Entrevista exclusiva con Andrés Larroque, diputado nacional y secretario general de La Cámpora.
Por José Cornejo
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál es balance que hacés de la militancia del kirchnerismo hoy?
Andrés Larroque: Hay que analizar el desarrollo histórico, cómo surge
el kirchnerismo o el Movimiento Nacional y Popular, peronismo
kirchnerista, cada uno tiene la libertad de utilizar la denominación que
le parezca. Cuando Néstor asume en 2003, no asume con una fuerza
política propia. Era el emergente de una situación crítica de Argentina
donde, con gran capacidad e iniciativa política, él logra juntar, en el
transcurso de su presidencia, la adhesión de sectores que van desde el
peronismo más tradicional a los DD.HH. pasando por el fenómeno la
juventud.
Al 2003 se llega en el marco de la atomización de los 90 y todo lo
que había significado la resistencia que tenía una noción que se oponía
al neoliberalismo, la Alianza, pero, obviamente, no había una base de
acuerdo respecto de qué Argentina se pretendía construir. En una
protesta coincidían, en 2003, el Polo Obrero con los compañeros del
Movimiento Evita o nosotros. Eso tenía que ver con que había una
coincidencia circunstancial respecto de una situación límite de la
Argentina pero no una estrategia clara del campo popular.
Néstor viene a dar esa estrategia. Esto se profundiza durante la
presidencia de Cristina, sobre todo a partir del conflicto con la
patronal agraria, momento en el cual sectores que eran adherentes
pasivos deciden tener una postura de mayor protagonismo y dejan de lado
cuestiones que les generaban dudas, muchas de ellas planteadas por los
medios de comunicación que esmerilaban por izquierda al Proyecto
Nacional y esto se va profundizando con el debate sobre la ley de medios
donde otros actores de la militancia social, cultural y del ámbito de
la comunicación, Carta Abierta, los 21 puntos por la Radiodifusión
Democrática, se suman de una manera muy contundente. Un montón de
agrupaciones empiezan a ver en el kirchnerismo como una opción de
transformación real que empiezan a engrosar el caudal de la militancia
que el compañero proyectó.
Eso se consolida de manera exponencial con la muerte de Néstor que
actúa como el llamado final, inclusive para aquellos que eran argentinos
que no tenía una militancia orgánica pero que se sintieron conmovidos
por el sacrificio de Néstor y es ahí donde se suman a La Cámpora, al
Evita, a los Descamisados, a la Martín Fierro, al Peronismo Militante.
Se engrosan todas las organizaciones del kirchnerismo, se consolida el
espacio de 678, todos los fenómenos, después del 27 de octubre de 2010,
crecen en número y en calidad.
APU: Es la etapa del “Que florezcan mil flores”...
AL: Exacto. Ese era un planteo de Néstor respecto al haber centrado a
Magnetto como el enemigo concreto y decir: todo lo que no sea Magnetto,
la derecha, la oligarquía tradicional, los grupos financieros, tiene
que estar de este lado y, después discutiremos los matices. Esa
acumulación que venía desarrollando el kirchnerismo, el Proyecto
Nacional y Popular fue tumultuoso, como siempre son los fenómenos en el
peronismo y no hubo tiempo (para organizar), por el nivel de la
confrontación que en 2008 casi lleva a la destitución de nuestro
Gobierno, en 2009 una coyuntura electoral muy dura para el kirchnerismo,
en 2010 una recuperación de la iniciativa pero que nos encuentra en un
momento de plenitud de la recuperación ante la sociedad con la muerte de
Néstor y luego de ésta, la tarea de Cristina de tener que seguir
gestionando y, a la vez, encarar el proceso electoral, primera vez en la
historia que se dan las primarias obligatorias y abiertas, una doble
elección, la del 14 de agosto y la del 29 de octubre.
Todo eso obligó a que primero defendamos al Gobierno, que después nos
repongamos a lo que significó la muerte de Néstor, consolidemos la
gestión y que encaremos la pelea electoral. Todo eso salió bien, la
coyuntura electoral la atravesamos de manera contundente y, obviamente,
después del 54,11%, la consigna de Cristina tenía que ver con la
profundización, buscar un gran resultado para recuperar la legitimidad y
la correlación de fuerzas que nos permita seguir avanzando en esta
pelea con los grupos de poder y, a la vez, en esta idea de ir realizando
cada día más transformaciones en función de tener una Argentina más
justa, más equitativa, más desarrollada. Lo que se plantea es: “Logramos
este capital político, hemos acumulado militancia tumultuosa, y hemos
acumulado más de 11 millones de votos, a esto, evidentemente, hay que
darle un correlato organizativo”.
Es ahí donde comienza a bosquejarse este acto de Vélez, que iba a ser
el 11 de marzo. Cristina explica porqué ella había planteado que sea el
27 de abril (noveno aniversario de las elecciones de 2003): por esta
idea de construir una épica (del kirchnerismo), un conductor ha dado su
vida, todos los días Cristina poniendo todo, hay mucha épica en esta
nueva etapa del peronismo. Corresponde que nosotros comencemos a marcar
estos hitos de un nuevo momento de nuestra Argentina que no niega lo
anterior pero que quiere dar cuenta de lo nuevo. A partir de eso, ella
encaró ese momento como conductora más que como Presidenta, nos dio una
definición contundente de “Unidos y Organizados” que fue muy útil para
todas las organizaciones porque era lo que estábamos esperando hacía
mucho tiempo. Veíamos la proliferación de espacios, una capacidad de
movilización importantísima del kirchnerismo y necesitábamos una idea
que nos junte a todos y nos de un marco que identifique desde el Partido
Comunista (CE) hasta el peronismo de La Matanza, que estaban en el acto
o a compañeros de UPCN y de ATE e ir mostrando que más allá de las
pequeñas diferencias que hay algo que nos contiene a todos, la
conducción de Cristina, producto de un Proyecto Nacional que transformó
la Argentina y que se plantea ir por mucho más.
En esa perspectiva, (la consigna) “Unidos y Organizados” es la
herramienta que nos va a permitir encarar esta etapa de profundización
que ya teníamos clara antes de las elecciones de octubre: “Si ganamos
con un triunfo contundente, la situación va a ser más compleja en
términos de confrontación con la derecha y con el poder económico”
porque en la medida que por la vía democrática electoral uno consolida
esta transformación, obviamente aquellos factores de poder que no van a
elecciones, también iban a radicalizarla pelea. Eso requería un mayor
nivel de organización popular. Hoy “Unidos y Organizados” se ha
transformado en la identidad del movimiento kirchnerista, peronista,
nacional y popular y estamos trabajando en la organicidad de esa
estructura sin apurarnos, sin volvernos locos, sin pensar que esto se
arregla con un esquema de cuadraditos en un organigrama y entendiendo
que lo primero es la política, que la política hoy la expresa la
Presidenta, el Gobierno y que sobre esa iniciativa política que sigue
estando a la vanguardia del campo popular vamos construyendo conciencia y
organización en el marco de nuestro pueblo.
APU: ¿De acá a 2015 lo electoral va a incidir sobre cómo llevar adelante la consigna “Unidos y Organizados”?
AL: Entendemos que el eje no tiene que ser lo electoral porque es
perfectamente aceptable que alguna de las agrupaciones del “Unidos y
Organizados” tenga en un distrito mayor preferencia por un compañero y
otra por otro. La idea es que el espacio sirva para armonizar esas
situaciones porque siempre se puede encontrar consenso para que a la
Presidenta la represente un compañero en cada territorio y que atrás de
él o ella, puede haber síntesis. Si ponemos la discusión electoral
adelante estaríamos cometiendo un error, la idea es que haya la mayor
síntesis posible en cada lugar y donde no hay, vamos a respetar que no
la haya.
Más allá de los tiempos electorales, hay que mirar con visión de
mediano y largo plazo. Nosotros estamos reconstruyendo lo que Néstor
Kirchner planteaba como el objetivo central de esta etapa, más allá de
la gestión de gobierno y las transformaciones que le cambian la vida a
nuestro Pueblo. El reaseguro para no perder lo realizado y poder
continuarlo –planteaba- es la recuperación del Movimiento Nacional y
Popular por el que habían venido en el 76 y habían terminado de destruir
en los 90.
Un Movimiento Nacional organizado, vertebrado, que no se diluya
producto de una coyuntura electoral negativa, era la apuesta
estratégica. Nuestra idea es pensar la política a diez, veinte, treinta
años y, obviamente, vendrán coyunturas electorales donde le tocará ganar
a alguno, coyunturas donde tengamos que absorber en alguna provincia o
algún municipio una situación compleja pero si miramos en perspectiva y
con la estrategia general hacia adelante, lo vamos a poder absorber como
“pequeñas excrecencias que tiene la política coyuntural”, como decía
Perón.
No podemos desconocer que la posibilidad de tener esta idea de
“Unidos y Organizados”, de tener el de Vélez como hecho político
contundente, de tener la posibilidad de ir vertebrando ciertas orgánicas
en distintos ámbitos, nos va a poner en mejores condiciones para llegar
a la coyuntura electoral sin el caos que, obviamente, tenía que ser
necesariamente el kirchnerismo porque éste, ha mezclado expresiones de
poder territorial como los intendentes, los gobernadores, las
organizaciones sociales de la resistencia de los 90, espacios como Carta
Abierta, la militancia estudiantil universitaria, los DD.HH. o
compañeros provenientes del sindicalismo, entonces, lógicamente, la
capacidad de poder aglutinar tanto, que es lo que le permite a este
Proyecto Nacional y Popular mantenerse y consolidarse, tiene como
contrapartida que, muchas veces, son variadas las expresiones que
armonizar para darle una lógica de armado y eso tiene sus costos pero es
el trabajo que uno debe hacer si quiere cambiar la historia.
Si uno elige ser testimonial y estar con los amigos, como decía Perón
"con los buenos" –los que me gustan a mí porque ¿quién define qué es
bueno y qué es malo- y quiere manejarse en política con los que está a
gusto, siempre va moverse en expresiones reducidas, ahora, si uno
entiende que hay una pluralidad de puntos de vista sobre la realidad,
sobre la historia, el secreto de todo esto y la capacidad que tiene
Cristina, es el poder contener esa pluralidad y no en función de la nada
sino en función de una estrategia que permanentemente, avanza contra
los grupos de poder económico y que, por otra parte, a través de la
gestión de gobierno, a través del Estado, va construyendo a diario una
Argentina más justa y más equitativa. Sobre esos ejes vamos a ir
trabajando.
APU: Muchos espacios coinciden en que el principal responsable de motorizar la unidad es La Cámpora. ¿Lo ven así?
AL: No voy a mentir, diversas circunstancias nos han puesto en un
lugar de responsabilidad, por lo tanto, también somos muy concientes de
la humildad con la cual tenemos que encarar esa responsabilidad, por eso
nos apoyamos mucho en todos los compañeros que hoy están sosteniendo
este espacio y tratamos de ser un factor de articulación y de
entendimiento respecto de todos los compañeros valiosos que quizás en
algún momento, por diversas coyunturas, tuvieron alguna diferencia
circunstancial y permanentemente trabajamos para correr esas diferencias
que a veces tuvieron que ver con circunstancias, otras con malos
entendidos, otra con la complejidad de la coyuntura, pero que son todos
compañeros valiosos, de mucha experiencia, con la capacidad, y muchas
veces nos sentimos muy honrados que compañeros con tanta trayectoria y
capacidad política confíen en nosotros porque, en realidad, aprendimos
de ellos.
Hoy, de alguna manera, tratamos de sintetizar todo lo que aprendimos
de cada compañero desde el lugar de que no tenemos ningún tipo de
aspiración, que no pretendemos hegemonizar ni imponernos sino que lo
único que queremos garantizar, es ser el instrumento para expresar la
conducción de Cristina Fernández de Kirchner, que es la única que
conduce. Desde un rol de ejecución táctica, como podemos tener hoy,
comprendemos que es nuestra responsabilidad, todos los días tratamos de
no marearnos, de no sobrepasar nuestras atribuciones y poder ir llevando
la relación con todos los compañeros de manera armónica porque
entendemos que todos tienen para aportar y que, si logramos consolidar
este momento, le vamos a dar a la Argentina un espacio político para las
próximas décadas. Con mucha prudencia, queremos ir trabajando, llevando
a todos los compañeros, entendiendo que no tenemos, como pasaba en los
90, el problema de resolver la estrategia porque la estrategia la
resuelve la conductora y eso nos saca a nosotros una gran parte del
trabajo.
Tenemos que tratar de armonizar esa estrategia en una táctica que nos
haga sentir a todos a gusto, que le de participación a todos los
compañeros y que todos se sientan protagonistas en la medida de la
realidad que cada uno expresa. Ese es nuestro trabajo y por supuesto que
todos los días nos levantamos, sentimos esa responsabilidad y a la vez,
le agradecemos a Néstor, a Cristina y a todos los compañeros que
integran hoy este espacio porque, quizás, de alguna manera, nos apoyan y
nosotros nos apoyamos en ellos y nos dan esa responsabilidad que, por
supuesto, nos es muy grata y nos honra mucho.
Tomado de aquí.
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