sábado, 29 de septiembre de 2007

¿Es transparente su espacio? (intento)

¿Es transparente su espacio?

¿Es un detalle menor que sea sangre este marzo?


Nada le debe al olvido aquello que fue pagado.

Nada surge de la nada. Todo cambia y se resbala.

El viento que hoy golpea las ventanas de esta sala

quieren decir que un buen día, de esos que nadie piensa,

los árboles volverán a reclamar su tibieza.


Los seres que de la Tierra se taparon con mi amparo;

mil lágrimas correrán, mil y una de costado,

todas armando un gran río, todas inventando el canto.






Todos y sus vaginas

El ojo del cielo, el ojo de Horus, el ojo que mira al magma,

el ojo cantor sacrosanto.


Puerta del nacimiento

y comienzo del espanto.









Primero el espíritu enamorado… el amor que le sigue a lo bueno

Primero el espíritu enamorado,

luego la materialidad.

Quiero decir que no hay aquí…

sin allá.

Más antes bien,… antes bueno,

y luego,

cuan condición Cine-cua-NoN:

el amor que le sigue a lo bueno.






miércoles, 26 de septiembre de 2007

Mi memoria de fusil

Lo poco que dura en mí

lo pacífico, lo sublime y lo justo.


Casi terminando esta fiesta

que nos vio de derrotas en derrotas…

que nos ha visto vencidos aún triunfantes

que, bandera blanca de por medio, nació pólvora.

¿Acaso será siempre mi fusil el que me hable?

¿Serán siempre los posgrados de violencia?

¿Será uno y mil niños muertos antes de nacer?






Ese latir de las cosas

Esa brisa que ni tanto

venida de otras galaxias,

ese latir de las cosas

que se mueven en su gracia,

ese soñar con los ojos

que aparecen en mi espalda,

ese amar dentro del todo

que es como amar la nada.




domingo, 23 de septiembre de 2007

Sobre poesía

… pregúnteselo en la hora más silenciosa de la noche ¿verdaderamente me siento apremiado para escribir? Hurgue en sí mismo hacia la más profunda respuesta. Si es afirmativa, si puede enfrentar una pregunta tan grave con un fuerte y simple: “Debo”, entonces construya su vida de acuerdo con esta necesidad.


Su vida, hasta en sus momentos más indiferentes, los más vacíos, debe convertirse en signo y testimonio de ese impulso. Entonces acérquese a la naturaleza. Intente decir, como si usted fuera el primer hombre, aquello que usted ve, vive, ama, pierde. No escriba poemas de amor. Evite de inmediato los temas más comunes: son los más difíciles. Ahí donde las tradiciones se han mostrado seguras, numerosas, a veces brillantes, es donde el poeta debe aguardar la madurez de su fuerza. Huya de los grandes temas, escoja los que la cotidianeidad ofrece. Diga sus tristezas y deseos, los pensamientos que llegan a su cabeza, su fe en una belleza. Diga todo esto con una sinceridad íntima, tranquila y humilde. Use para expresarse las cosas que lo rodeen; las imágenes de los sueños, los objetos de sus recuerdos. Si su cotidianeidad le parece pobre no la culpe. Cúlpese a sí mismo de no ser lo suficiente poeta para encontrar sus riquezas. Para el creador nada es pobre. No hay lugares pobres ni indiferentes. Aun si estuviera en una prisión donde los muros acallaran todos los ruidos del mundo, ¿no podría recurrir a su infancia, esa preciosa, esa imperial riqueza, ese tesoro de recuerdos? Envíe allá su espíritu. Intente sacar a flote las impresiones sumergidas en ese vasto pasado. Se fortalecerá su personalidad su soledad se poblará y se convertirá en una morada en las horas inciertas del día, cerrada a los ruidos del mundo. Y si de ese regreso a usted mismo, de esa inmersión en su propio mundo, vienen a usted los versos, entonces usted no soñará con preguntar si son buenos esos versos. No tratará de interesar a las revistas en esos trabajos, porque usted disfrutará como de una posesión natural, que le será querida como uno de sus modos de vida y expresión.


Una obra de arte es buena cuando nace de la necesidad. Es la naturaleza de su origen quien la juzga. Así, estimado señor, no tengo para usted otro consejo que este: intérnese en usted, sondeé las profundidades donde su vida tiene su origen. Es ahí donde encontrará la respuesta a la pregunta: ¿debe usted crear? De esta respuesta recoja el sonido sin forzar el significado. Puede ser que el arte os llame. Entonces, escoja tal destino, llévelo con su peso y grandeza sin exigir jamás recompensa alguna del exterior.


Rainer María Rilke. “Cartas a un joven poeta”. Ediciones Coyoacán


Tomado de aquí







trato de ser no siendo ni razones ni espanto

Si yo pudiera mirarte de frente

otro sería el cantar que sopla detergentes;

otra vez de costado,

de pupila cansada,

de esos tonos sagrados /que devuelven la nada/

una intuición de vos,

una voz alborada,

un despertar cansado

que explota de la rabia…


y matiza la vida

que no es más que tu alma.


Entonces ya de vuelta /en el rabillo del ojo/

que no es más que entender la vista acotada,

trato de ser no siendo ni razones ni espanto,

trato de darle al árbol una nuevo desafío:

vida a los que nacieron /vida a los que han nacido/

vida después de vida /vida de los caminos/

vida que en esperanzas /huele a pan y sabe a vino/





jueves, 20 de septiembre de 2007

Mi tú

Tu epistemológica-mente ambigua,

Tu hermenéutica borrosa,

Tu no saber decir “pueblo en serio”,

Tu variedad de ti,

Tu resistencia al cambio,

Tu vuelo hacia el mar,

Tu vuelo bajo.


Mi sapiencia de ‘lo al revés’,

Mi siempre detrás del olvido,

Mi detalle del grito silenciador,

Mi soplar y soplar lejos de ti,

Mi sombría variedad de ‘lo cierto’,

Mi madre y mi simiente,

Mi abuelo violador que mató a mi abuelo milenario.








El principio del cálido

El principio del cálido,

ese de acariciar con palabra,

abrase visto las puertas de Sésamo

dejando pasar al sabio,

liberando el amor en etapas,

aliviando reflejos,

amputando la calma,

devolviendo al dos: dos:

y al otro: olivo.





miércoles, 12 de septiembre de 2007

El amor rotundo en una cuba

Las flores deshojan ansiedades

del amor rotundo en una cuba,

ebriedad a gritos: “¡ebriedades!”

similar al rugir de todos los tiempos,

violento ser, verdugos matinales,

canto sagrado al sol, cantero de bondades.




Esos que no pasan ni aún pasando

Batirnos a duelo… en lucha espartana,

como si dependiera de la lengua ominosa,

la muerte del Dios sable por la vida del dios diosa,

la mala suerte hoy,

las lentas peligrosas,

que salen de esta mesa de bondades contagiosas…


No digas que fui yo,

di que fueron:


esos momentos silenciosos,

los momentos largos,

esos que no pasan ni aún pasando.




domingo, 9 de septiembre de 2007

No compre robado

No compre robado… no consuma.
Átese los ojos al cielo y el pelo al espacio.
Note que Dios es más hembra cuanto más se le acerca el monte.
Note que Dios es de los nuestros.


Vea sin ver la comuna.
Vea sin ver lo grabado.
Sienta sin mar su fogata.
Hágase al margen y de vuelta.
Escriba todos los amores que lo llenan.
Vierta un litro más sobre el litro que le falta.
Hágase musulmán por culpa de la balanza.
Deambule por las calles de ida y de vuelta… (Note la diferencia)
Golpee a la puerta del olvido y rescate al uno que lleva su cara.
No se haga el hoy ni dibuje un mañana; mejor bese.

Huanacache

Sobre brasa tu agua,
poca-mate, poca-sol,
pocas las balas que hoy quedan
adornando tu salón.


Mil tus cantos adunados,
mil tus pasos ruiseñor,
mil tus artes no rentadas
que me divierten al son
de las voces de esos vivos
que abrigan tu sensación.


Todo es tan Lavalle viejo…
todo es tan estrella humor.


Todo es admiración… todo detalle. Todo humana fascinación. Todo increíble proeza. Todo es ‘lo todo’ y amor. Todo lo que me rodea es como un santo y peor. Todo es el arte de escuela… todas son patas al sol… todo mi amor por tus venas… todo el profeta, todo el rencor.

Tedeum

Tedeum
in soleto sangri,
in velito cuanti
sigoto le pianti,
no maceco il gareto
solo piantico amuleto.


Silveto i sil aventura
Socotarre e dominati
No descubre carbonati
Qui’l celiato ganudo
Mal intenta cuasi-mudo
Libre canto cian-ciarulo.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Telar de la sangre


(Tejada Gomez, Armando; 1994: 29-30)

¿Qué hago con esta sangre de dos sangres?

¿Qué hago con el silicio que me habita?

¿Qué hago con estos pómulos de huarpe

y esta barba telar encanecida?

¿Y qué con mi memoria irreverente

que no quiere olvidar y que no olvida?

¿Y este idioma curtido a la intemperie

sobre el idioma muerto de mi raza?,

¿Con esta antigüedad de antigua piedra

y la genealogía de mis padres?

¿Qué hago con este polvo enamorado

de mi palabra nueva en tu palabra?


Madre de pueblos, loca y fundadora,

¿Por qué me habéis abandonado?

¿Dónde cayó el abuelo violador

que asesinó a mi abuelo milenario?

Y tengo que asumirte. Si te niego

seré el americano más cobarde.

Para saldar las cuentas del martirio

hay que aclarar las aguas.

Admitirte en la cruz del genocidio

y en la espada de sangre que es mi sangre.


Por las claras del día, madre ausente,

quiero verte la cara,

por trescientos millones de tu cría

y por quinientos años de olvidarnos.


De otro modo no vengas, si no vienes

a asumirte en la sangre de tu sangre.


Mis hembras han tejido en su paciencia,

telar continental, todas las sangres.






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