Yo no me conformo,
no miro extasiado,
no me anoten nunca en listas de mercado.
Se ha hecho de día todo mi salario
de noche la abrazo
o duermo a su lado.
Es tan fantasía su cuerpo
que sólo los montes se animan a verlo.
Es tan legendaria su historia
y tan antiguo nuestro amor
que ni siquiera podría nombrarse…
un intento de tu boca, tal vez,
o podría ser la pluma del ave paridora,
o la brisa que ocupa tu espacio vital;
quizás, podríamos llamarlo vientre materno
o amante fatal rojo,
o, a lo mejor, sólo tus manos.
Hoy rogué por tu vida
y le pedía al cielo que te despertara una vez más a mi lado
pero fue imposible
tu luz se había ido
se dirigía presurosa a alumbrar otras almas
otras soledades, otras sombras.
Si te veo nuevamente
ya no te podrás ir
mis ojos te atraparán celosos del mundo
y allí quedarás, entre las rejas de mis pestañas,
esperando malamente una noticia que te libere.
Serás mía, toda mía,
Luna mía.
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