pueblo en conjunto con las organizaciones populares.
¿Lógica pura, no? Salvo para algunos que creen que las donaciones
podrían ser organizadas y trasladadas hasta los barrios de forma
automática.
También funcionaron centros de logística en la Catedral y en un club
de barrio Tolosa. ¿Acaso la Iglesia aprovechó esta desgracia para
posicionarse en la sociedad?. No. Es un lugar que conocen todos y tiene
la logística para que desde cada parroquia pueda llegar material hacia
su sede central, o sea, la Catedral.
¿El club de Tolosa busca quedar bien con los vecinos?. No. Es el
centro de referencia del barrio que por suerte no fue afectado por el
agua y desde allí se puede canalizar la ayuda.
¿Hacemos “ política” – en el mal utilizado término liberal
conservador del término – usando la pechera de La Cámpora?. No. Hacemos
política siempre. Con inundaciones, con sol, con frío, con calor, de
día, de noche. A veces con pechera, a veces con remera, a veces en
cuero, o con campera. Con botas, descalzos, en zapatillas.
Lo que no entienden – o quieren que no se entienda – es que la
inmensa mayoría del laburo de La Cámpora no se ve en términos
mediáticos. Nuestro monopolio comunicacional es la página, los Facebook,
algo de Twitter. El fuerte comunicacional está en los barrios, el cara a
cara con los vecinos.
Las pecheras son de La Cámpora porque somos de La Cámpora, porque si
fuésemos de la Sociedad Rural dirían Sociedad Rural - que por cierto no
utilizó su poder económico ni logístico para brindar una mano –.
Volviendo al tema. Las pecheras sirven para que cuando llegamos a los
barrios la gente nos reconozca y no para “captar votos” como puede
entender Miceli o algún desprevenido. Hay algunos que todavía piensan
que el pueblo es idiota. Siguen pensando que un vecino te va a dar su
voto porque un día aparece un pibito con la pechera de La Cámpora.
Es mucho más complejo. Hay un Estado presente, una economía que
camina, un proyecto inclusivo y eso se nota en las urnas. En el 55% de
votos que apoyó a Cristina en octubre del 2011 puede estar la pista, si
quieren alguna guía.
La militancia es la organización popular con convicciones, con
voluntad y sobre todo, con un profundo amor y respeto por el prójimo.
Seamos libres.
Tomado de aquí.
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