El trabajo ubica a los 38 pueblos naciones originarias en los lugares
donde hoy viven. Fue realizado por el Encuentro Nacional de
Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios con el apoyo del
Sindicato de Comercio de Quilmes.
Por Eduardo Videla
“Hasta
ahora, los mapas con la distribución de los pueblos originarios eran
los que había hecho la Iglesia. Nosotros mismos suponíamos que éramos
una docena de pueblos en todo el territorio. Pero en los encuentros nos
fuimos dando cuenta de que había más, y resolvimos hacer nuestro propio
mapa.” Roberto Ñancucheo, de la Confederación Mapuche de Neuquén,
explicó de esa manera por qué las comunidades reunidas en el Encuentro
Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (Enotpo)
resolvieron poner por primera vez sobre el papel la distribución
geográfica de las 38 naciones geográficas identificadas hasta ahora en
todo el territorio del país. El material, junto con un cuadernillo, será
repartido por los propios integrantes de las comunidades en las
escuelas de todo el país.
Para Walter Barraza, del pueblo tonocoté, de Santiago del Estero –aunque reside en Quilmes–, el mapa presentado ayer “refleja la identidad diversa de los pueblos que habitan el territorio, que permite considerarlo como un Estado plurinacional”. El dirigente confía en que esta información permitirá que en las escuelas “no se estudie dónde vivían los pueblos originarios y cuáles eran sus costumbres, sino por dónde viven y cuál es su situación hoy”.
El encuentro de organizaciones territoriales, explicaron los organizadores, comenzó a gestarse a partir de 2008, con el debate por la Resolución 125, por las retenciones móviles a la producción agraria. “Era un avance contra la Sociedad Rural, nuestro enemigo histórico, el que financió al Ejército para avanzar sobre nuestros territorios”, afirmó Barraza. “A diferencia de ellos –agregó–, nosotros no queremos que desaparezca la Sociedad Rural, sino que se abra la participación a otros actores.”
Si bien la organización reconoce que en el actual proceso político “hemos detectado un avance de los sectores populares sobre la gestión del Estado”, y admite que “en esta última década estamos mejor acompañados que nunca”, aseguran que “no queremos que nadie nos conduzca, fuera de nuestras propias autoridades”. Valoran que los pueblos originarios hayan sido escuchados en los últimos años para el debate de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual o del Código Civil, y trabajen en cooperación con organismos del Estado, como el INTA o el INTI, pero remarcan que queda mucho recorrido en la lucha por sus derechos. “Desde la posesión de nuestras tierras hasta el derecho a la consulta antes de encarar un emprendimiento productivo en los territorios”, grafica Ñancucheo.
La edición y publicación del mapa y el cuadernillo contó con el apoyo del Sindicato de Comercio de Quilmes, una entidad gremial que se ha mostrado interesada en la lucha de los pueblos originarios. Los materiales fueron entregados ayer por el secretario general, Roberto Rodríguez. Si la alianza indígena-sindical puede resultar sorprendente, no menos imprevista es la participación de deportistas en la movida: estuvo presente el ex futbolista Pablo Rotchen, del pueblo huarpe (Mendoza), de larga trayectoria en la lucha por los derechos de los pueblos originarios, y envió su adhesión el también ex defensor de Independiente Pedro Monzón (actual entrenador de Platense) de la comunidad guaraní.
Los 10 mil mapas impresos en tamaño afiche serán distribuidos en escuelas de veinte provincias. “En este trabajo está condensado nuestro pasado de lucha y resistencia, y también la proyección para volver al buen vivir de nuestros antepasados”, concluyó Ñancucheo.
Tomado de aquí.
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