El método es la cárcel en donde los hombres valientes mueren. Tu voluntad, aún la más sana, es la cárcel de tu hermano. La elección ya es una injusticia. El movimiento es inobservancia. Está todo vendido al mejor postor. Por eso tus límites son tus cadenas y adonde vayas las llevarás. Tu techo es el espanto y la cadencia tu juego. Tu mirada sola es propia de los tiempos solos.
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