Lxs que dicen estar más allá del antropocentrismo y el egocentrismo en realidad están bastante más acá. Inconscientemente, desde patrones griegos y cristianos, siguen creyendo que el ser humano es un ser "especial", que tiene un alma que el resto de los seres no tiene y que por eso es superior. Por ese motivo cuando quienes estamos a favor de la totalidad de la vida nos enfrentamos a esta sola especie animal, ¡los antropocéntricos y egocéntricos pierden la cabeza! Tal es el miedo a la muerte que tienen.
La especie humana ha desequilibrado al planeta entero. Al interior de la misma especie se ha sometido a la mayoría de la población desde lo masculino, el patriarcado, el machismo, el capitalismo, la heteronormatividad, el racismo, el adultocentrismo. Millones de seres humanos sufren diariamente este desequilibrio. Luego, por su accionar contra el resto de la madre tierra, el humano está eliminando miles de otras especies minuto a minuto. Entonces, si esta violencia humana continúa, ¿no sería perfectamente lógico pensar que lo mejor es la extinción de esta especie para que el resto de la vida -¡que es muchísimo más que lo humano!- pueda seguir existiendo y desarrollándose? ¿Pero acaso es esto lo que queremos? ¡Pues no! Es todo lo contrario. Pero es lo contrario en la medida en que la especie entienda que debe vivir en equilibrio entre lo femenino y lo masculino, entre la diversidad sexual, entre los diversos colores, en el respeto a acianxs, jóvenes, niñxs y adultxs, etc. Es lo contrario si dejamos de asesinar a múltiples formas de vida, especies que tienen el mismo derecho que nosotros a vivir en este planeta. Si esto no sucede, ¡tanto mejor será que la especie humana muera definitivamente!
Al principio de la pandemia la madre tierra respiró. Lo hemos visto. Pero esto duró muy poco. Pronto se reactivaron los negocitos humanos. Los incendios provocados por el agronegocio o la especulación inmobiliaria proliferaron a diestra y siniestra. La reactivación de la producción industrial superó los valores de CO2 anteriores a la pandemia. El agua empezó a cotizar en la bolsa de Wall Street anticipando las futuras guerras. Mientras tanto, los bares de oxígeno se multiplican en China e India debido a la brutal contaminación del aire. Ni siquiera ante los millones de contagiadxs y muertxs por el nuevo coronavirus la especie humana dejó de generar violencia contra sí misma y contra el resto de la madre tierra. Entonces, ¿qué esperar ante semejante nivel de estupidez del homo 'sapiens'? ¿Realmente merece la especie humana seguir viviendo en este lugar?
Por lo demás solo un buen diagnóstico nos ayudará a salir de esta situación (¿saldremos de esta situación?). Los antropocéntricos y egocéntricos temerosos de la muerte no tienen nada que aportar. Deben llamarse a silencio. Porque la situación es verdaderamente grave. Y si la esencia y la cultura de la especie siguen siendo de odio y violencia, bueno, los resultados están a la vista.
Michel
No hay comentarios:
Publicar un comentario