A punta de fierrazos te rompería las rodillas, hasta lograr fracturas expuestas y rótulas pulverizadas, para que en ningún otro acto puedas correr.
Te cercenaría las dos primeras falanges de los dedos, de manos y pies y jalaría tus orejas y párpados hasta despegarlos de tu cuerpo y piel.
Te sacaría la piel de las palmas y las plantas, para que así no quieras tomar nada ni escapar con nada...
Dejaría tus nudillos desnudos, con los huesos al aire, para que pienses mil veces antes de golpear a alguien o enfrascarte en una riña...
Cortaría los tendones de tus tobillos para que pienses mil veces antes de correr con alguna cosa ajena...
Quemaría tus retinas para enceguecer tu codicia, y cortaría tu lengua para que no hagas alardes de valentía con los botínes obntenidos, escondiendo tu enorme cobardía...
Te condenaría a perpetuidad bajo una gota de agua sobre tu craneo vacío...
Lo haría si no respetará la maldita ley...
Dedicado a los hijos de puta asaltantes, cobardes, que asaltan a los adultos mayores.
Te cercenaría las dos primeras falanges de los dedos, de manos y pies y jalaría tus orejas y párpados hasta despegarlos de tu cuerpo y piel.
Te sacaría la piel de las palmas y las plantas, para que así no quieras tomar nada ni escapar con nada...
Dejaría tus nudillos desnudos, con los huesos al aire, para que pienses mil veces antes de golpear a alguien o enfrascarte en una riña...
Cortaría los tendones de tus tobillos para que pienses mil veces antes de correr con alguna cosa ajena...
Quemaría tus retinas para enceguecer tu codicia, y cortaría tu lengua para que no hagas alardes de valentía con los botínes obntenidos, escondiendo tu enorme cobardía...
Te condenaría a perpetuidad bajo una gota de agua sobre tu craneo vacío...
Lo haría si no respetará la maldita ley...
Dedicado a los hijos de puta asaltantes, cobardes, que asaltan a los adultos mayores.
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