La malinche se reconoció mito y se echó a volar. Todos los hombres la maldijeron sin ver la empresa que su corazón había realizado. Se cubrió de estrellas el cielo y toda la galaxia y sus alrededores se vistieron de fiesta. Se había conocido al hijo del nuevo cielo. El mimbre era un móvil utilizado como espíritu colectivo y material sagrado. Era la nueva vida la que empezaba.
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