Asilado
 en la Embajada de Ecuador en Londres desde junio 2012, el australiano 
fundador de Wikileaks, Julian Assange, figura como objetivo de la 
Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE.UU. en lo que llama un 
cronograma de cacería humana, según confirmaron recientes revelaciones 
de Edward Snowden.  La inculpación: haber difundido secretos del 
Departamento de Estado a los que tuvo acceso Wikileaks, reivindicando 
una Internet y un periodismo libres.  En las líneas que siguen, Assange 
expresa sus puntos de vista a un cuestionario formulado por ALAI 
respecto a temas como globalización y gobernanza de Internet; vigilancia
 y seguridad ciudadana; transparencia gubernamental y rendición de 
cuentas, y la vigilancia ciudadana sobre las autoridades. (ALAI)
-
 Internet comenzó su fase de expansión rápida en un contexto global 
marcado por la "guerra contra el terror", por el aumento de las 
restricciones y violaciones de los derechos humanos, especialmente la 
privacidad, y la intensificación de la vigilancia estatal.  A tu juicio,
 ¿cuáles son las principales consecuencias de este contexto sobre la 
evolución de Internet?
-
 Internet no sólo representa una tendencia, sino varias.  Con Internet, 
la vigilancia masiva ha penetrado en el núcleo de la sociedad humana 
internacional y a la alianza de inteligencia liderada por Estados 
Unidos, “Cinco ojos”[1],
 le ha dado poderes de vigilancia sobre casi todos los seres humanos y 
organizaciones a nivel mundial.  Pero el régimen mundial de 
comunicaciones creado por Internet también significa que la organización
 y el comercio son más baratos, más rápidos y no están sujetos a límites
 geográficos clásicos.  En el pasado, el reto para los movimientos por 
la justicia social era lograr consensos y organizarse de manera 
eficiente para poder competir con las entidades que acumulan coherencia 
organizativa en razón de su tamaño y capacidad de coerción -como las 
grandes corporaciones y los gobiernos-.  En un mundo donde "el código es
 ley", el ámbito legislativo no se limita a los gobiernos ni a sus 
puntales empresariales.  Esto está conduciendo, en forma incipiente, a 
un mercado libre de semi-Estados: redes fluidas de asociación que tienen
 potestades de tipo estatal, por ejemplo sobre la moneda, la 
recopilación de inteligencia, las comunicaciones y las influencias.
-
 La información siempre ha sido a la vez víctima y arma de guerra, pero 
esto ha aumentado de manera exponencial en la era de la sociedad de la 
información: manipulación de hechos, campañas mediáticas alineadas, 
periodistas arrimados a las tropas, ataques dirigidos a medios de 
comunicación y periodistas, etc.  Sin embargo, Internet ofrece también 
oportunidades sin precedentes para contrarrestar esta manipulación de la
 información (como el propio Wikileaks lo demostró al quebrar la censura
 y revelar imágenes de la cruda realidad de las guerras en Afganistán e 
Irak). ¿Cómo se podría mantener esta perspectiva y desarrollarla más?
- Se podría desarrollar esta perspectiva mirando el flujo de información en un contexto de relaciones de poder.
El
 flujo de información no es un fenómeno neutro.  Se relaciona con el 
movimiento del poder a través de una sociedad.  Para la 
autodeterminación -ya sea como grupo o como individuo- se necesita tener
 información veraz.  El proceso de ser libre y de liberarse es el 
proceso colectivo e individual de asimilar nueva información sobre el 
mundo y de actuar sobre ella.  Este mismo proceso es uno de los 
fundamentos de la civilización.  En las comunidades, significa que 
tenemos que tener la posibilidad de comunicar entre nosotros mismos, de 
transmitir nuestros conocimientos y recibir los de los demás.  La 
información es fundamental para nuestra posición de poder frente al 
mundo que nos rodea.  Un público bien informado es un público empoderado
 y es un público libre.
Los
 grupos de poder centralizado tratan de actuar en contra de esto.  Un 
público más libre significa una autoridad central menos potente, y las 
autoridades centrales siempre buscan mantener o hacer crecer su poder. 
 El poder tratará de controlar o influir en los flujos de información 
con el fin de consolidar su propia posición de poder.  Intentará ocultar
 la información a las mayorías, restringiendo su acceso a una pequeña 
elite que así tendrá capacidad de organizarse con rapidez y dejar fuera 
de juego a los demás; y tratará de dar a las mayorías información falsa,
 de manera que cuando éstas intenten actuar por su propio interés, 
tambaleen.
Los
 medios de comunicación no son sino flujos de información estructurados.
  Un medio es una estructura sobre la que fluye la información, 
normalmente respaldada por una tecnología que determina sus propiedades.
  Dependiendo de las propiedades de un medio, éste puede ser más o menos
 democrático en su accionar.
En
 el pasado, hemos tenido formas de medios de comunicación que favorecen 
el poder centralizado –como medios de-uno-a-muchos, tal el caso de la 
radio y la televisión, lo que se llama los "mass media" en la 
teoría de la comunicación.  Debido a que son centralizados, son fáciles 
de controlar y, por lo mismo, fácilmente doblegados por otros grupos de 
poder.  Por esta razón decimos que estos medios de comunicación son 
inherentemente propensos a traicionar su propósito declarado.
Pero
 hay otras formas de medios de comunicación susceptibles de ser más 
honestos.  Internet permite un montón de diferentes formas de 
comunicación de-muchos-a-muchos.  Es más difícil de controlar por parte 
de los grupos de poder, aunque hay serios  esfuerzos en marcha.
Hay campañas de astroturfing[2]
 en Internet, y todo tipo de información errónea, desinformación y 
propaganda sucia.  Pero estas cosas han existido siempre.  En 
comparación con el empoderamiento de las comunidades que Internet 
permite, las ventajas que presenta para la manipulación de la 
información son menores.  La propaganda está en desventaja en Internet.
Hay
 muchos aspectos de Internet que no están suficientemente 
descentralizados, como su infraestructura física, por ejemplo.  Eso hace
 que sea más vulnerable a la vigilancia masiva, si bien no ofrece mayor 
ventaja al Estado en el plano de las relaciones públicas, la propaganda o
 la desinformación.  La muestra de ello es el hecho que, si bien la NSA 
tiene predominio en el nivel de la infraestructura -puede escuchar casi 
todas las comunicaciones electrónicas que atraviesan Internet- sin 
embargo, está perdiendo la batalla de relaciones públicas en todo el 
mundo.
-
 Este contexto también incluye una nueva fase del militarismo 
estadounidense en el escenario mundial, donde la guerra cibernética se 
ha convertido en un elemento estratégico de la guerra.  ¿Cuáles son las 
principales amenazas de esta situación para que Internet siga siendo una
 infraestructura abierta y globalmente interconectada?  ¿Qué se podría 
hacer para defender a Internet como una zona de paz?
-
 En lugar de pensar en cuan nefasto es para la humanidad mundial 
militarizar el software, EE.UU. está escalando una carrera mundial de 
armas electrónicas.  La red es compleja e interactúa con nuestras 
sociedades de manera compleja.  La militarización de un espacio tan 
complejo es temeraria.  Los firewalls para las organizaciones ya existen, pero lo que vendrá luego serán los firewalls para los Estados, a medida que éstos traten de introducir mecanismos similares a la preservación de la integridad territorial.
La
 defensa de Internet supondrá -por supuesto- la creación de un marco 
jurídico que sea vinculante para los Estados, y que establezca Internet 
como un campo inviolable.  Pero todos sabemos que los Estados no suelen 
cumplir con la ley.  Así que también será necesario rediseñar Internet e
 implementar reformas técnicas ("el código es la ley").  En la base de 
este esfuerzo estará la criptografía.  Necesitamos datos cifrados desde 
la capa de transporte para arriba.  En fin de cuentas, será la 
matemática la que pone límites a las superpotencias, como también fue la
 matemática que permitió la creación de éstas a través de los monopolios
 de armas termonucleares.
-
 ¿Cuáles consideras que son los aspectos más relevantes de las 
revelaciones de Edward Snowden y de sus repercusiones?  ¿Qué 
implicaciones tienen para el futuro de Internet?  ¿Qué pasos podrían dar
 los países en desarrollo para proteger del espionaje a sus 
comunicaciones?
-
 Los documentos que Edward Snowden divulgó contienen muchos detalles 
técnicos que son de gran valor para los desarrolladores de software, 
activistas de la privacidad e individuos cuya vida y seguridad dependen 
de la integridad y la seguridad de su software y hardware.  Allí radica 
el valor indudable para las comunidades de expertos que construirán la 
próxima generación de la tecnología para garantizar privacidad.  En 
WikiLeaks hemos estado sistematizando nuestra propia experiencia con la 
información de los documentos develados para mejorar nuestras prácticas,
 y nuestros técnicos y desarrolladores de software han estado dedicados a
 mejorar una serie de tecnologías de punta, mejoras que en su debido 
tiempo beneficiarán al usuario común.
Pero
 la cosa más importante que el Sr. Snowden ha hecho es despertar a la 
civilización mundial a la comprensión de que la vigilancia masiva es 
real.  Hace un año, los periodistas no hubiesen publicado que la NSA 
estaba vigilando la Internet entera.  Varios periódicos se negaron -para
 su descrédito- a dedicar espacio al asunto.  El Sr. Snowden estaba 
lejos de ser el primer denunciante de la NSA para alertarnos sobre esto,
 pero él fue quien finalmente colmó el vaso con pruebas documentales 
actuales y autenticadas por las dimensiones de la cacería que lanzó el 
gobierno de EE.UU.
El
 hemisferio sur tiene que proteger a sus poblaciones de la vigilancia. 
 En América Latina, casi todas las conexiones a la Internet mundial 
pasan a través de cables de fibra óptica que atraviesan Estados Unidos. 
 Esta es una cuestión de soberanía y de competitividad económica.  Los 
países necesitan formar alianzas industriales para crear la 
infraestructura física alternativa para Internet, para que sus 
comunicaciones no tengan que atravesar las fronteras de un vigilante 
depredador del calibre de Estados Unidos, el Reino Unido o sus aliados. 
 También deben considerar el fortalecimiento de su propia 
infraestructura, mediante la regulación del sector de los proveedores de
 Internet, de manera que sea obligatorio aplicar un fuerte cifrado de 
datos en los enlaces de comunicación.
Los
 países que valoran su soberanía deberían anular sus contratos con 
empresas estadounidenses, y rechazar las donaciones de infraestructura y
 tecnología subvencionada de superpotencias como China y Estados Unidos.
  No deben utilizar hardware de encriptación controlada por EE.UU., 
debido a que ese hardware tiene una larga historia de “puertas 
traseras”.  Deben hacer obligatorio el uso de hardware y software libre,
 cuyo código fuente esté abierto para que cualquiera lo pueda examinar, y
 deben apoyar financieramente a los desarrolladores y comunidades de 
desarrollo con el fin de fomentar los bienes comunes de software, a 
escala mundial, en tecnología segura y fiable, que todos los países 
pueden utilizar.
Ellos
 deberían liderar el camino, al adoptar leyes progresistas de libertad 
de expresión y protección de datos, y abandonar cualquier política de 
vigilancia del estilo de la NSA que hayan implementado.  Los países en 
donde no se invade la privacidad de los clientes serán lugares 
atractivos para las empresas de Internet preocupadas por la privacidad 
que buscan alejarse de los Estados Unidos.  El Sur global puede atraer a
 empresas y promover el crecimiento de sus sectores de Internet en la 
medida en que se diferencien de las prácticas perjudiciales de los 
Estados Unidos y sus aliados en las esferas de la inteligencia.
En
 el ámbito internacional, deben tratar de desarrollar un consenso para 
prohibir el uso de armas de vigilancia masiva contra la población. 
 Tiene que adoptarse un marco internacional que permita llevar ante la 
justicia a los Estados que practiquen la vigilancia masiva.  Ningún país
 puede aspirar a competir con EE.UU. en materia de vigilancia masiva; 
debido a su posición geográfica de "araña en el centro" de los flujos de
 telecomunicación, más bien hay que matarla de hambre.  Ellos deben 
tratar de aprovechar sus posiciones en los comités internacionales para 
influir en la adopción de estándares web en la dirección correcta.  A 
EE.UU. no se le debe permitir que menoscabe los estándares de cifrado y 
de comunicaciones para aumentar su acceso.  Todas las normas impulsadas 
por EE.UU. o sus aliados deben ser consideradas como sospechosas.  Otros
 países deberían presionar diplomáticamente a Estados Unidos y a las 
demás potencias en espionaje, y tratar de emprender acciones legales 
contra esos países por la violación de los derechos de privacidad de sus
 propios ciudadanos.
-
 Mientras que las tecnologías digitales amplifican enormemente las 
posibilidades de que los Estados y las corporaciones practiquen la 
vigilancia y la recopilación de datos, también pueden, como Wikileaks ha
 puesto de manifiesto, aumentar la posibilidad de vigilancia de la 
ciudadanía sobre las autoridades públicas.  ¿Cuáles serían tus 
recomendaciones en cuanto a la legislación y las políticas públicas en 
este la materia?
-
 Fundé un amplio programa de reforma legislativa en Islandia en 2009 y 
2010, orientado precisamente para este propósito.  Se le llamó el IMMI 
(siglas en inglés) -la Iniciativa Islandesa de Medios Modernos-, y gran 
parte de ella surgió de las ideas que habíamos tenido en el curso de 
nuestro trabajo sobre la creación de un refugio para los servicios de 
Internet.  Fue diseñado para proporcionar la mejor protección posible 
para los editores, periodistas honestos y empresas de Internet y para 
dar un impulso a un sector de internet islandés, al atraer inversiones e
 innovación.  Incluye leyes innovadoras de protección de la fuente, la 
protección de archivos, y leyes que impiden intentos de demandar 
injustamente desde otra jurisdicción.  La propuesta completa se 
encuentra disponible en línea (https://immi.is/).
  Todo lo que necesita es que algún país pequeño implemente algo 
parecido a la IMMI, y la presión debido a la competencia atraerá a las 
empresas de Internet a invertir en la jurisdicción.  En la actualidad, 
ningún país es visto como el "faro de la colina" en materia legislativa 
respecto a la instalación de los servicios de Internet, pero en adelante
 los países que adopten reformas legales del estilo del IMMI serán 
vistos no sólo como líderes mundiales, sino como el mejor lugar para 
instalar una empresa de Internet de alta tecnología.
-
 Internet ha demostrado que tiene un gran potencial para ampliar el 
acceso a la información y al conocimiento, y para facilitar la 
participación democrática, la transparencia, el intercambio de 
información y la expresión pública.  Pero esto está ahora bajo amenaza, 
entre otras cosas, debido al creciente control corporativo, junto con 
los intentos de legislar restrictivamente sobre la "piratería" y la 
propiedad intelectual (como los proyectos de ley SOPA y PIPA en EE.UU., o
 la negociación de acuerdos internacionales tales como ACTA o el TPP[3]).
  ¿Cuáles serían los aspectos más fundamentales a considerar, para 
evitar este tipo de amenazas y garantizar que Internet siga 
desarrollándose como un espacio público abierto?
-
 El aspecto más fundamental a tener presente está en el plano 
conceptual.  El concepto de "propiedad intelectual" está enfrentando 
tiempos difíciles en los últimos años, debido a que es antagónico a la 
idea misma de internet.  Ciertos sectores establecieron grandes centros 
de poder antes de Internet, todos ellos basados en el concepto de 
"propiedad intelectual".  Ahora ese concepto se está volviendo cada vez 
más difícil de sostener, de la misma manera en que una vela pierde 
lentamente su cohesión.  Estos lobbies temerosos han impulsado una 
explosión de legislaciones para hacerse con el control de los conductos 
de Internet, cerrando determinados flujos de información, tratando de 
evitar que los monopolios de la información se disuelvan.  Estas 
propuestas vienen del mundo empresarial, pero son acogidas por ciertos 
gobiernos que buscan pretextos para extender su control sobre Internet.
Pero
 el problema inmediato es el TPP y la propuesta de globalizar las leyes 
restrictivas estadounidenses de "propiedad intelectual" a través de los 
acuerdos comerciales mutuos.  Los países del TPP representan más del 40 %
 del PIB mundial.  Su intención geopolítica es un bloque “comercial” 
dominado por EE.UU. para arrinconar a China.  Por ejemplo, Ecuador, como
 país del Pacífico, aún no es parte del TPP, pero, si se aprueba ese 
tratado, tendrá el efecto de hacer que la interpretación radical de 
EE.UU. sobre leyes de propiedad intelectual, se convierta en norma 
permanente en ese hemisferio.  Ecuador -como país que aún está en vías 
de adoptar plenamente Internet- tendrá mucho que perder si queda rodeado
 por un marco legal que ofrece ventajas comerciales a los intereses 
estadounidenses.  Si el TPP pasa, los mismos intereses intentarán 
utilizar ese impulso para imponer esas normas en Europa también, a 
través de la asociación EE.UU. – UE: el TTIP.  Los aspectos 
tradicionales de la propiedad intelectual –las trabas a la cultura, a la
 medicina y otros elementos que son esenciales para la realización 
humana- no son las únicas ramificaciones posibles de este escenario. 
 Podemos esperar que a la ley de PI cada vez más se la utilice 
abusivamente fuera de ese ámbito para poner en entredicho la soberanía 
de Internet en América Latina, como también en la costa asiática del 
Pacífico.  En octubre pasado divulgamos un borrador reciente del 
capítulo de Propiedad Intelectual del TPP, y esto ha tenido una 
influencia que ha galvanizado a la oposición al TPP.  Ya se ha 
ralentizado su paso por la legislatura en los EE.UU.  Además del 
activismo frente a la vigilancia de la red y la producción de 
alternativas de tipo "el código es la ley", asegurar la derrota de ese 
tratado es la meta más importante en torno a la que podemos encauzar la 
energía y el esfuerzo de forma más eficaz en este momento.
(Traducción ALAI).
Julian Assange es editor Jefe de WikiLeaks.
Artículo publicado en América Latina en Movimiento, No. 494 (abril 2014) titulado “Internet, poder y democracia”.  http://www.alainet.org/publica/494.phtml
[1]
 NdE La llamada Alianza “Cinco Ojos” es un programa conjunto de 
vigilancia de Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelandia y 
Canadá.  Las últimas revelaciones de los documentos de Snowden dan 
cuenta de propuestas explícitas en el seno de este grupo para explotar 
Twitter, Facebook, YouTube y otras redes sociales como plataformas 
secretas para la propaganda, con el propósito de “usar las técnicas en 
línea para hacer que algo suceda en el mundo real o virtual” incluyendo 
“operaciones de información (influencia o perturbación)”. (Fuente: The Intercept).
[2] Astroturfing:
 (originalmente referido a una marca de césped artificial) es un 
neologismo inglés que refiere a una técnica de relación pública y 
cabildeo, donde una organización o corporación poderosa crea un supuesto
 movimiento de base para dar la falsa impresión del apoyo popular a sus 
tesis.

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