Querandíes
querendones
ES su recuerdo.
Andadores sagaces de la vida austera
merenderos nuevos en la vieja escuela
llanto de niño profano, niño pobre
albergado, guardado, quieto,
pero soñando: sobrando el tiempo.
Niño en mil, espejo
caminante labriego
vuelves Zapata
espantas a expertos
oscilas entre el ser de tu espada
y el ser de tu alma
te reconoces.
¿Dónde están las palabras fáciles?
en tu corazón
o tal vez ya no existen
o no se muestran
o no están más.
Querandíes
¿cuánto amor sopesa?
En qué higuera, árbol alto, vivirá tu hermosura
¿cómo congelar tu manto?
¿cómo vislumbrar tus encantos?
¿cómo se hace la locura?
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