Esa brisa,
la que, hoy-ayer, indica un final,
un horno moderno de risa actual,
un breve recuerdo… un triste final,
un hombre recuerdo… olores a sal,
el viejo camino por donde empezar,
las buenas vecinas discuten a dar.
Las luces. Las señales. Ese crujir de madera dormir. Ese yo que me ve desde el techo. Ese tantas veces yo-vecino. Ese parecido. Esa suba de intensidad… ese amarillo. Esos ángeles bajando-no-caídos. Esas lágrimas de mí.
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