Hay un sol distinto atacado alrededor de todo esto.
Hay un viento norte sepulturero.
Existe más de mí que yo,
existen tantos miles yo de ellos
que mejor no me enderezo si ya estoy firme;
que no se puede caer en lo que está lleno.
Una brisa frugal, una brisa dormida,
es la misma que un día azul sonó la campana,
me avisó del momento exacto claro zumbido,
me dijo al oído:
‘un día sirviente, un día necesario, un día voluntad,
todos los viejos poblaran los espacios vacíos,
y sabrán de bondades y sabrán de siluetas de ayer,
y se habrá construido un sueño tibio amarrado al amor.
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