Diversas
organizaciones y personas han expresado gran incomodidad ante la forma
en que el "consenso" artificial para mantener el statu quo en la
gobernanza de Internet –es decir, el control de Internet por parte de
EE.UU. y las grandes corporaciones, a nombre del modelo multisectorial–
ha sustituido cualquier debate significativo sobre este tema. Es en
este contexto que un grupo de organizaciones y activistas se reunió en
Nueva Delhi, India, el 14 y 15 de febrero de 2014, para formar la
Coalición por una Internet Justa y Equitativa – Coalición Just Net. Allí abordaron dos cuestiones fundamentales:
(1) Una visión progresista de Internet, y
(2) Una Internet que promueva el bien público y evolucione como "bien común global".
La Coalición, en su presentación para el Encuentro NetMundial que tendrá lugar en São Paulo el 23-24 abril 2014, señaló:
Las
oportunidades para que las mayorías puedan participar en los beneficios
reales de Internet y materializar plenamente su enorme potencial, se
frustran debido al creciente control de Internet por quienes tienen
poder: las grandes corporaciones y algunos gobiernos nacionales. Ellos
usan sus posiciones centrales de influencia para consolidar el poder y
establecer un nuevo régimen global de control y explotación; y bajo el
pretexto de favorecer la liberalización, en realidad refuerzan el
dominio y la rentabilidad de las grandes empresas en detrimento del
interés público, e imponen la posición predominante de ciertos intereses
nacionales en detrimento de los intereses y bienestar globales.[1]
La Coalición Just Net
también ha precisado en su Declaración de Delhi, así como en su
presentación a NetMundial, la necesidad de cambiar radicalmente la forma
en que se gobierna Internet, para colocar en el centro los derechos
humanos y la justicia social.
Las
revelaciones de documentos divulgados por Snowden sobre la vigilancia
tipo pesca de arrastre de la NSA, han sacudido al mundo. Mientras que
en los noticieros han predominado las preocupaciones por la privacidad,
éstas no son la parte más importante de las revelaciones de Snowden. Un
asunto mucho más importante es el de la dominación económica y
política.
La gobernanza de Internet
La
gobernanza de Internet no concierne simplemente a la gestión del
sistema de nombres de dominio (DNS) y otros recursos fundamentales de la
Red. A medida que Internet se convierte cada vez más en mercado
global, acervo de conocimientos, pool mediático mundial y canal
primordial para las comunicaciones, su gobernanza adquiere enormes
implicaciones económicas, sociales y políticas.
Originalmente,
el gobierno de EE.UU. había abogado por una gobernanza de Internet
liderada por el sector privado, que luego en algún momento llegó a
"transformarse" en el modelo "multisectorial" (o de los múltiples grupos
de interés). Lo que tales formulaciones binarias –multisectorial
versus multilateral– pasan por alto es que, mientras algunos temas como
los protocolos técnicos, etc., pueden ser resueltos (los estándares
globales se crean de esta manera) entre varios "grupos de interés", la
problemática cambia cuando se trata de políticas públicas. En cuestión
de políticas, esencialmente, existen conflictos de interés entre las
distintas partes, que necesitan la introducción de un concepto de bien
público, aun cuando vaya en contra de los intereses de determinados
sectores. Todavía no tenemos ningún instrumento de justicia
redistributiva que no sean los Estados nacionales.
La
relación del multisectorialismo con el paradigma neoliberal es
evidente, ya que subyacente a este modelo está la idea que no debe haber
regulaciones ni leyes globales. La suposición fundamental del modelo
multisectorial es que todos los actores -operando en igualdad de
condiciones y mediante el consenso- puedan tomar decisiones sobre todos
los asuntos que sean beneficiosos para todas las partes
interesadas. No toma en cuenta que los sectores tienen intereses
distintos, por ejemplo, las empresas y los consumidores, los países del
Norte global y los países del Sur global, etc. Este modelo, de hecho,
da poder de veto a las empresas privadas, protegiendo sus monopolios
existentes y el statu quo.
Recursos fundamentales de Internet
En
el sistema de nombres de dominio (DNS), tenemos que entender que se
trata de bienes raíces de alto valor, si bien en el mundo virtual.
Internet tiene el potencial de crear un número ilimitado de nombres de
dominio y direcciones IP, que es parte de los bienes comunes globales
ilimitados que han sido o pueden ser creados. El poder del ICANN para
controlar estos bienes comunes digitales existe en virtud del hecho que
EE.UU. cercó este patrimonio común y lo entregó al ICANN. En la
actualidad, no existe un marco que da derechos legales (para g-TLDs,
cc-TLDs) a ninguno de los registros regionales o nacionales. Todos los
derechos legales se derivan de contratos privados con el ICANN, otros
registros, y el contrato IANA existente entre ICANN y el Departamento de
Comercio de EE.UU.[2]
EE.UU.
ha propuesto ahora que ICANN se haga cargo de esta función y que
permitirá que caduque su contrato IANA con la ICANN, siempre y cuando:
• no se cree ningún organismo multilateral para este propósito;
•
permanezca en EE.UU., y por lo tanto, bajo la jurisdicción
estadounidense (garantías presentadas al Congreso de los EE.UU. por
Lawrence Strickling, administrador de NTIA, encargado del contrato con
IANA).
Es
necesario discutir -sin ningún tipo de condiciones previas- qué tipo de
estructura es más adecuada para la gestión de tales recursos
fundamentales de Internet. No olvidemos que estamos hablando de cientos
de miles de millones de dólares en bienes raíces virtuales, cuando no
de billones. No es una casualidad que la mayor parte de estos "bienes
raíces" es "propiedad" de los registros en EE.UU. y otros países
desarrollados.
Competencia/monopolización
La
combinación de los servicios de inteligencia y de las grandes
corporaciones globales contribuye a la concentración del poder económico
y a la creación de grandes monopolios globales. La administración
estadounidense de las organizaciones clave de Internet (organizaciones
I* o I-Star) ha dado lugar a que EE.UU. implemente su visión neoliberal
de no tener ninguna regulación y de favorecer el crecimiento sin
restricciones de sus empresas de Internet. Ello ha permitido el
surgimiento en un corto período de los monopolios globales.
La
ausencia de una regulación de Internet ha permitido a las empresas
globales de Internet construir plataformas que facultan la agrupación de
diversos servicios (monopolios horizontales, como Google o Microsoft),
mientras que otras agrupan el acceso con servicios (empresas telefónicas
que ofrecen servicios de Internet).
Google
hoy goza de un monopolio nunca visto antes; incluso los monopolios de
AT&T y Standard Oil aparecen con menor calado comparativamente. A
medida que los datos adquieren valor, las empresas que los extraen a
través de sus servicios -herramientas de búsqueda, servicios de correo
electrónico, etc.-, utilizan los datos de sus abonados para monetizar
sus servicios. Los suscriptores se convierten en "productos" a vender a
las agencias de publicidad. Cada usuario de Facebook valía US$ 4,84
dólares en anuncios por año (al momento de la oferta pública inicial).
Sin
marco regulador, no puede existir igualdad de condiciones en la
economía en línea. Esto nos lleva a cuestiones importantes como la
neutralidad de la plataforma y neutralidad de la red, sin las cuales el
futuro de Internet estará dominado por los monopolios. Para los
consumidores, el efecto de los monopolios es obvio.
Hegemonía cultural/colonialismo digital
Existe
una correlación directa entre el desarrollo, el acceso a Internet y los
contenidos, que indica que los marginados de la sociedad "global"
apenas producen contenidos. Ello significa que la historia de los
marginados es escrita en el primer mundo. Los pueblos del Sur global
pueden ser usuarios de los servicios de Internet, del conocimiento, del
software y hardware, pero no serán sus creadores. No obstante, pagarán
por ello, siendo que el modelo financiero de Internet se basa en el
principio de que el usuario paga.
Una
encuesta realizada en 1999 por la Comisión Económica para África
muestra que este continente sólo generaba alrededor del 0,4 por ciento
(1:250) de los contenidos globales. Excluyendo Sudáfrica, el resto de
África generaba apenas 0,02 por ciento (1:5000)! [3]
El
hecho que la mayor parte de los contenidos es generada en el Norte
global tendrá efectos negativos a largo plazo sobre las culturas e
idiomas locales. Si bien actualmente 6.000 idiomas sobreviven en el
mundo, la mayoría de ellos puede desaparecer a medida que Internet,
donde predomina el inglés, absorba la mayor parte de los medios de
comunicación y contenidos del mundo.
¿Qué tipo de internet queremos?
Lo
que debería haber sido un bien público/servicio público ha sido
privatizado por los pudientes, los países ricos y sus corporaciones. Lo
que fue concebido originalmente como un bien común global o un servicio
público, se está convirtiendo rápidamente en propiedad privada.
Actualmente, está fracturado, las personas están bajo vigilancia y
nuestros datos se están monetizando para venderlos.
Para
poder cambiarlo, necesitamos una forma diferente de Gobernanza de
Internet. No se trata sólo de cambios cosméticos en las instituciones
existentes, sino de cambios de raíz, que amplíen la democracia y la
justicia social y económica; que preserven los derechos de las personas,
así como los derechos soberanos de los países; una Internet que se
utilice para la paz y no para la guerra.
Internet
es demasiado importante para dejarla en manos de especialistas técnicos
que administran Internet. Es esta la apuesta de la Coalición Just Net. (Traducción ALAI).
- Prabir Purkayastha, Knowledge Commons (India). Co-coordinador de la Coalición Just Net.
[1] La Declaración de Principios de Just Net se puede leer aquí: http://www.alainet.org/active/72842
[2] Para la explicación de las siglas ver el glosario en la p. 32.
[3] http://213.55.79.31/adf/adf99/codipap3.htm
Publicado en América Latina en Movimiento, No. 494: http://alainet.org/publica/494.phtml
Tomado de aqui
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