Acaso los amaneceres fueron tantos
Tantos soles de soles de abril
Tanto camino en las rutas
Tanto vaivén en el andar
Tanto talón y punta
Se sentó a mirar la ruta andada
Y se prendió el último intento
Y se fumó hasta la colilla que le regalaba el olvido
Y la rubia se le apareció por morocha
Y volvía a prometerle amor eterno
Y se volvía a escribir la historia en sus ojos
Y-tan mala costumbre- coronó el amor
Con olvido
Se veía niño en el camino
De la mano de su padre
Y un verde fuerte al costado de la ruta
Y él tan chiquito
Y aquel hombre tan grande
Y un camino extenso frente a sus ojos
Infinito
Algo como un verano entero de poesía que me estaba esperando en este clic. Caminé hasta este Infinito. Pausa. Gracias por el verde fuerte del costado de la ruta y la mano del padre. Infinito camino... ¡Ojalá! ¡Ojalá!
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