El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
Olvido vino una noche
Enamoró a nuestra mujer de otro hombre
Dijo que las cosas que estaban sobre la mesa ya no eran nuestras
Y se las llevó
El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
E hizo que todos veneráramos su nombre
Y se escribió sobre una tinta indeleble su visión
Y conoció las formas que tiene su misma esencia
Y se miró en un espejo sin fondo
Y se buscó en ríos secos
Y salió de lutos por vivir las muertes de todos cada día
Y de negro silbó la última curda
Y se sentó a esperar a su niña
Niña que era sus ojos pardos
Niña que era su razón de existir
Niña que era su sinrazón
Niña que vivía desde siempre en su cama.
Una belleza nueva apareció la tarde
Y lo hizo otear el crepuscular comienzo
Horizonte profano y verde cubría lo todo
Horizonte madre llamaba a sus hijos
Y en brazos de alguien más nosotros llegábamos.
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