cuando se rompa la cuerda que marca a la cárcel,
cuando el tic-tac que está en rojo ya no quiera avanzar,
será el sonido frugal aquel que me invade, volverá en pétalos de sal todo el oprobio que no sólo es hoy y no será mañana, me despertará la mano ancestral, mano poética, mano abuelo, y volverá a mirarme.
Me señalará al Sol como un Desierto y a la Luna como un campo verde.
Me señalará al Sol como un ancestro y a la Luna como a las madres.
Me señalará al Sol como la tierra y a la Luna como el Dios Aire.
Me habrá invadido y ya no seré yo. Los aluviones caerán por dos en medidas formas, los golpes no serán dados, ¿Dios?, los ángeles serán bastos y en negro volverán las poesías.
¿Qué es el Sol al fin sino un Sol? - ¿Cómo es vivir amor, amor-flor?... ¿Quién es el todo que sufre… quién es ser esencial que sólo ama?
Debe ser un arte pleno, un arte total. Mi corazón palpita; es temor. Temor al sin fin desconocido y a la pobre intención de los suplicios. Mejorar el todo timorato y trocarlo al todo acompañado… al todo oculto y cierto.
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