Trabaja los siempre eternos sonidos
encumbra, lo olvido, por sobre el quejido.
Desgarra la fuerte alcurnia del nido,
hazte padre volador, hombre aterido,
siembra coyuntural y profana.
Tibio dulce ruiseñor
hembra olvido de ser
saco de todas tus vanidades
calentador, cadalso, sabia,
ben hur, huerta, cansada,
bien de amor; árbol profano y seco.
Si la historia fuese contada por el cielo
todo sería un desde arriba
pintado de largas noches y sus estrellas
todo sería un Sol enorme y fatal
verano de veranos, eterno sol, eterno tibio.
Si la historia se diese cuenta del olvido
de la parte tapada por la manta
que tu ignorancia llama gobierno
y todo lo demás llama farfalia.
Y nada que me miras…
Y poco que me abarcas…
Y que, al fin de cuentas,
todo se parece a nada.
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