En el día de ayer se alcanzó el acuerdo entre Chevron e YPF para la explotación de Vaca Muerta. La petrolera norteamericana llega con una buena carga de denuncias y sospechas que -a esta altura del partido- parece ser una característica común de todas las empresas transnacionales. Por un lado, hay una serie de informaciones y denuncias sobre contaminación tanto en el país donde funciona su casa matriz como, por ejemplo, en Ecuador. En el país latinoamericano Chevron ha sido multada por 19.000 millones de dólares debido a daños ambientales. Dentro de la lógica de la Patria Grande, el acuerdo por 1.240 millones de dólares con la megaempresa petrolera no es vista con buenos ojos.
La encrucijada entre los bienes naturales y la invesión extranjera no es nueva en nuestra región. Existe una serie de contradicciones de muy difícil resolución entre las formas en que los bienes naturales pueden explotarse y los recursos -y pasivos ambientales- que quedan en nuestros países. Al tener un desarrollo industrial deficitario debido, entre otras cosas, al proyecto neoliberal salvaje aplicado durante unos 30 años de manera sistemática, la dependencia de América Latina en relación a sus bienes naturales y los agronegocios es realmente profunda. Aunque se busca mejorar esta situación y se viene haciendo desde hace un tiempo todo indicaría que el proceso llevará muchos años y complejas negociaciones.
Leemos en Radio Grafica:
La historia es presente
En 1955 el cuello de botella energético en el proceso de
industrialización de la Argentina llevó al General Perón a proponerse
entablar negociaciones con la California Standard Oil. Sin lugar a dudas
generó una contradicción en el gobierno justicialista. John William
Cooke expresó “Combatí el proyecto petrolero. Por ejemplo los excesivos
privilegios que se reserva la compañía extranjera en su proyecto, la
falta de obligaciones concretas y compensatorias por la concesión
buscada, el lamentable sistema de arbitraje, las prórrogas interminables
del contrato”. Por su parte Arturo Jauretche dijo lo suyo: “También fui
opositor a la política petrolífera contenida en el famoso proyecto de
la California. Pero también lo fue expresamente la CGT que impartió
instrucciones a sus diputados obreros de oponerse al proyecto”.
No creo que nadie se atreva a decir hoy que Cooke y Jauretche fueron
unos “destituyentes” por oponerse a una política del General Perón. El
debate se dio meses antes del golpe fusilador. Hoy sabemos que el
Partido Militar no existe pero el imperialismo sí y continua actuando
como de costumbre. Esto, creo, nos debe empujar a dar los debates,
porque cuando se trata de conquistar soberanía, sabemos que, como dijo
un diputado kirchnerista tras las presidenciales de 2011 “si no
avanzamos, retrocedemos”.
El imperialismo norteamericano espera las divisas de sus empresas multinacionales. De todas partes del mundo, las casas matrices en EEUU reciben millones y millones de dólares con lo que fotalecen su propia soberanía y conforman parte del basamento a partir del cual pueden ejercer su poder a nivel mundial. Por otro lado es innegable que existen tecnologías y formas de explotación -tanto de petróleo como minerales- sólo manejadas por estas empresas y que no forman parte de nuestro desarrollo industrial. Sin embargo y, tal vez, dentro de otro tipo de explotación petrolera, ¿no deberían priorizarse contratos con PDVSA, Petrobras y/o YPFB como una manera de profundizar la unidad económica latinoamericana y, a la vez, evitar el saqueo al que no tienen acostumbrados las transnacionales de los países centrales?
En Página/12, lo nuevo:
... este primer intento, este acuerdo de desarrollo asociado de un área
en Vaca Muerta, hace las veces de una prueba piloto en varios sentidos:
- Por el lugar geográfico que ocupa: la zona afectada (395 km
cuadrados) es apenas el 1,3 por ciento de la superficie total de Vaca
Muerta (30 mil km cuadrados), de los cuales YPF tiene una participación
equivalente al 40 por ciento (12 mil km cuadrados).
- Es el primer emprendimiento exploratorio de gran magnitud que
encara esta gestión de YPF, que nació en mayo de 2012 tras la
expropiación de las acciones de Repsol.
- Es el primer caso en el que YPF logra atraer, para concretar un
acuerdo por escrito, a una firma extranjera dispuesta a invertir en este
proceso.
- Será el primer caso en que se beneficiará a una empresa extranjera
con el programa de promoción de inversiones publicado este lunes en el
Boletín Oficial.
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