martes, 12 de agosto de 2008

a los pies de la goleada

el versículo había comenzado al revés
y las hojas/se paseaban desnudas por la plaza
la palabra paz se escribía Millán/
los ornamentos de las capillas eran blancos
el ruiseñor, ese pastor santo, coloreaba la zona



el cielo había empezado al revés
los comienzos/eran de esperarse
en los finales/las canciones de cuna
adornaban tu sueño/se movía conciente
tu siempre madre/se hacía tibieza la razón
y pureza el canto primal.



el ventrílocuo del sol te amaba los pies
se hacía esperar/el tiempo primero,
tiempo amarillo fatal y celestino
se fue caminando tu pureza/doce veces
cien.



el ídolo de la calzada/esperador de sementales
acuñó el nombre zatanalio para usarlo en las bodas
y recogió por eso tempestades/señaló la cuadra siguiente
en donde había arcos y/buzos tirados
a los pies de la goleada.







Ale male salasea

Que tambor me acompaña
Viejo chañar, corazón latino
Qué vida te encanta en tu ser sé
Qué soberbia te abandona
a tu bondad


Cómo lo primal se hace desierto
Y distancia mi corazón
Que quiere estar un poco en cada tierra
Protegiendo al hijo cansado
Hija paridora canción
Sementales del nuevo mundo


Una pasión que se repite por tus venas
En un barrizal de ríos
Como en viejas lagunas
Y recuerdos canoas
Saliman se va la cerrasuela
Merinidasol sil sekutan
Emeriolka salesol
Emerioka salesol
Ale male salasea

El canto plural

Ermita del recuerdo
Salta la cerca cerrada
Pintada de verdes prados
Y adivina el porqué naciste
Y quién consoló tu llanto
Y no te vuelvas olvido
Sin cansancio.



Estipula el dos por dos
Que era el juicio sano
Y súmate al sin fin de voces
A los escapularios
Las cartesianas
Los sarcófagos
El canto plural.
No te olvides de visitar recuerdo.



Sube al séptimo piso
Agradécele al padre la pasantía
Averigua si aún es hora de retornos
Acaricia al santo sepulcro
Evade un rinoceronte blanco
Purifica tu beso



Después del ejercicio
Saluda a tu madre tierra que te extraña
Santifica las nubes blancas que indican cielo
Sacúdete la naturaleza y el sueño
Adivina tu próximo canto
Suelta el grito popular: trabajo sano.






El inventario

Recordaba las cosas como si fueran un inventario…
Recordaba las noches solas
Las acompañadas
Las verdaderas
Las corredoras
Las ebrias
Las sobrias



Recordaba las nociones como si fueran un inventario…
Recordaba las noches solas
Las acompañadas
Las verdaderas
Las corredoras
Las ebrias
Las sobrias



Recordaba las viejas peleas como si fueran un inventario…
Recordaba las noches solas
Las acompañadas
Las verdaderas
Las corredoras
Las ebrias
Las sobrias



Recordaba a la vida como si fuera un inventario de noches.




¿hacia dónde te diriges?

Tu sentir se movía de lado
Sabíamos que nos buscabas
Y te sacudías de la molestia
Y acallabas las sonrisas bajo la manta del olvido
Y se te acumulaba la ansiedad
Y fluías la metafísica de las cosas



El viento mayor, viento santo, dijo lo suyo:
Se acercó el momento de definición
Toma lo que te corresponde y responde a las preguntas que te atormentan…
¿quién te envía?
¿hacia dónde te diriges?
¿qué corazón te acompañará en estos finales ciertos?





El viento fue una sombra

El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
Olvido vino una noche
Enamoró a nuestra mujer de otro hombre
Dijo que las cosas que estaban sobre la mesa ya no eran nuestras
Y se las llevó



El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
E hizo que todos veneráramos su nombre
Y se escribió sobre una tinta indeleble su visión
Y conoció las formas que tiene su misma esencia
Y se miró en un espejo sin fondo
Y se buscó en ríos secos
Y salió de lutos por vivir las muertes de todos cada día
Y de negro silbó la última curda
Y se sentó a esperar a su niña
Niña que era sus ojos pardos
Niña que era su razón de existir
Niña que era su sinrazón
Niña que vivía desde siempre en su cama.



Una belleza nueva apareció la tarde
Y lo hizo otear el crepuscular comienzo
Horizonte profano y verde cubría lo todo
Horizonte madre llamaba a sus hijos
Y en brazos de alguien más nosotros llegábamos.









Horizonte profano y verde cubría lo todo

El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
Olvido vino una noche
Enamoró a nuestra mujer de otro hombre
Dijo que las cosas que estaban sobre la mesa ya no eran nuestras
Y se las llevó



El viento fue una sombra
Y se llamó olvido
E hizo que todos veneráramos su nombre
Y se escribió sobre una tinta indeleble su visión
Y conoció las formas que tiene su misma esencia
Y se miró en un espejo sin fondo
Y se buscó en ríos secos
Y salió de lutos por vivir las muertes de todos cada día
Y de negro silbó la última curda
Y se sentó a esperar a su niña
Niña que era sus ojos pardos
Niña que era su razón de existir
Niña que era su sinrazón
Niña que vivía desde siempre en su cama.



Una belleza nueva apareció la tarde
Y lo hizo otear el crepuscular comienzo
Horizonte profano y verde cubría lo todo
Horizonte madre llamaba a sus hijos
Y en brazos de alguien más nosotros llegábamos.







Infinito

Acaso los amaneceres fueron tantos
Tantos soles de soles de abril
Tanto camino en las rutas
Tanto vaivén en el andar
Tanto talón y punta


Se sentó a mirar la ruta andada
Y se prendió el último intento
Y se fumó hasta la colilla que le regalaba el olvido



Y la rubia se le apareció por morocha
Y volvía a prometerle amor eterno
Y se volvía a escribir la historia en sus ojos
Y-tan mala costumbre- coronó el amor
Con olvido



Se veía niño en el camino
De la mano de su padre
Y un verde fuerte al costado de la ruta
Y él tan chiquito
Y aquel hombre tan grande
Y un camino extenso frente a sus ojos
Infinito







La poesía más larga del mundo

El comienzo

Eran millones de animales de nombres silencios
Y eran seres ambulantes y seres quietos
Y se fueron reproduciendo y mezclando las cazas
Y caminaron el mundo que en ese momento eran millones de mundos
Y fueron diferencias y aprendizajes enfrentados que generaron división
Eran millones de animales de nombres silencios


Sus ojos eran carmín
Su mirada violeta
Sol su necesidad
La primera mujer que parió el mundo tierra
Enorme amor, enorme
Y todo lo que hemos visto y lo que no, nació ese momento.
Y se cruzó la razón y la intuición
Y se comenzó a buscar al culpable
Y se le dio muchos nombres diferentes
Y, al final, se le llamó creador
Pero el nombre lo complicó todo
Porque dejó afuera a millones de otros nombres
Y se generó una gran guerra que duró 16.000 años
Hasta que todos los nombres pudieron ser creadores
Y se vivió en paz.


La muerte

Los seres vivos se preguntaban por la muerte
Porque no había materia que resistiera para siempre
Y las cosas duraban un tiempo y luego se iban
Y era efímera la vida pensada así
Y, también, era un poquito de muerte lo que transcurría entre día y día
Pero todo continuaba… todo era continuo en esa lugar
Y esa continuidad comenzó a dar una pauta
Que no había vida ni muerte, sólo existencia
Y todo se mantenía en constante existencia…
Nada era vida y nada era muerte. El lugar era uno.


El nacimiento

Escuché que todos habían nacido
Sin nombres propios
Se llaman así
“tú”, “el eterno”,
Se señalaban y se indicaban
Y eran una sola cosa, una comunidad,
Y fueron miles de años de esa práctica
Pero luego de un tiempo
Los planetas comenzaron a cruzarse
Y los satélites empezaron a sonreír y maldecir
Y cayeron rayos y los animales se asustaron
Y ese temor se convirtió en desconfianza y odio
Y así fue que muchos planetas se olvidaron del resto de los planetas
Y entonces perdieron el rumbo universal
Y se supusieron solos en el espacio
Y sufrieron esa ignorancia
Y así se dio uno de los últimos nacimientos del planeta tierra
Nacimiento que está por finalizar
O mejor: reestructurarse en un nuevo nacimiento crepuscular.


La soledad

Una vez el viento se llevó todas las almas
Y dejó seco al paisaje
Rememoró dos veces su nombre
Dijo que no había sangre sin nombre
Dijo que todo lo nombrable era su nombre.


Una vez el viento se llevó todas las almas
Y dejó seco al paisaje
E hizo recordar a cada uno sobre la importancia de su corazón
Y los llevó de viaje por lugares exóticos
Y puso a los hombres y las mujeres en lugares comunes
Pero sin su alma
Pero sin su corazón.


Todo lo blanco parlante se hizo trizas
Se volvió seca la ciudad
No hizo falta recordar los tiempos de juicios
Los hombres, las mujeres, las cosas sin corazón entendieron la situación:
La soledad es vivir sin corazón.


El dolor


Un capricho fatal caminaba la cordillera
y se agolpaba en el estómago más al sur de ese mundo.
Y una suerte de ser o no ser sudaka
Un aire soberbio propio del viejo continente
Una variedad variada de tanto andar
Vivía esa realidad.


Eran años de no tener…
Eran años de ‘para otros’…
Eran las mismas montañas, los mismos olivos, el mismo paisajeparaíso
Y un dolor, por eso de reconocerse a medias,
habitaba las almas de estos corazones.
Y se fue extendiendo sólo para ser comprendido
Hasta elecciones de dolores se hicieron en ese paraje.
Y se preguntaron las causas… mil veces
Se repasaron lo errores… mil veces
Se volvieron a medias las verdades
Y se discutieron pareceres…
Y se coincidió que el dolor era necesario…
Y que el sufrimiento podía esperar…
Pero que aprender era necesario…
Y que el amor nunca puede esperar...


El amor

Se había sembrado un pánico atroz.
Pero todo lo demás estaba pasando
Por alto las canciones de amor
De viejos poetas
De viejas escuelas
De prados verdes.


Se había sembrado un pánico atroz.
Todo esta prohibido o por prohibirse
Y tiritaba el mundo y sus componentes ante tamaña violencia
Pero el soplido seguía
Recordando los amores pasados y por venir
Y trabajando las almas en sus detalles
Y afinando la caricia final, caricia de tempestad;
Y todo hombre de bien se pronunció
Y toda mujer santa dio opinión
Y se resolvió que sólo el amor existiera
Y que el resto fuera acompañante
Y que tus ojos dijeran tu ser.


El ser

La variedad palpable había ocupado el alma
Y se movía, contenta, por aquel lugar.
Todas las intuiciones se agolparon para ver ese movimiento nuevo,
Que revoloteaba el alma,
Que vislumbraba la luna,
Que recordaba épocas sin tiempo,
Que nadaba en el agua espacio.


La variedad palpable había ocupado el alma
Y se movía, contenta, por aquel lugar.
Todas las intuiciones se agolparon para ver ese movimiento nuevo,
Todas las intuiciones se agolparon para ver al ser.


Las intuiciones

¡Que nadie se mueva!
¡Allí viene un burócrata a etiquetar todos nuestros movimientos!
¡Nada para él!
Que es nuestra hora primera…
La hora de la libre libertad…
La hora del corazón colectivo…
¡Nada para el controlador!


Obras cantar en el bajo fondo
Se mueve tanta intuición de esas que fundan
Si… al final, también en palabras vino la muerte y el pecado…
Pero otra cosa fue la intuición
Madre que nos salva de caer al zanjón
Abandonar la bicicleta a tiempo…
Saltar la acequia justo antes de pisarnos el cordón.
Intuición.


Un lugar de verdad, ciudad oculta, pasión
Sopla sobre el vestido el viento de adentro
Se fue sola caminando, hizo trizas sus ser, se dividió en tres


Cayó la guarida en donde habitaba tu alma
Se hizo pedazos tu cine y tu pared
Se volvió redentora la palabra del ciempiés
Se escribió sobre tinta y bajo papel.


El servidor

Estaba todo dispuesto para el rey
Y se vio repleto el reino de su aliento
Todos respirábamos por su culpa
Todos éramos su colección


Y se vio iluminada la ciudad feudal
Con la llegada de un guardia del cielo
Y redentor del fuego
Un hombre santo de ojos mar
Toda la circunstancia era su explicación
Veía lo que decían sus cientos
Soplaba fuerte su corazón
Se movía altiva la tierra que pisaba.


Y el pueblo todo lo llamo redentor
Y servidor de servidores
Y primer cazador del corazón colectivo
Y servidor nativo.


La esquela se cerraba en la cara del festejo del reino
El almanaque marcaba la hora y el número de los cielos seis
Y un corredor de bolsa se apresuraba a ver la onceaba carrera
Los niños corrían para llegar a la escuela
La madre del santo grial se arreglaba frente al espejo
Y la esquela se cerraba en la cara del festejo del reino
En donde el servidor tomaba su lugar y ofrecía su sangre
como nuevo amuleto.

Mantas

Ildefonso me dijo una vez
Que todo lo que nos cubría era abrigo
Pero también cortezas
Y a veces, contra el frío,
Nada mejor que un sacarse capas
Liberar capas



¿Usted no es poesía?
¿Cuántas canciones no escuchó?
Véase desnudo… no sea sonso
Descubra que en cada detalle está dios
En cada medida el sol
En casa suspiro un hombre y una mujer
En cada momento un presente arrasador.
Vive una libertad superadora



¿Acaso te toca a ti, ser iluminado, ser otro más?
¿Con quién tienes verdaderos compromisos?
No te engañes si es que no te encuentras
Tal vez, en vez de ayudar, confundas
Refúgiate en la lectura de tu andar
Está en la letra
En los ojos de ella
En ese número de teléfono
Que marca al cielo domicilio
Siempre atento… sin desviar el camino.








Negocio

Usted sería el pintor de aquello
Un detallista soplando al viento
Decorador del arte por dentro
Sangre y corazón



Buscamos el sentido de la libertad
En la palabra sacerdote negro
Y aparece la variedad de alguna medida
Que no recordamos en su justa ella



Sólo atina el trago de los recuerdos
Que te hacen la ella enamorada
Esa que siempre te roba el sueño
Te saca de ti y te entrega
Un pañuelo ponedor de ofertas
En tu frente azul



Dame la parte de ganancia que no me corresponde
La pondré bajo mi almohada hasta que el ratón Pérez se la lleve
Y entonces lloraré mi estupidez
Y protestaré por lo poco
Cuando, en realidad, sabemos lo mucho





Por mis venas va

un recuerdo celular
números de épocas mozas
hermosas sensaciones tú
sensación de poesía
alerta a las madrugadas
frías y esquivas miradas
claras tus formas
de todo o nada
me importa el sol

Presente yugular

Es como decir
Nosotros nos damos una forma
Pero la forma cambia
Y nosotros con ella
Y eterno esperar
Como el amo que se transforma en esclavo
Y lo sabe
Y no puede sino contemplar la situación
De lo que le espera mañana
Una nueva mirada de su todo
Para un eterno respirar del pasado
Que en memoria
Es presente
Presente yugular



Es como decir
Nosotros nos damos una forma
Pero la forma cambia
Y nosotros con ella





¿Qué hijo de putas vendrá a poner la vida en su lugar?

Tranquilo
¿Cuál es tu apuro?
Las cosas llegan en su justo momento
Jamás antes
Nunca después.



El arte presente,
Un suspiro ancestral,
Un momento de tu vanguardia acallada,
Un antes de silencio puro la nada.



¡Oblígame a conocer tu nombre!
Nada pierdo en ese camino de descubrimientos
De aprendizaje sangre crepuscular
De lunas con obsesiones de ayer
De eso tan tuyo como los besos
De lo mío al margen de las cosas ciertas



¿Qué hijo de putas vendrá a poner la vida en su lugar?
¿Quién sabrá el segundo nombre del profeta?



¿Cómo conocer la justa pregunta que te desnuda?
¿Qué paraíso oculta este infierno?





quise

quise escribir
una palabra
que fuera representación
de lo que el cielo me dicta
y escribí amor
alejado del mar
amor paria
para luego escribirte
en un tan cerca y tan lejos
para que todo concuerde en tu boca
y los gestos dejen de ser amagues
de lo que nos supera por cierto
y nos enamora por entendimiento.

Unilateralidades

Criticas lo que eres
Te ves



Criticas tus manifestaciones
Allí estás
Durmiendo en la casa del padre



Criticas tus bondades
No las ves
Y la supones ciertas en otro lugar



Criticas tu ojo redentor
Ojo asalariado
Ojo profeta primero



Criticas un trabajo hecho
Una labor de comandancias
Un concilio fundador



Criticas los que eres
En alguna medida
En alguna parte de ti
está tu crítica.





Viernes

Cruzando el mar
Venía volando la golondrina
Venía mirando la muerte de lado
Venía de abril



Se hizo añicos el sueño
Y despertó madre la ciudad
Se desperezó de su olvido
Trajo memoria a su hijo
Lo puso frente a su futuro mil veces
Lo llevó de frente a su voluntad
Lo tapó de memoria ancestral
Y le prometió su nuevo nombre: campo grande.







Vulvo al amor

Vuelvo al amor porque de lo demás está plagado
Plagado de autos
Trenes
Platos
Panes
Sartenes
Mesas
Cacerolas
Teléfonos
Mercancías


Por eso
Por ser común
Busco un lugar común
Y te amo a escondidas del mundo
Y te amo a los gritos del olvido
Y te amo tan profundamente
Que no hay cacerola lo suficientemente profunda
Para hacer de recipiente de tanto caldo amor.

Y la televisión y los diarios decían tu nombre

Era de noche
Se caía el cielo


Era de noche
Y se caía el cielo
Y todo profeta era olvidado
Como le pasaba a toda vanguardia
Y se especulaban las cosas serias
Y se sentían las cosas verdaderas
Y por los diarios y la televisión
Se agitaba el silencio.


Era de noche
Y se caía la soledad
Y toda manta cubría el cielo
Y todo cielo era profeta
Y las cosas serias especulaban
Y las cosas verdaderas se sentían
Y la televisión y los diarios
Decían tu nombre.

sábado, 9 de agosto de 2008

Una noche fuera de la noche

Una poesía fuera de sí
Un contar con frases cortas
Tú, la más aurora, me cantas al oído
Tú, la disimulada, haces de naranjas la mañana
Tú te recibes



El jengibre
El aceite
La salsa
Se detallan en la mesa
Se hace presente su presencia
Son



Cuando todo cae del mantel
Y se hace espalda mis ojos
Y nada más pasa sino tus manos
La tormenta, esa que escuchas,
Al tocar tocando lo profundo,
Se desenvuelve, te enreda, te inunda
No puedes sino pensar en la próxima mirada al techo
Cuando todo esté sobre tu cuerpo
Como un manantial azul, una alborada
Como si, desnuda, tomaras el sol en botellas de olvido
Para luego recordarme, durmiendo en tu espalda, acariciando la nada…
Soliviantándote.




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