El presidente estadounidense dijo que no desplegará fuerzas en el terreno, sino que apoyará al ejército iraquí. También dejó abierta la posibilidad de bombardear no sólo Irak, sino también Siria, al decir que atacará al EI “donde sea”.
El presidente Barack Obama empujó a Estados Unidos a una nueva aventura bélica en Medio Oriente. El mandatario anunció anoche, utilizando el prime time de la televisión estadounidense, que su país bombardeará a los extremistas del Estado Islámico (EI) donde sea que estén, una referencia que podría llegar a incluir no sólo a Irak, sino también a Siria. “Quiero que el pueblo estadounidense entienda que este esfuerzo será diferente a las guerras en Irak y Afganistán. No habrá tropas norteamericanas combatiendo en el territorio extranjero”, señaló Obama. “Esta campaña antiterrorista será realizada a través de un esfuerzo sostenido e incansable para atacar al EI donde quiera que sea, utilizando nuestro poder aéreo y nuestro apoyo a fuerzas aliadas en el terreno”, se extendió el jefe de Estado sobre cuál será su estrategia para combatir al grupo jihadista.
En un esperado discurso televisivo, cubierto por todas las cadenas de televisión y que ocupó el prime time de la pantalla estadounidense, Obama dejó ver sus planes para reconstruir al debilitado ejército de Irak; también para armar y entrenar a los rebeldes moderados en Siria. “Puedo anunciar que Estados Unidos liderará una amplia coalición para hacer retroceder a esta amenaza terrorista”, dijo el presidente estadounidense a sus compatriotas. Según sus palabras, además de apoyar al ejército iraquí y de proseguir con los bombardeos, Washington brindará ayuda a las fuerzas kurdas, que actualmente lideran los combates en el norte de Irak, apoyados por la campaña de ataques aéreos que Washington lanzó hace un mes.
“Esta estrategia de eliminar a terroristas que nos amenazan al tiempo que damos apoyo a los socios en el frente la hemos aplicado con éxito en Yemen y Somalia durante años”, se extendió el mandatario. En ambos países, la utilización del poderío aéreo (inclusive con aviones no tripulados) fue la columna vertebral de las operaciones. El objetivo de esta nueva operación militar, manifestó, será degradar y finalmente destruir al EI mediante “una amplia y sostenida estrategia antiterrorista”.
Obama dedicó gran parte de su presidencia a evitar problemas a largo plazo en Medio Oriente. Pero el plan que anunció ayer podría extenderse por más tiempo que su propia presidencia, que termina en enero de 2017. “Yo creo que los estadounidenses necesitan saber que esta estrategia no será una operación de corto plazo”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. Obama habló antes de su discurso con el rey saudita Abdalá. Ambos estuvieron de acuerdo en la necesidad de entrenar y equipar a la oposición moderada siria, informó la Casa Blanca en un comunicado.
La conversación telefónica representa un desarrollo significativo en la crisis: Obama lleva meses oponiéndose a enviar armas letales a la guerra civil en Siria, aludiendo a la dificultad de identificar a los verdaderos moderados y temiendo que los pertrechos terminen en manos de extremistas. Obama manifestó en varias ocasiones a los estadounidenses, en honor a una promesa clave de la campaña electoral, que con el fin de la guerra en Irak no enviaría tropas a combatir sobre el terreno. Sin embargo, nunca descartó el envío de instructores estadounidenses para ayudar a preparar a las fuerzas iraquíes.
El presidente estadounidense dio su discurso en una semana particularmente sensible para los norteamericanos: la víspera del 13º aniversario de los ataques del 11-S, cuando el radicalismo islámico sacudió a Estados Unidos por primera vez con un ataque en su territorio. La Casa Blanca insiste en que el EI, a pesar de ejecutar a dos periodistas estadounidenses, todavía no plantea una amenaza para el país. Pero algunos funcionarios están preocupados con que el grupo pudiera enviar a algunos de sus combatientes extranjeros, armados con pasaportes occidentales, a organizar ataques en Estados Unidos.
Obama comunicó las grandes líneas de su discurso en una reunión con los líderes del Congreso y ayer se reunió con su consejo de guerra en la Casa Blanca. Funcionarios afirmaron que Obama estima que tiene la suficiente autoridad como para llevar a cabo esta nueva estrategia sin necesidad de pedir una autorización al Congreso. Los republicanos se mostraron en contra de la estrategia llevada a cabo hasta el momento por Obama. “Nuestro presidente debe comprender que estamos en guerra y que debemos hacer todo lo posible, durante el tiempo que sea necesario, para vencer”, dijo el ex vicepresidente republicano Dick Cheney, uno de los impulsores de la invasión a Irak en 2003. Y lamentó el declive del poder militar estadounidense a causa de los recortes presupuestarios, a los que calificó de irracionales.
El presidente de la Asamblea, John Boehner, dijo que apoyaría a Obama si desplegaba a las fuerzas armadas estadounidenses para ayudar a ubicar a la dirigencia del grupo jihadista y a entrenar y asesorar a las fuerzas iraquíes. En el Senado, el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, urgió a sus pares a dar una rápida autorización al pedido de armar a la oposición moderada siria, una medida con la que Obama evitaría críticas de estar ayudando al presidente Bashar al Assad, que desde hace más de tres años enfrenta una revuelta en su contra.
Tomado de aquí
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