Quizás no sea el único
que viva esta agonía
Quizás el piso ya no quiera
ser soporte de mis caídas
Cuando todo se detiene momentaneamente
y se sume en un silencio de templo
la noche vuelve a acariciarme
con la posibilidad de percibir
las puertas que abre el infinito
a la búsqueda de respuestas
y a la espera de certezas
Florece la intención de saber
qué sucedió en el camino
entre origen y destino
de este amor fugaz
El mismo que no supo
calmar esta sed
de frégiles ternuras
de alegrías contagiosas
de incendiadas pasiones
y de largas ilusiones
Lo que queda después de tanto andar
errante y cansado de este camino
un poco más allá, sé que el mismo sol
que me acompaño en esos tiempos
seguirá iluminando los caminos de otros
en tiempos no tan distintos
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