En vez de verte.
En vez.
Tú
-la no dicha-
tú,
te acercas.
¿Qué soy yo?
¿Qué sol?
Un mirar, un andar.
Un tú caminar… ¿ves?... te veo.
Te he dicho,
te he apreciado,
te he puesto en el centro de aquello que éramos.
Tal vez, tú me dijiste.
Todo lo que ha podido andar en vos, ahora anda libre…
Y la fatalidad manifiesta es un movimiento libre…
Y el comandante de lo que ha sido es libre…
Y avanza,
y te cree,
y acaso el vino de abril te deje en vilo,
y acaso la que vuelve, vuelve por vos…
Anda, andador, que ya eres hora.
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