Se vio en un aquelarre,
Que a mí me habían dicho una cosa,
Y resultaba ser otra,
Pero diríamos
Un grupo de brujas posmodernas
Vueltas al cielo de donde venían
Que a mí me habían dicho una cosa,
Y resultaba ser otra,
Pero diríamos
Un grupo de brujas posmodernas
Vueltas al cielo de donde venían
Congregaron una muchedumbre
De hombres y mujeres de cielo
Y se cansaron de andar
Y se pusieron nombres absurdos
Como Euclides, Sabato o Melchor
Y ordenaron el mundo a su antojo
Y le pusieron más nombres a los ríos
Y a los árboles y a los pianos.
Este movimiento de aquelarre
Se volvió hacia sí mismo
Y comenzó a crecer hacia adentro
Como un fluir que los potenciaba
Y les indicaba responsabilidad y premura
Aunque quietud y cordura
Soledad.
Se negó la bruja mayor
La de mayor experiencia
Y dijo que no era cuestión de soplar y hacer botellas
Y que mejor se disolviera el movimiento
Y se convirtiera en la red de redes que hoy es
Hombres y mujeres en conexión directa
Multiforme y revolucionaria.
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