Internet
se ha convertido en una infraestructura social de vital importancia que
tiene un profundo impacto en nuestras sociedades. Somos todos
ciudadanos y ciudadanas de un mundo mediado por Internet, ya seamos la
minoría que lo utiliza o la mayoría que no lo hace. En nuestro mundo, Internet
debe contribuir al avance de los derechos humanos y la justicia social.
La gobernanza de Internet debe ser verdaderamente democrática.
Con
Internet, se están reorganizando las instituciones públicas, en
particular las relacionadas con la gobernanza, el bienestar, la salud y
la educación, así como sectores clave como los medios de comunicación,
las comunicaciones, el transporte y las finanzas. Se ha transformado la
forma en que hacemos muchas cosas; sin embargo, los beneficios
prometidos para todo el mundo no se han realizado de manera adecuada.
Por
lo contrario: somos testigos de la vigilancia masiva, del abuso de los
datos personales y su uso como medio de control social y político, de la
monopolización, mercantilización y monetización de la información y el
conocimiento; de flujos inequitativos de las finanzas entre países
pobres y ricos, y de la erosión de la diversidad cultural. Muchas
decisiones técnicas, supuestamente "neutrales", en la práctica han
fomentado la injusticia social, puesto que las arquitecturas
tecnológicas, desarrolladas a menudo para promover intereses creados,
determinan cada vez más las relaciones y los procesos sociales,
económicos, culturales y políticos.
Las
oportunidades para que las mayorías puedan participar en los beneficios
reales de Internet y materializar plenamente su enorme potencial, se
frustran debido al creciente control de Internet por quienes tienen
poder: las grandes corporaciones y algunos gobiernos nacionales. Ellos
usan sus posiciones centrales de influencia para consolidar el poder y
establecer un nuevo régimen global de control y explotación; y bajo el
pretexto de favorecer la liberalización, en realidad refuerzan el
dominio y la rentabilidad de las grandes empresas en detrimento del
interés público, e imponen la posición predominante de ciertos intereses
nacionales en detrimento de los intereses y bienestar globales.
El
orden existente de gobernanza global de Internet es inadecuado. Carece
de democracia; se caracteriza por la ausencia de legitimidad, de
rendición de cuentas y transparencia; por una excesiva influencia de las
corporaciones que se traduce en subordinar las instancias regulatorias;
y da muy pocas oportunidades para la participación efectiva de las
personas, especialmente de los países en desarrollo. Esta situación
sólo puede remediarse a través de cambios fundamentales en los
mecanismos actuales de gobernanza.
La
gobernanza de Internet debe partir del entendimiento de que la
interconectividad solo podrá estar al servicio de los derechos humanos y
la justicia social, en la medida en que favorezca y apoye el poder
distribuido, sobre todo hacia las bases, pero también atravesando las
distintas brechas digitales -sociales, económicas, políticas-. Por lo
tanto, para garantizar que Internet no conduzca, en la práctica, a una
mayor centralización del poder, se requiere de intervenciones apropiadas
en todos los niveles de gobernanza de Internet. La construcción de un
marco eficaz para lograr estos objetivos es el mayor reto hoy en día en
términos de la gobernanza global de Internet.
En
este espíritu, planteamos los siguientes principios. Estos deben ser la
base del desarrollo de una Internet que contribuya al avance en todo el
mundo de los derechos humanos y la justicia social, y de la
reconfiguración de la gobernanza de Internet hacia un espacio
auténticamente democrático. Habida cuenta que las arquitecturas técnicas
determinan crecientemente las relaciones y procesos sociales,
económicos, culturales y políticos, las decisiones técnicas respecto a
Internet inciden en estos asuntos.
Internet como Bien Común Global
1.
Internet es un medio social clave y, en aspectos cruciales, un bien
común global. Es un sitio para el intercambio global de conocimiento e
información, un espacio para la libre expresión y asociación, un medio
para la deliberación y la participación democrática, un canal para la
entrega de servicios sociales y públicos esenciales, y un andamio para
nuevos modelos de actividad económica. Por lo tanto, todas las personas
del mundo, incluyendo las que no están conectadas actualmente a
Internet, deben tener la posibilidad de dar forma colaborativamente a la
evolución de Internet a través de procesos apropiados de gobernanza que
sean democráticos y participativos.
2.
Internet debe mantenerse como un espacio público. Cuando surge una
divergencia entre la utilidad de Internet para fines de interés público y
los intereses particulares de servicios en Internet o de empresas de
tecnología, el interés público debe primar, y el servicio debe estar
sometido a la regulación como un servicio público.
3.
Las funcionalidades y servicios básicos o esenciales de Internet, como
el correo electrónico, servicios de búsqueda en la web y las plataformas
de redes sociales, deben estar a disposición de todas las personas como
bienes públicos.
4.
Se debe alentar y fomentar la propiedad comunitaria y sin fines de
lucro de la infraestructura, las aplicaciones, los servicios y los
contenidos, incluyendo mediante el acceso al financiamiento público y
otros medios.
5.
Internet debe ser utilizada sólo para fines pacíficos y esto debe ser
reconocido por los Estados en un instrumento vinculante y ejecutable.
6.
Internet y la economía digital más amplia se han convertido en factores
altamente significativos en la distribución y redistribución de la
riqueza, el empleo y las oportunidades para el bienestar económico tanto
al interior de los países como mundialmente. Se debe tomar medidas para
garantizar la justicia económica, de manera que los beneficios globales
de una mayor eficiencia e innovación derivadas de Internet sean
distribuidos en forma amplia mediante, entre otros: la descentralización
de las oportunidades para empresas y empleos digitales; las inversiones
en uso de TICs para actividades de desarrollo económico con base local;
las oportunidades para el auto-desarrollo, el empleo autónomo y la
capacitación laboral; y mayores contribuciones dirigidas al bienestar
público, tanto en cada país como globalmente.
7.
La economía de Internet, al igual que otras áreas de la economía
global, debe ser objeto de una recaudación y distribución justa y
equitativa de los ingresos fiscales en todo el mundo, reconociendo que
la concentración del comercio electrónico internacional basado en el
Norte global es una amenaza para los ingresos fiscales del Sur global.
Democratizar la arquitectura de Internet
8.
Partiendo del reconocimiento de que Internet constituye un bien común
global, todas las capas de la arquitectura de Internet deben estar
diseñadas para prevenir la concentración de poder y el control
centralizado.
9.
La neutralidad de la Red, y otra formas similares de ‘neutralidad de
plataformas' en las capas superiores de Internet, deben ser obligatorias
con el fin de preservar la diversidad en línea y para evitar los
monopolios, ya sea en el contenido o en la prestación de servicios
públicos esenciales, en las arquitecturas tanto móviles, como de redes
fijas.
10.
Para una Internet abierta y descentralizada se requiere la aplicación
estricta de estándares abiertos y públicos. Los estándares abiertos
permiten la implementación en forma totalmente interoperable por
cualquier persona en cualquier tipo de software, incluyendo el Software
Libre y de Código Abierto (SLCA). La tendencia a la privatización de los
estándares digitales debe frenarse y se deben introducir medidas para
garantizar que las normas sean de propiedad pública, y de libre acceso y
aplicación.
11.
La arquitectura de la computación en la nube debe mejorar la
funcionalidad y la eficiencia digital, sin reducir el control y opciones
del usuario. También debería permitir a los usuarios tener protecciones
legales adecuadas, ya sea a través de las jurisdicciones nacionales o
acuerdos internacionales efectivos.
12.
Los datos personales y sociales deben pertenecer al individuo o al
grupo social respectivo. Se deben establecer los marcos de políticas
públicas necesarios para operativizar ese control y propiedad de los
datos digitales.
Internet y derechos
13.
Todas las personas tienen el derecho a la habilitación digital básica,
que comprende el derecho a: acceder a Internet, a su contenido y sus
aplicaciones; participar en el desarrollo de contenidos y aplicaciones; y
recibir la formación y capacitación necesarias para un uso efectivo de
Internet y otras herramientas digitales.
14.
El derecho de acceso y de contribuir al desarrollo de Internet,
incluyendo su contenido, en particular por parte de los sectores
marginados, minoritarios y pueblos indígenas, es esencial para el
mantenimiento de la diversidad cultural y lingüística y debe ser
garantizado mediante la discriminación positiva y la acción afirmativa.
15.
Todas las personas tienen el derecho a la libertad de expresión y de
asociación en línea. Cualquier restricción, por motivo de preocupaciones
de seguridad o de otro tipo, debe ser para fines estrictamente
definidos y de acuerdo con los principios aceptados mundialmente de
necesidad, proporcionalidad y supervisión judicial.
16.
Todas las personas tienen el derecho a la privacidad y de usar
Internet, libres de vigilancia masiva. Cualquier vigilancia, por motivo
de preocupaciones de seguridad o de otro tipo, debe ser para fines
estrictamente definidos y de acuerdo con los principios aceptados
mundialmente de necesidad, proporcionalidad y supervisión judicial.
17.
Las personas deben ser capaces de disfrutar todos sus derechos y
prerrogativas como ciudadanos/as, incluso si eligen no acceder a
Internet. El acceso y uso de Internet no debería convertirse en un
requisito para el acceso a los servicios públicos.
Gobernar Internet para el interés público
18.
Globalmente, existe un grave déficit democrático respecto a la
gobernanza de Internet. Es urgente establecer plataformas y mecanismos
adecuados para la gobernanza global de Internet, que sean democráticos y
participativos. Éstos deben estar anclados al sistema de las Naciones
Unidas, e incluir métodos innovadores para la participación continua y
profunda de los actores no gubernamentales en los procesos de
formulación de políticas. Los actores no gubernamentales participantes
deben, a su vez, estar sujetos a requisitos adecuados de transparencia,
en particular respecto a sus fuentes de financiamiento, así como su
membresía y sus procesos de toma de decisiones.
19.
El derecho a elaborar políticas públicas relacionadas con Internet debe
estar exclusivamente en manos de quienes representan legítimamente y
directamente a los pueblos. Si bien existe una necesidad urgente de
profundizar la democracia a través de métodos innovadores de democracia
participativa, éstos no deben -en nombre del modelo “multisectorial” (multi-stakeholder)- incluir nuevas formas de poder político formal de los intereses corporativos.
20.
Los sistemas de gobernanza deben basarse en el reconocimiento de que
Internet tiene un impacto social, por lo que la comunidad técnica de
Internet, con su singular enfoque en las cuestiones técnicas, no tiene
la suficiente legitimidad para determinarlo por su cuenta.
21.
Las leyes de un país o un grupo de países no pueden controlar ni
constituir estructuras internacionales de gobernanza técnica ni de
política pública para Internet. La gestión de los recursos fundamentales
de Internet debe ser internacionalizada. Por lo mismo, el control
actual por un solo país de la DNS / zona raíz debe ser reemplazado por
una nueva institución transparente, responsable y representativa
internacionalmente, a cargo de la supervisión de las funciones
fundamentales de administración de los recursos de Internet.
22.
Cada país debe tener el derecho a conectarse a Internet. Ningún país
puede tener la capacidad unilateral de desconectar a otro país o región
de Internet.
23.
Los derechos de los individuos y los Estados deben ser articulados y
protegidos en lo que concierne a Internet, entre otros mediante la
creación de mecanismos apropiados de aplicación. Tales mecanismos son
necesarios, tanto a nivel nacional como internacional, y deben incluir
mecanismos de resolución de conflictos.
Abril 2014.
-
Coalición Just Net: Coalición por una Internet Justa y
Equitativa. Declaración adoptada luego de la reunión realizada en Delhi,
en febrero 2014, la cual recoge los principios fundacionales de la
Coalición.
Versión actualizada el 16/04/2014
Tomado de aquí
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