Que los faros se habían roto
en la calle en donde ambos nos encontramos
tú disimulaste la situación
yo alegré mi alma.
Que dijiste: “fábrica, obreros, huelga”,
yo te dije: “amor, olvido, paciencia”,
que dijiste: “fuerza, movimiento, lucha”,
yo te dije: “sapiencia, motivación, convicción”,
que dijiste: “sangre, camino, barricada”,
yo te dije: “vida, camino, apertura”.
No recuerdo bien qué más me dijiste
ni tampoco un ápice de lo que yo te dije
pero tus ojos y los míos
que hablan su propio lenguaje
fueron cruzando el destino
y sellando un pacto silencioso;
un pacto entre dos amantes:
“que los faros se habían roto
en la calle en donde ambos nos encontramos”.
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